Capitulo 5

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Terminamos cenando los cuatro. Maura, Harry, Niall y yo. Debido a que el Señor Horan tenía unos documentos importantes para hacer esta misma noche y Nina saldría tarde de su reunión. Pero fuera de todas circunstancias, se podría decir que la cena transcurrió de la forma más tranquila posible.

A quién mierda engaño. La bendita cena no tuvo nada de tranquila.

Básicamente los sucesos de la noche pasaron de esta la siguiente manera:

1ero: Harry me pisó el pie.

Mientras que cada uno se servía en su respectivo plato, al señorito se le dio por querer servirse del queso que se encontraba prácticamente al otro de la mesa. Para llegar a ella tenía dos opciones. Pedírmela para que se le pasara o pararse y agarrarla por él mismo.

Pero no, al chico se le dio por hacerse el tímido y decidió levantarse y estirar el brazo. Al levantarse, no se fijó donde pisaba y mi dedo meñique pagó las consecuencias de sus actos.

Lancé un grito sordo. Diablos que duele cuando te golpeas ese maldito e inútil dedo.

Mi teoría es que ese maldito dedo solo sirve para jodernos la existencia, buscando como hacerse golpear para hacernos llorar y así dominarnos a todos!

No exagero ni un poquito, lo juro.

Me tapé rápidamente la boca con una mano en un intento desesperado de que no me escuchen. Pero fue muy tarde.

Harry rápidamente levantó su pie y se disculpó rápidamente.

-Lo siento Dani. Juro que no fue mi intención, es que no te vi. Es decir, no me fijé.

-Tranquilo, no pasa nada.- Respondí mientras que le dedicaba una sonrisa tranquilizadora. Sentí mis ojos llenarse con un poco de agua, pero intenté evitar derramar las lágrimas provocadas por el dolor punzante en mi pie.

-Qué pasó?

Preguntó Maura con la preocupación plasmada en el rostro.

-Es que Harry me pisó sin querer el dedo chiquito al levantarse.

Le dije mientras que hacía ademan de que no fuese la gran cosa.

Entonces Niall estalló en carcajadas antes de preguntar.-Le pisaste su dedo-cola?

Mierda aquí vamos con los estúpidos chistes del rubio respecto a mis dedos de los pies. Burlarse de mis dedos raros era como su deporte favorito para ser honesta.

Sentí mis mejillas colorearse y me sentí impotente al no poder levantarme ahí mismo y matarlo en ese mismo instante.

-Qué dedo-cola?- Preguntó Harry, totalmente ajeno a mis raros deditos.

-Es que Dani tiene los dedos pequeños de ambos pies medio curvos, y se parecen a la cola de un monito.- Dijo mientras que se reía entre frases.

Por qué mierda no había intervención divina y le caía un meteorito encima?

Harry hizo todo lo posible para no reírse de mí y mis dedos-cola. Intento fallido ya que se podía notar a kilómetros que se moría de risa.

-Apuesto a que ahora está recto y normal después de que lo pisaste.- Dijo antes de lanzar una sonora carcajada.

Y con su último comentario, no pude evitar reírme junto con él. Tengo que admitirlo, fue chistoso. Mientras tanto, Maura, que intentaba no reírse, perdió la compostura y terminó riéndose hasta que le cayeron las lágrimas.

-Lo siento, en serio Dani.- Dijo Harry evitando mi mirada y le prestaba atención al pedazo de lasaña que contenía su pato.

-Tranquilo.- Le dije entre risas.

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