THE FOREST.

Alan Jr.

—¿A donde vamos Alan?

—No lo sé, estamos a pocas horas de Sídney, pero viendo el estado de Vicky, debemos detenernos en algún lugar que sea seguro.

—Mira, hay una granja allá al fondo. Vamos hacía allá.

—¿No crees que está muy solo todo esto? Está muy escalofriante. 

—Es mejor tener algo donde refugiarnos, que no tener nada. ¿No crees?

—Vale, entraré. 

—Estaciona el auto en la parte de atrás para que no sea visible. 

—Ok, está bien.

—Vicky, ¿me escuchas, estás bien?

—Sí Ash, descuida. Solo estoy un poco mareada.

En un instante Vicky se desploma en el piso con la mirada perdida y quejándose.

—¡Vicky! Ponte de pie, vamos.

—¡Alan, apresúrate, ven... ayúdame a levantar a Vicky!

—Ahí voy, dame un segundo. Estoy terminando de aparcar la camioneta.

—Apresúrate menudo saco de músculos.

—¿Saco de músculos, es en serio?

—Pues, ¿que más quería que te dijera? Es lo que más te sobra... claro... aparte de tu belleza.

—Ash, ¿es... en serio? Puedo escucharte. ——dice Vicky——

—Ay... eh... bueno... solo fue un cumplido chiquito. ¿Tú no estás desmayada idiota?

—Pues, solo me desplomé, me siento muy débil y tengo algunos mareos. 

—Bueno, vayamos adentro de la granja. 

—No me da buena espina.

—Alan, no me digas que eres puro músculos y nada de hombría. 

—Pfs. Solo es instinto realista. ¿No te das cuenta lo oscuro y solo que está este lugar? 

—Bueno, no teníamos otra opción. Así que ve y abre esa puerta.

—Vale, ya. Además, no sabes nada de mi como para que me juzgues.

—Ese es el punto, no sé nada de ti y es mejor que en un rato empieces a contarnos más de ti.

—No hay ningún problema. Pero no puedo contarles todo, así que no exijan.

Ya dentro de la granja, tenía un aspecto antaño, con olor fétido, por un rincón se podía observar dos cerdos muertos y totalmente deteriorados. No había mucho techo, pero por lo menos era algo para refugiarse. 

—Afs, esto apesta.

—Pues, bueno, era la única opción ¿no?

—Idiota.

—Vamos para arriba. Creo que estamos más cerca al aire fresco y está menos escalofriante que aquí abajo. 

—No logro ver muy bien.

—Vengan chicas, siganme. Agárrame de la mano, Ash.

—Con gusto cariño.

—Debemos subir estas escaleras, tengan mucho cuidado.

Estando en la parte de arriba de la granja, Vicky empieza a sentirse mejor. Despejando su mente mientras conversaban los chicos. Es aquí donde empiezan las oleadas de preguntas.