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Acabo de robar un almacén, conseguí armas nuevas y municiones, esta ciudad es un desastre, si no perteneces a las mafias eres hombre muerto...
Pero yo no, pertenecí a las fuerzas especiales juveniles del gobierno, tengo unas placas con mi identificación, así recuerdo porque mato, porque robo, porque soy esto: por mi.

Yo no peleo por otros, si lo haces es suicidio.

Ando corriendo por una avenida, me meto en un hueco y bajo por una escalera, ahora estoy segura, el drenaje es mi refugio, hay cocodrilos pero no les temo, con unas balas los mando al infierno.

La luz es poca, he perfeccionado un sistema de iluminación: varas luminosas por mis rutas.

Llegué a mi refugio y saqué las armas de sus fundas y encontré dos preciosos rifles de asalto con cartuchos llenos.

Me moría de ganas de usarlos y hacer volar por los aires los almacenes de las mafias...

Me estoy dando una vuelta por las cañerías, he escuchado ruidos desde hace un momento, no es un cocodrilo, es una persona que va a estrenar mis rifles.

Me lo encuentro de la manera màs loca posible: se avienta sobre mí, no es solo uno son varios, disparo contra ellos y el que me cae encima llega muerto, cuento los cuerpos y los arrojó al agua, me muevo en guardia, todavía escucho uno.

Tengo la mira térmica puesta,si esta cerca lo veré, y ocurre antes de lo esperado, viene corriendo hacia mi, le doy en la cara con la culata del arma y le pateo el estómago, escucho un cocodrilo, es de lo que huía.

Disparé al animal y una luz muy brillante me cegó, no solté mis armas, es mi mayor defensa.

Pronto supe de dónde viene la luz: se calló el la calle, salgo de ese lugar y me refugio para volver a acostumbrarme a la oscuridad, el chico se acerca tambaleándose.
-¡ ni un paso màs o te mato!
- espera, no lo hagas.
- regresa por donde veniste.
- ¿es Jaen Morgon?¿soldado razo de las fuerzas juveniles?
-¿quién pregunta?
- soy el cabo Jackson Miller, misión de rescate numero 57.
-¿57?
- las demàs fallaron.
- ¿escuadrón?
- 275-DWH, soldado.
- el soldado Morgon no necesita rescate.
- ordenes de mis superiores, lleveme hasta el soldado Morgon lo antes posible.
- lo tiene enfrente cabo.
- recoja sus pertenencias, un helicóptero nos recojerà en quince minutos.
-¿y qué si no lo hago?
- ordenes son ordenes, la llevaré por la fuerza.
- lo derribé hace no màs de diez minutos, no la tendrà facil.- apunté mi rifle hacia el.
- soldado Morgon, recoja sus pertenencias y muévase.
- no esta al mando.
- vengo en misión de rescate, estoy al mando y usted va a obedecerme.
- mi superior esta muerto, y su superior también, no haré caso a otro soldado.

El chico encendió una bengala y lo pude ver: alto, robusto, como de dieciocho años, con armamento completo.
Aventó una granada de gas y me cubrí la cara, corrí hacia la derecha, llegué a mi refugio y agarré mis armas y todo lo necesario: las alcantarillas ya no eran seguras, nada era seguro ahora.

El chico llegó y aventó otra granada, el gas llegó pronto a mis pulmones y traté de huir, dí algunos pasos y caí al suelo, avancé otro poco y caí definitivamente, sentí sus manos cargarme sobre sus hombros, ya me lleva, a dónde no sé.

Escuché ruido de helicópteros y luego sentí aire.
Me estaba llevando con el.

...

Desperté en un cuarto gris, no es la ciudad, puedo sentirlo.
Mis armas no las veo, seguro se las llevaron. Lo puedo ver por un cristal, ya no trae todas sus armas.

Lo puedo ver, el me puede ver, se ve placer en su cara, no entiendo para que estoy aqui; esta entrando, se acerca.
- tienes caracter.
...
- no te podràs mover ni hablar hasta dentro de unas horas.
...
- ahora estas bajo mi mando, seràs buen segundo al mando, o quizà enfermera... Ya lo veremos.

MATA O MUERE: SUPERVIVENCIA DEL MEJOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora