El Fotógrafo (Benedict Cumberbatch) [ADAPTADA]

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 —Soy Benedict Cumberbatch, uno de los fotógrafos de aquí. Amanda mencionó que vendrías para una sesión fotográfica con tu perro, así que simplemente sumé dos más dos.

  -Oh- miró sobre él hacia la puerta que daba a la parte posterior del estudio- ¿Ella está aquí?

 -En realidad, tuvo que irse más temprano. Su hija esta de parto, así que ella y su esposo se dirigieron al hospital.

-Oh

 Malena no sabía si sentirse aliviada sobre posponer la sesión o no. Había pasado la mayor parte del día preparándose psicológicamente y ahora tendría que hacerlo todo de nuevo.

  -Ella me pidió que yo tomara las fotografías en su lugar, si eso está bien para ti- dijo.

 Malena parpadeó sorprendida. Ella no lo vio venir.

-¿Te lo pidió?

  Él metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros.

  —Sí. A menos que prefieras regresar otro día. Entenderé si te sientes más cómoda con que ella te tome las fotos.

 Se mordió el labio inferior. Mientras que una parte de ella quería volver cuando Amanda estuviera allí, otra parte deseaba terminar con todo el asunto de una vez.

  ¿Pero podría posar frente a un hombre? No estaba tan segura de eso. Por otra parte, la corta vestimenta que había traído no era tan reveladora. No es como si tuviera que desnudarse por completo frente a él.

  Tampoco podía negar el pequeño cosquilleo excitante que comenzaba a expandirse por su cuerpo ante el pensamiento de que un bombón como él le tomara las fotografías en paños menores. Ella se detuvo para pensar. ¿De dónde diablos había salido eso? Hace un minuto atrás estaba aterrorizada ante el pensamiento de que incluso viera sus hombros. ¿Y ahora se estaba poniendo toda caliente y mojada por la idea de que Benedict viera lo mismo? Está bien, el hombre estaba buenísimo.

  -No- le respondió- Ya estamos los dos aquí, así que bien podríamos seguir adelante y hacerlo.

  Caramba, ¿había dicho eso en voz alta? El color subió por su rostro cuando se dio cuenta que debió sonar como si ella quisiera saltar sobre sus huesos ahí mismo.

  —Me refiero a la sesión fotográfica.

  Él sonrió.

—Me di cuenta.

  Se sonrojó aún más y alzó la mano para meter su cabello detrás de la oreja otra vez. Incluso Perla la miraba como si fuera una idiota.

  —Así que, ¿para qué refugio animal estás haciendo este calendario?— preguntó Benedict.

 Malena sonrió, aliviada de que él cambiara el tema.
-Personas para Mascotas. Está Candem Town

 -¿En serio? Adopté a mi perro allí.

 -¿Tienes un perro? ¿De qué raza?

 -Papillon— gesticuló Benedict hacia la fotografía en la pared detrás del mostrador—Esa es su foto.

  La sonrisa de ella se amplió cuando vio la foto. El perro de tonos marrones y blanco parecía juguetón, aunque alerta y vigilante al mismo tiempo.

  —¿Cómo se llama?— preguntó, desviando su atención de vuelta a Benedict.

-Sam

  Frunció el ceño.

—¿Sam? Ese no es nombre para un perro.

  Benedict miró la fotografía por un momento, considerándolo, luego se encogió de hombros.

  —No sé. Luce como un Sam para mí.

 Malena se giró para estudiar al adorable perro nuevamente. No, a ella no le parecía.

  —El baño está al final si quieres cambiarte— sugirió Benedict. —. En la segunda puerta a la derecha.

Se volvió hacia él. Había estado tan interesada en hablar sobre su perro, que casi se olvidó del motivo real de su visita.

  —Bien, gracias.— Le dio a la correa que tenía en su mano un suave tirón. —. Vamos, Perla.

  —Ella se puede quedar aquí conmigo mientras te cambias, si quieres.— Se ofreció Benedict.

Miró a Perla, luego a él.

—Claro. Si no te importa.

Entregándole la correa de la perra, Malena le dijo a Perla que sólo se tardaría unos minutos, entonces se dirigió hacia la parte de atrás del estudio.

A medida que pasaba por entre las luces, sombrillas y diversos equipos fotográficos, se sorprendió por el grado de profesionalismo de todo. La hizo sentirse como una modelo de verdad. Cierto.

Como si las modelos reales estuvieran tan nerviosas antes de su sesión fotográfica.