Capítulo 5.

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Maddy.

Termino de ponerme los zapatos,y salgo de casa.Hoy llega Tom,el hermano de Sophia,y mi padre me ha mandado a comprar algunas cosas para la comida. Tom viene para la boda,y es la primera vez que le voy a ver. Mike le conoce desde el año pasado,que coincidieron en una comida familiar que preparó Sophia,a la que yo no pude ir porque si mal no recuerdo...tenia la varicela. Sophia habla de Tom con mucho cariño.Todo lo que sale de su boca sobre él son cosas buenas. Está muy contenta de que haya accedido a ser su pareja en la boda. Sinceramente a mi me da igual. Meses atrás mi pareja hubiese sido Harry,pero ya no. No sé que coño voy a hacer con él. Quiero verle, y hablar de todo, de cómo está, y preguntarle si me sigue queriendo,porque yo sigo pensando en él como hace meses.Le quiero,y es duro,pero ya estoy harta de sentirme siempre mal por él,y sentirme vulnerable a su lado,y de las peleas...de esas peleas que ahora mismo extraño mucho... pero debo seguir con mi vida,y con esta nueva etapa,y aunque sea duro, sin él.

Entro en un pequeño supermercado que han puesto nuevo al final de mi calle. El sitio está muy bien,es un supermercado pequeño,pero con muchos pasillos y secciones. Primero, me dirijo al pasillo de las verduras.Mi padre me ha dicho que compre mucha lechuga, ya que al parecer a Tom le encanta... También compro tomates,y alguna hortaliza.

Por ultimo, voy hacia la sección de bebidas alcohólicas, y compro tres botellas de Cava,a mi padre y a Sophie les encanta el Cava...nunca lo entenderé. Está asqueroso. Mi mente se concentra en encontrar las botellas, ya que parecen estar en el lugar más recóndito de esta sección llena de botellas de distintos tamaños y colores.Sin darme cuenta, de que hay alguien detrás de mí. Siento a alguien observándome detrás mío,y me giro rápidamente para ver quién es. Espero que sea algún dependiente,y que me ayude a buscar las botellas... porque no las encuentro por ningún lado.

- ¿Quieres que te ayude Maddy?- Un Harry despeinado y con barba de dos días me pregunta sonriente. Le miro fijamente y enseguida me pongo nerviosa. La última vez que le vi fue en la fiesta, a él y a su nueva amiga,con la cual se acuesta...Jane.

Recuerdo la primera vez que todo funcionó a la perfección.

Todo era perfecto.Las peleas,los enfados,las risas,las lágrimas...me hacían sentir viva. Estaba viva a su lado. Mi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Todo era mágico. Todo era imperfectamente perfecto...

Éramos un desastre. Torpes,enfadicas,cabezones...pero cuadrábamos a la perfección. Éramos un puzzle de dos piezas,y no necesitábamos a nadie para sentirnos felices,porque estábamos juntos.

Él me apoyaba en mis sueños,y en mis planes y yo en los suyos,y todo parecía ser perfecto. Y lo era,pero tristemente las mentiras nos jugaron una mala pasada,y nos ganaron la partida. Eran como la tercera pieza del puzzle. Aquella que siempre está,pero que como no cuadra,hacemos como que no existe hasta que se hace ver, y empieza a cuadrar de una manera de mierda,repercutiendo en nuestro pequeño paraíso.

-No,gracias- le contesto mirándole fríamente a los ojos. Él no aparta su mirada de la mía y continua sonriendo.

-¿Seguro? pareces perdida.

-No,estoy bien gracias- Vuelvo a girarme fingiendo que no necesito la más mínima ayuda,pero a quien pretendo engañar. Si Harry me puede ayudar a encontrar el Cava,perfecto.No me apetece estar aquí toda la mañana por tres botellas de alcohol barato.-Bueno...¿sabes dónde está el cava?

Harry frunze pensativo el ceño y acto seguido desvía la mirada un poco hacia arriba. Se fija en un estante el cual para mí,era invisible. El estante más alto de toda la sección de alcohol. Obviamente al cual solo puede acceder gente de la altura de Harry,ya que para mí sería imposible (aun con una escalera) coger el Cava de ahí arriba.

-¿Cuántas botellas quieres?

-Tres.

Harry coge las tres botellas que le he pedido del estante y me ayuda a llevarlas a la caja.

-Quince con cuarenta por favor-me dice la cajera una vez cobra toda la compra.

Harry me sigue fuera de la tienda con la bolsa en la cual están las tres botellas de Cava. Intento quitarle la bolsa pero me aparta rápidamente y se pone a andar por delante de mí sin decir una sola palabra.

Tras cinco minutos andando por detrás de Harry sin mediar palabra con él,de repente,se echa a correr y se mete por un estrecho callejón.

-Imbécil-murmuro con una media sonrisa en mis labios. Le echaba de menos.

Empiezo a andar un poco más rápido para darle alcanze a Harry. Me meto por el callejón y le veo de brazos cruzados,de espaldas a mí,y la bolsa con las botellas está en una esquina.

-Eres rápido- le digo cuando estoy lo suficientemente cerca de él como para tocarle la espalda con mi barbilla.

Harry se gira con los ojos rojos. No por favor.

-Eres mi chica Maddy,por mucho que alomejor quieras negarlo, o por mucho que no te guste la idea de pertenecerme,lo haces. Tu hogar está dentro de mí,y el mío está dentro de tí,aquí-dice posando su mano sobre mi corazón-y deberías admitirlo de una vez por todas.

Bajo la mirada,inutilmente ya que Harry me levanta la barbilla,haciendo así que lo mire.

-Admite que seguimos enamorados,y que somos los dos un puto desastre,Pero que así siempre nos ha ido bien. Siento lo de la carta de Oxford ¿vale? siento haberte mentido,porque a partir de ese momento todo fue raro,y...y nos distanciamos,pero yo no quería eso. Dios mío Maddy te amo,eres mi pequeña guerrera,mi pequeña enfadica,mi pequeña gritona y cabezona... Te quiero,y sé que soy un hijo de puta,un maldito tonto y capullo,y que no te merezco,pero necesito estar contigo,necesito ser la pieza que falta en tu puzzle...lo necesito...

Harry coge una bocanada de aire y sigue hablando.

-Echo de menos la manera en la que te duermes cuando terminamos de tener sexo,y la manera en la que te cepillas el pelo cuando tienes nudos o enrredones-sonríe- Joder Maddy echo de menos tener una vida contigo,porque eres la única.Eres la puta única persona de la que me he enamorado.De la que he sabido descifrar su alma,por muy complicada que era,almenos para mí...

Harry posa su mano sobre mi mejilla.

-No sé en qué momento dejamos de ser uno,no sé en que momento dejamos de respirar al mismo son. No lo sé Maddison...pero te quiero besar...quiero sentirte,como hace tanto que no te siento...

-Hazlo,por favor-le pido entre lágrimas.

Y lo hace,los dos nos besamos entre lágrimas,y el beso sabe a todos estos meses que hemos estado solos,pensando el uno en el otro,y queriéndonos abrazar,y volver a poder existir de la manera en la que lo haciamos. Juntos,como si fuesemos uno solo.


Keeping up...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora