Él un tanto sorprendido se queda mirándola con aquella mirada seductora y arqueando una ceja le dice:
-Aquí el café no lo tomamos agitado, lo tomamos fuerte y caliente.
Ella cae en cuenta de la pregunta y le responde entre risas:
-Lo siento, tenía otra cosa en mente. El café me gusta con latte y caliente.Y así entre indirecta e indirecta toman el café solos, sentados en un sofá de aquella oficina y ahí estaba el anillo dorado haciéndole ruido visual a Valentina y ella le dice:
-¿Eres feliz?
Él un poco desconcertado le responde:
-Si, ¿cuál es la razón de tu pregunta?Y ella dice:
-Lo digo por tu anillo.Y ahí estaba él con apenas unos segundos de conocerse le dice:
-Soy feliz, aunque en el matrimonio siempre hay cosas que pueden ser mejor.Y le coloca su mano en una de sus piernas, con aquel pensamiento atrevido que Valentina tiene le devuelve la jugada coloca y su mano en la pierna de él y ella le dice:
-Tranquilo, todo en esta ciudad es temporal lo soy yo, lo eres tú.
Y él le dice:
-Gran frase, por qué mejor no vamos a que veas nuestras colecciones de abrigos.Y ella descaradamente lo mira y se muerde el labio inferior y diciendo:
-¿Y me los podría probar? Finalmente estoy con un experto y nadie mejor que tú podría decirme si me queda bien o no.Él entre risas asiente con su cabeza diciendo:
-Si de esa forma podré reparar mi distracción y haber arruinado tu versace, entonces sí....
Continuará
...
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Un Encuentro Afortunado en París
RandomRelato Erótico que narra la fantasía sexual de Valentina, una joven latina atractiva de veintitantos que está en búsqueda de aventuras en aquella ciudad parisina, la ciudad del amor y los amantes.