-Ya sabes, si esto no fuera por una buena causa, no habría forma de que estuviera haciéndolo- le dijo Malena a su hermosa perra labrador de color chocolate, Perla.
Ella medio esperaba que la perra la convenciera para librarse de esto, independientemente de la causa, pero su mascota sólo la miró como si dijera No me mires a mí, esta fue tu idea. De hecho, por la sonrisa canina en el rostro de Perla, casi pensó que al animal le hacía gracia todo el asunto.
-Por supuesto que encuentras esto gracioso- murmuró -Nadie te está pidiendo que te quites la ropa.
Perla le dio una mirada intencionada que podía decir Eso es correcto. ¡Y ni pienses en tocar mi collar!
Realmente era para una buena causa. El refugio animal en donde obtuvo a Perla dos años atrás, estaba organizando una especie de sexy calendario desnúdate para la causa con el fin de reunir fondos. Malena y las otras mujeres voluntarias, habían accedido a hacer las fotografías.
Hubo una organización de rescate animal en Londres que había hecho lo mismo el año pasado y tuvo un gran éxito, obteniendo miles de dólares para ayudar a apoyar su refugio.
Cuando la dueña, en donde Malena era voluntaria, le preguntó si lo haría, no fue capaz de decir que no.Ahora que se encontraba parada frente a la puerta del estudio de fotografía en el centro de Londres, comenzaba a pensar que en su lugar debió donar algo de dinero. No es que fuera una mojigata o demasiado tímida ni nada de eso. Era sólo que nunca había hecho algo tan atrevido y audaz como posar medio desnuda para un calendario pin-up.
Pero ella había dicho que lo haría, así que no se iba retractar ahora. Nunca podría enfrentar a las otras chicas del refugio si no lo hacía. Todas ya hicieron sus sesiones de fotos y no habían dejado de hablar sobre lo divertido que había sido.
Así que, tirando más de cerca la correa de Perla, Malena abrió la puerta y entró.
Una pequeña campana adherida a la parte superior de la puerta tintineó, anunciando su llegada. Miró alrededor del estudio, creyendo encontrar a la fotógrafa esperándola, pero la mujer no se veía por ningún lado. Las otras chicas que hicieron la sesión de fotografía ya la habían descrito como alguien muy fácil con quien trabajar. Eso la hizo sentir mejorposar para una agradable mujer mayor no la haría sentir tan avergonzada.
Después de que unos minutos pasaron y nadie salió desde la trastienda del estudio, Malena pensó que la mujer no debió de escuchar la campana.
Tal vez se hallaba ocupada preparando las cosas para la sesión fotográfica.Ordenándole a Perla quedarse quieta, se acercó para tocar la campanilla del mostrador. Era más ruidosa de lo que pensó que sería e hizo una mueca mientras hacía eco entorno a la sala. Le dio una mirada de disculpa a Perla.
-Lamento eso. Estoy un poco nerviosa
Perla le lanzó una mirada que podía traducirse como Lo que sea antes que se echara para lamerse las patas. Probablemente quería que sus uñas lucieran bien para la sesión, pensó deseando estar tan relajada como su perra.
Sabiendo que sólo iba a ponerse más nerviosa si continuaba pensando sobre las fotografías, Malena dejó que sus ojos vagaran por la habitación.
Además del sofá de cuero y dos sillas a juego, había una mesita de café y varias plantas en macetas que le entregaban a la habitación un ambiente cálido y acogedor.
Pero fueron las fotos montadas en la pared lo que llamaron su atención. De todo, desde niños y animales, hasta bodas y retratos familiares, vida silvestre y paisajes, era una mezcla de color y blanco y negro, hermosas y artísticas. Ella pudo ver porqué los dueños de del refugio habían escogido a este estudio de fotografía para tomar las fotos de este calendario. Si salían la mitad de elegantes como las que se encontraban en la pared, el resultado sería una obra de arte.
-¿Puedo ayudarte en algo?
Malena estaba tan hipnotizada por las fotografías que no escuchó a nadie entrar a la habitación y saltó al sonido de la voz de un hombre.
Con una mano en su garganta, se giró para ver al tipo más magnífico en el que alguna vez posó los ojos, parado justo frente a ella. Alto, con cabello negro y una mejillas pronunciadas, él tenía el tipo de ojos conmovedores con los que una chica se perdería si no era cuidadosa. La sonrisa que le destelló era suficiente para hacerla derretirse justo ahí, en ese instante.
-Lo Lamento- dijo- No quería asustarte.
-No lo hiciste.- ella sintió que su cara se sonrojaba al darse cuenta cuan lamentable sonaba, especialmente cuando era obvio que sí la había sorprendido.-Bueno, tal vez sí me asustaste un poquito. Me encontraba observando las fotografías y no te escuché venir.
Alzó la mano para meter su pelo detrás de la oreja mientras intentaba ocultar su vergüenza. Sin embargo, antes de que pudiera decir otra cosa mucho más inteligente, Perla se paró y caminó hacia el hombre para saludarlo, con su cola moviéndose violentamente.
Malena instintivamente abrió su boca para regañarla suavemente, pero el tipo ya se había inclinado sobre su rodilla para darle una caricia afectuosa a la perra.
-Perla- le advirtió, luego le dio al hombre una tímida mirada- Lamento eso. Es su primera vez en un estudio de fotografía, así que está un poco emocionada.
El chico se echó a reír.
-Está bien. Sólo está siendo amistosa. ¿No es así, muchacha?No pudo evitar sonreír mientras él le frotaba detrás de las orejas. No sólo este hombre era totalmente ardiente, sino que también le gustaban los animales. Se preguntaba si tenía novia. Si no, quizás se encontraba buscando una.
Le dio a Perla otra caricia, y luego se levantó.
-Tú debes ser Malena Prinsloo, ¿cierto?
Ella asintió, preguntándose cómo supo su nombre. Su confusión debió de ser obvia porque él le explicó.
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El Fotógrafo (Benedict Cumberbatch) [ADAPTADA]
FanfictionComenzare por aclarar que esta novela no me pertenece,era una historia que tenia en una pagina mía en Facebook hace mucho tiempo y que la acabo de encontrar. Tome la decisión de ponerla aquí en Wattpad. Malena Prinsloo está de acuerdo en posar para...