Poesia y otras malas yerbas...

Ya no

A veces...Solo a veces me despierto en medio de la noche o cuando la madrugada se desnuda como mujer enamorada y me pregunto ¿donde estas? ¿Que estarás haciendo? Y por supuesto no obtengo respuesta.

Y no es que te extrañe. Porque No.

Y no es que quiera volver porque para volver hay que haberse ido primero y nosotros nunca nos despedimos.

Es que una gran parte de mi te dejo atrás y la otra parte aun piensa en tu voz (nunca fue sexy pero me gustaba), en el destello verde de tus ojos... en la mueca de tu boca cuando me hacías una broma y evitabas reírte...

Y no es que te extrañe, porque No.

Pero aun pienso en cerezas a la crema y vainilla y en chocolate amargo y banana splits, pienso en que siempre veíamos las películas dos veces porque en los primeros diez minutos mientras rodaba la película también rodábamos nosotros...y teníamos que volver a empezarla... y en la noche en que oficie de amante y aflojamos esa silla mientras las hamburguesas se enfriaban...porque las ganas pudieron más que el hambre...y no es que te extrañe. Porque No.

Aun no olvido que en nuestro peor momento me dejaste sola parada en medio de la nada contra el viento... pero también pienso en pochoclos quemados, en duraznos con crema, en mates lavados, y en mentiras verdaderas...

En que Alicia sigue viajando entre lunas de charla con musarañas y la sirena sigue varada...en que Bad Religion quema Los Angeles y termino por gustarme, que Héroes y Los Ramones son lo que son para mío por tu culpa y que me enamore de Bunbury en contra de tu voluntad y ahora lo odias...

y en que "blanca esperma resbalando por la espina dorsal" es más que una frase entre nosotros...

Y piensos en el cementerio de cosas compartidas por el que pasamos de largo sin dejar ni una flor, y en esas fotos horribles y en despertarme oliendo a tu cuerpo, en madrugadas piratas y en silenciosos incendios. Y en esto de restarle al nosotros y este vos y yo... y que vos con tus princesas y yo con mis sapos, y en que a vos no te importa y a mi menos.

Y que sabemos que ninguno de los dos se sienta en la estación a esperar al otro.

Y que vos muy en la tuya y yo demasiado en la mía.

Y no es que te extrañe, porque no, es que a veces te pienso, pero no te extraño.

Ya no.