Esta melodía, tan.. Tan aquerosa, mi estómago se revolvía con una fuerte sensación de calidez.. Tal como sentía cuando estaba con aquel sombrerero de rojizo cabello. No quería sentir esto de nuevo, no lo quería más. Pero, pero ¿Acaso estoy muerta? ¿Lo estoy? ¿He caído en la fuente de nuevo? No.. Esto no parece aquella fuente, no, no lo es. Si, estoy muerta, no puedo hacer más que cerrar mis ojos y quedarme en silencio escuchando aquella asquerosidad.
No supe que ocurrió ya que tenía mis ojos cerrados pero.. Al abrirlos vi como si aquel gran túnel sin vida, sin nada.. Se hubiera vuelto una ventana, una ventana la cual reflejaba a Conejo. Pero.. Conejo estaba en una camilla, tenía.. ¿El pecho abierto? Mis pupilas se contrajeron.
"-Don't cry, Alice.."
Sentí como mi corazón se paró por un segundo al escuchar aquellas leves palabras, mis ojos se llenaron de lágrimas las cuales brotaron al instante. Conejo.. Había muerto. No, esto, esto no debería estar pasando.. Soy yo quien murió. ¿Verdad? Si.. Yo morí, si no, no estubiese aquí pero.. ¿A dónde llevan ese corazón? ¿Por qué van corriendo a mi habitación? No me digas que.. No.. Conejo, ¿Por qué? ¿Por qué me dejaste si querías cuidarme? ¿¡Por qué mierda diste tu vida por mí!? Sabía que yo no valoraba mi vida.. ¿Por qué hiciste algo tan estúpido? Te amo Conejo, te amo. Nunca te vi de esa manera, te lo juro.. No creí que todas esas veces que me llevaste al refugio ebria a causa del alcohol que tomaba a escondidas en las tazas del sombrero era porque me querías.. Nunca creí que esas sonrisas que me regalabas eran de corazón, nunca creí que el último abrazo que me darías sería con esas lágrimas llenas de preocupación y amor..
¿Por qué mi pecho está doliendo tanto? ¿Por qué en mi rostro no para de humedecerse con lágrimas? ¿Por qué están remplazando mi corazón con el tuyo? Conejo, Conejo. Debí escucharte, debí... Debí abrazarte. No debí rechazarte de tantas maneras, no debí gritarte cuando me molestaba con el Sombrerero, no debí.. No debí haberte conocido. No fui más que una desgracia la cual no para de llorar y está destrozada por el regalo que le hiciste..
Que no para de llorar a causa de esa sonrisa con la que te quedaste en aquella camilla, tu voz se repite con un profundo eco, una y otra vez. ¿No vas a parar, verdad? Mi rostro actúa por si solo. Creo que ya no puedo más.. Siento como me rompo por dentro pero una sonrisa está en mi rostro, ¿Qué puedo hacer? Dígame señor Conejo.. Dígamelo, como la primera vez que lo vi.. Que no sabía donde estaba.. Que quería ir a casa y usted me abrazó dándome un cálido hogar el cual nunca aprecié lo suficiente.
Ya no le veo en la pantalla, al parecer esto cayendo en un mundo nuevo. Un mundo sin vida, un mundo que ante mis ojos se derrumba. ¿Qué es esto? El cielo es morado, el suelo como si fuese un tablero de ajedrez. Caí de pie al parecer aquellos largos cabellos albinos seguían en mí y esa pálida piel que podía notar en mis manos..
A lo lejos se notaba un alto.. ¿Muchacho? No, no lo creo. Era extrañamente alto y tenía un par de cuernos, al parecer venía para acá, cada vez que parpadeaba estaba más cercas hasta que por fin lo tuve de frente.
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"-Alice.."
Aquella voz firme hizo que levantara mi rostro para así concentrar mis vacíos ojos sobre los de él, esos ojos blancos, me daban asco, me revolvían el estómago de una manera rápida.
"-Bienvenida al País de las maravillas.. Mi nombre es Conejo."
Al escuchar aquel nombre mis pupilas se contrajeron de una manera crítica, como si de los ojos de un gato se trataran. Mi garganta tenía un nudo que casi me ahogaba pero.. ¿Por qué? ¿Por qué me acabo de poner de pie? ¿Por qué mi rostro se llena de lágrimas a pesar de que tengo aquella estúpida sonrisa? Tengo deseos de..
"-Voy a matarte.. Jodido farsante."
De matarlo. Quiero arrancarle el corazón y.. Comérmelo, no.. Ya no tengo idea de lo que digo.. Conejo, me haces tanta falta. No dejo de llorar por ti.. Espera, ¿Acaso es sangre lo que está saliendo de uno de mis ojos? Si.. Es sangre, está saliendo de mi ojo morado, ¿No? Realmente no me importa. Debo acabar con él, no voy a dejar que ensucie el nombre de Conejo.. No, de Mi conejo.
Al parecer me tiene miedo.. Y si no es así. ¿Por qué avanza hacía atrás? ¿Por qué huye de su destino? No lo voy a dejar escapar de ninguna manera. Cada vez mi paso aumentaba más, estaba dispuesta a alcanzarlo pero.. Una vez que lo alcance comencé a dar leves golpes en el pecho ajeno.
"-Voy a matarte, voy a matarte, voy a matarte.."
Lo repetía una y otra vez, cada vez con más fuerza, al parecer a él no le importaba en lo absoluto, me veía como un débil ser de manos sensibles ya que mis manos se comenzaban a poner rojas por alguna razón. Me irritaba su forma de miraba, se parecía tanto a la del Sombrerero.
"-No puedes ni siquiera hacerme un rasguño.. Que débil."
Sus palabras, su sonrisa. Me llevaron al límite. Extendí mi mano hacía la derecha y en ella se dibujo el gran mango de una Guadaña la cual tenía una hoja bastante larga, tanto que llegaba a cubrir más allá de mi cuerpo. Parecía un arma de plasma.. Como si fuese energía.
Sin embargo no dudé en usarla contra aquel tipo el cual..
