Llaman a la puerta. Me mira y voltea de golpe en direccion a la puerta, camina a paso firme y abre la puerta con cierta violencia. El sushi ha llegado.
-Buenas tardes, su pedido.- el repartidor extiende su brazo con el que toma la bolsa del sushi.
-Muchas gracias, ¿cuanto seria?- saca su billetera.
-Cuatrocientos cinco, por favor.- Erick extiende su brazo y paga.
-Muchas gracias, hasta luego.-Deja el sushi en la mesa y se retira en direccion al pasillo de las habitaciones. Tomo las copas y las dejo en la mesa junto al vino y la bolsa. Pierdo su rastro por unos minutos. Me paseo de un lado a otro frente al sillon de la sala. De pronto aparece, me mira y sin mas le dedico una sonrisa, de esas sonrisas que son adorables y a la vez tienen un secreto oculto.
-Parece que la imprevista llegada del repartidor te molesto.-
-Para nada, fue oportuna.- tira de una silla y con una mano señalandome para tomar asiento.-Por favor.-
Camino hacia la mesa y con delicadeza tomo asiento, el empuja la silla y se sienta al otro extremo de la mesa quedando frente a mi. Toma la bolsa y la rompe. Comenzamos a cenar.Pasado ya un rato de platica, conociendo razones y adquiriendo un interes comenzamos a llamarnos la atencion mutamente. Pasamos al sillon, antes de acomodarse toma un disco y lo reproduce en el equipo de sonido. Suena una de mis bandas.
-Que buen gusto-. sonrio.
-Gracias, es mi banda favorita.- se sienta un poco mas cerca de mi. -Eres preciosa Kim, de verdad eres muy linda, ademas de que eres una chica muy interesante.-
-Gracias, eres muy amable.-Un incomodo silencio invade la sala. Me levanto para recoger la mesa y me sigue detras, me dirigo con las copas sucias a la cocina y las dejo en el lavabo mientras el tira la basura, lo observo recargada en la barra, me mira y sin pensarlo se acerca a mi y toma de mi cintura, acerca sus labios a mi cuello sintiendo su aliento, no lo detengo, con una mano tomo de su cabello, me sienta en la barra y suelto un ligero gemido.
-No es tan facil, cariño indiscreto.- me lo quito de encima y me bajo de la barra. Se voltea al lavabo, camino hacia la puerta y siento como de pronto me toma de ambos brazos.
-Esto no se queda asi.- besa mi hombro. -Hasta mañana.-
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Particular
RomanceConoce a Kimberly una particular joven de 17 años que no solo es buena estudiante también es excelente sumisa sexual.