Capítulo 42: Amor del apocalipsis

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Después de una linda velada en la cárcel del laboratorio fuimos despertados por los seguidores del loco, nos dieron de desayunar un gran banquete, había comida de toda clase y muy deliciosa, lo que solo podía significar una cosa:

            VAMOS A MORIR

después de tan delicioso manjar nos llevaron a una gran habitación donde según nos informaron iban a ser impartidas las clases de defensa anti-zombies para lograr sobrevivir un poco mas allá afuera.

Nuestra nueva misión era buscar a mi madre y a la otra niña, no es como si estuviéramos muy entusiasmados por ir a buscar dos zombies súper dotados, tenían las habilidades de todos los demás, sus ojos eran como ver el espacio, un lugar colorido y estrellado.

A los que no sabíamos como manejar un arma nos enseñaron a usar una, otros tipos de defensa personal por si nos llegáramos a topar con personas vivas pero no cuerdas, que tuvieran las notables intenciones de matarnos, nos equiparon con todo lo que tenían, pero seguía sin entender porque nos enviaban a nosotros si tenían más personas con mayor experiencia y mas capacitada para el trabajo, aunque al mismo tiempo tiene sentido, porque arriesgar personal tan esencial para una tarea teniéndonos a nosotros.

+Te ves muy guapa
+creo que no es momento para eso, están a punto de llevarnos al matadero
+entonces con mayor razón es buen momento, hay que aprovechar bien el tiempo que nos queda -me decía con una sonrisa pícara, tomo mis manos para después ponerse en una rodilla- sé mi novia Alejandra!

Desde el primer roce en que nuestras manos hicieron contacto mi corazón empezó a acelerarce, sentir la calidez de sus manos era una de las mejores sensaciones, pero cuando salio de sus labios aquella oración el tiempo se detuvo, en ese momento los zombies, mis amigos, los idiotas que nos querían matar habían quedado en segundo plano, es ese momentos sólo existiamos él y yo.

Pero que iba a responder si, no, no se, tal vez, otro día? No sabía que responder, por un segundo me quede congelada. ¿Qué respondo!!? Me gusta pero... Si morimos seria muy triste, aunque tal vez él tenga razón y sea mas triste desperdiciar el tiempo limitado con el que contamos.

+s-si...

¿¡QUÉ !? ¿¡Por qué respondí!?

Mientras trataba recuperar la cordura sentí unos cálidos y suaves labios sobre los mios, un beso tan especial, hizo que se me escapara un suspiro al terminar, pero ese bello momento no duro mucho.

Lo que antes estaba en segundo plano había vuelto, nos estaban ordenando que volvieramos a entrenar.

Así fue por los próximos 3 días, despertar, comer, entrenar, comer, entrenar, comer, entrenar, dormir.

No me gustaba mucho la idea de que nos manadaran a pelear, que nos obligaran a arriesgar nuestras vidas por ellos.

Iba por uno de los amplios pasillos del lugar, todos aun estaban manchados con sangre, los cristales, a pesar de que ya había pasado tiempo desde que todo esto empezó nadie se tomó la molestia de limpiar el lugar, la sangre y varios restos de zombies empezaban a descomponerse, lo que hacia que el ambiente tuviera una peste casi insoportable. Caminar entre todo eso me hizo sentir que estaba en una carnicería humana.

Y justo cuando acababa de pensar eso aun lado mio paso una camilla con un zombie descuartizado.

+Amor!

seguí caminado hasta llegar al laboratorio donde aun tenían preso al cadáver viviente de mi padre, estaba a punto de abrir la puerta cuando sentí que alguien me abrazaba, eso hizo que me exaltara, me gire para ver quien era.

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