Capítulo 4: Problemas

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Ese día Natsu había entendido algo y ese algo era que no estaría solo, pero ¿por qué seguía desconfiando de la pequeña Wendy? Para él era normal que en estos momentos no tuviera mucha confianza con Wendy por la poca cercanía que ellos dos tenían, pero había algo que si no dejaba pasar...como es que esa niña le tenía mucha confianza y a pesar de su actitud seguía intentando entablar una conversación con él o algo que se le hacía muy extraño como el querer ayudarle por el mal tiempo que estaba pasando nuestro amigo el peli rosa.

Por otra parte, con Wendy, ella pues más bien estaba muy contenta de tener a Natsu ya que, tal vez no sería el que reemplazara a su hermano Mystogan, pero podía intentar tener algo más si es que lograba una amistad con el chico, pero por más que pensaba eso se reprimía a sí misma ya que aún era muy temprano a pesar de ser la única en haberlo ayudado, además de ser la que se ofreció a darle una habitación de su casa para que él se quedara. Para ella esto sería algo nuevo debido a que ella experimentaría una nueva sensación de calidez, ganas de quererla pasar todo el día con alguien y otros síntomas más como...el amor.

Pasó la noche y para el día siguiente, Natsu se estaba preparando su desayuno favorito que eran unos waffles y por primera vez trataba de preparar muchos no solo para él sino para as personas que lo habían invitado a quedarse sabiendo que podían tener problemas, pero eso no pasaría porque él haría todo para protegerlas incluso arriesgando su vida. Pasada la mañana Natsu y Wendy salieron rumbo a la escuela, mientras Grandeneey los veía y pensaba "algo me dice que tendré un yerno muy pronto" y solo se metió a la casa.

Esa mañana era muy fría y digamos que el uniforme de Wendy consistía en un suéter blanco con el logo de Fairy Tail y una falda, cosa que hacía que la chica estuviera temblando de frío. Natsu se había percatado que la estaba tiritando y tratando de abrazarse a sí misma, hasta que él suspiró y le dio una chaqueta a la chica de cabello azul.

-G-gracias

-No digas nada ¿quieres?-replicó el chico un poco fastidiado.

-¿Por qué eres así? Te lo estoy de buena forma-respondía la chica un poco enojada- te conté lo de mi hermano, sé por lo que estás pasando...te estoy dando mi amistad a cambio de qué, de que siempre seas frío conmigo, de que me mires con odio.

Natsu no contestaba a nada, se había quedado en sus propios pensamientos.- déjame en paz, Marvell-dijo haciendo que Wendy solo se quedara hecha piedra.- nunca te pedí que me ayudaras, no sabes mi maldito pasado ¿es que no lo ves? No sabes nada sobre mí, ni sobre mi pasado...no tienes idea de lo que es sufrir porque la princesa ha tenido una madre que lo ha solventado todo y que, gracias a ella, pudo salir adelante después de la muerte de su estúpido hermano.

-Él no era estúpido, él era todo lo contrario a ti...siempre estaba al cuidado de la familia-gritaba Wendy haciendo que las personas que estaban ahí la miraran con incredulidad-tú tampoco sabes nada de mí y aun así, sin conocerte te di mi amistad, te abrí las puertas de mi confianza y hasta te voy a ayudar ¡¿es que no lo entiendes?! Te dije que nunca te abandonaría y cumpliré con mi palabra.

Natsu recordó de nuevo esas palabras de la chica, se quedó hecho piedra porque prácticamente todo lo que había dicho la chica era cierto...a pesar de haber chocado ese día en la entrada de la escuela y de haberse enfadado, Wendy le dio su confianza incondicionalmente a pesar que apenas lo había conocido y de pronto apareció un sentimiento que tuvo en su pasado, remordimiento. Al peli rosa se le hizo un nudo en la garganta al ver a esa chica defendiendo a su hermano, pero no mencionó nada "los problemas no se arreglan en un día" pensó y recordó a su padre.

Wendy quería salir corriendo decirle "eres un idiota, te odio...no debí apoyarte cuando más me necesitas" pero al igual que el peli rosa no había mencionado nada, se había quedado estática enfrente de él. Quería demostrarle que no era una simple niña, que era fuerte y así lo demostró porque se quedó seria aunque con un nudo en la garganta al igual que el chico.

La chica del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora