VOl. I

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Y bueno.. acá estoy, tomando mi taza de café mientras me fumo mi cigarro, sentado en la mesa de mi lindo y gran comedor. Sentado al lado de mi buen amigo el Sr. Viejo.

Me gustaría contarles que mi historia comienza esta noche de luna llena, pero los voy a desilusionar. Esta historia comienza justo el momento en el que nací.. no mentira, no comienza justo ahí. Ahora si, vamos en serio.

Todo comienza una mañana de hace 3 años, una mañana como cualquier otra. Mi mente no recuerda bien si era Sábado o Miércoles. Pero ese dato es algo irrelevante en todo esto, o por lo menos eso creo yo. Una mañana como cualquier otra, no? Empiezo mi rutina como todos los días, despertando cerca de las 12 del mediodía para poder almorzar y desayunar al mismo tiempo. Al levantarme siento esa necesidad de entrar en modo cadáver que te deja mirando un punto fijo por varios minutos hasta que el cerebro decide despertar al fin. Pongo en funcionamiento mis piernas para poder dirigirme al baño para satisfacer mi necesidad de mear después de una larga, larga, larga noche de sueño y retención de líquidos obligada. Al terminar, conecto la TV para poder mirar la escoria de lo que pasa en el mundo de porquería en el que vivo. Creo que no hace falta resaltar mi odio hacia el mundo entero.. si, lo odio. Mientras mi oído se pierde con el ruido de la TV, mi cuerpo se queda en la cocina, abriendo y cerrando la heladera buscando que comer. Después de varios minutos, opto por almorzayunar café solo.. como todos los putos días de la semana.

Al terminar mi primer café del día, me decido por bañarme y.. no sé porque estoy contando todo mi día como si fuera algo que aporta a la historia. Creo que solo los hace ver que clase de mierda humana soy, o no? Vamos al grano, si les parece. Y si no les parece, poco me importa.

Ese día, tan común y corriente, golpean la puerta de mi casa, convirtiendo mi día en uno raro, porque nunca escucho que golpean esa puerta. No soy una persona muy sociable.. es mas, no tengo amigos. Tampoco tengo pareja, por ende nunca tengo visitas. Estoy constantemente solo 24-7. Pero mi mente pensó que era la policía que fue llamada por los vecinos al ver todo y todos los días las cortinas de la casa cerradas. Y si, odio la claridad.

En fin. Al abrir la puerta, un hombre viejo vestido de traje, me empuja y pasa sin decir ni "hola". No pude evitar pensar en donde carajos quedo el respeto y la educación hoy en día (Así estamos también). Al darme vuelta para ver al viejo raro, llego a ver mi reflejo en el espejo y juro que esa cara fue muy chistosa, primera vez que veía esa reacción en mi cara. Pero creo que me estoy desviando del tema, no? Si me fui para los detalles. Perdón, la costumbre.

Como seguridad tengo un bate al costado de la puerta, por si algún día llegara a pasar lo que tanto espero que pase. Al querer agarrar ese bate, me doy cuenta que no esta, el viejo desgraciado se lo llevo cuando paso. Pero eso no lo es todo, el muy desgraciado se atreve a preguntarme si lo que el tiene en su mano es lo que estoy buscando. Sigo insistiendo que ya no hay respeto en el mundo por nadie (POR NADIE!).

Al ver que tiene mi bate y mi única arma de defensa en su poder, no se me ocurre otra cosa que preguntar, de buena forma, obviamente:

-¿Que mierda quiere en mi casa? Malvado viejo desgraciado sin respeto.

El viejo se dio vuelta y me miro de arriba abajo, como si me fuera analizar. Al terminar su análisis me dijo que solo quería tomarse un café conmigo. Lo cual fue muy raro, pero no me negué, o sea, amo el café. Quiero morir tomando café.

Al sentarnos en la mesa con nuestros cafés ya listos, el comienza a hablar.. no me acuerdo bien de lo que estaba hablando porque estaba muy bien enfocado en mi taza de café y su rico, rico, rico olor. Pero llamo la atención de mi mente cuando de su boca escupió:

-Te conozco mas de lo que vos te conoces, pibe.

En ese momento, mis ojos sacaron de foco la sexy taza de café para posicionarse en su mirada arrugada y fría. Esa mirada si que daba miedo, todavía me sigue dando miedo.

No pude evitar tratar de recordar si me mande alguna cagada de la que me haya olvidado por un leve estado de borrachera. Pensé en que era un detective, de esos de los que están en la películas. O que era un extraterrestre que su planeta me estaba estudiando para poder ser su líder, y así conquistar el mundo con mi ayuda. Pero si, la imaginación no tiene hora para volar.

Mi cara no debe de haber sido muy expresiva, porque agrego:

-Aunque no te veo muy asustado, no es la intención. Solo soy una compañía.- Ay perfecto, alguien lo contrato para que joderme el dia

-Mira, no sé quien te pago para que vengas y golpees la puerta de mi casa, entres, te sientes en mi mesa a tomar mi café y me hagas "compañía". No tengo nada en contra de la homosexualidad, es mas, los apoyo.. no literalmente.. pero creo que me hago entender. No soy esa clase de persona- Conteste pacíficamente-.

-Sabia que ibas a dar esa contestación pelotuda. Un clásico en vos, flaco- agrego muy sutilmente-. No soy esa clase de compañía, campeón.- Al escuchar eso, me tranquilizo la mente, al saber que no voy a tener que buscar al don nadie para romperle el bate en la cara.

Aclarado el tema de la compañía mal interpretado, seguimos hablando como si nos conociéramos desde antes. Como si nos conociéramos desde siempre. Mientras mas hablábamos, mi mente mas se perdía, y no sabia donde encontrarla. Conocía cada detalle de mi vida, cada recorrido, cada amorío y cada borrachera. Dejo en claro que era un conocido de la familia, la cual había muerte hace vaya a saber cuantos años. Ese trágico día yo estaba tomando mi matecocido en la casa de mi tía, solo recuerdo eso. Después de eso.. es todo negro.

Antes de terminar la conversación, agrego que golpeo la puerta por un pedido de mi padre, y que estas situaciones van a seguir ocurriendo hasta que el viejo viva.

En este punto mi mente ya colapso por completo, tratando de encontrar una respuestas a todo esto.

Me dio las gracias por el café, se levanto, se despidió y se fue como si nada hubiera pasado. Bueno, para él no paso nada, el que no va a poder dormir esta noche, por culpa de la lluvia de pensamientos, voy a ser yo.

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