Y volvemos al principio de la historia mis queridos acompañantes de aventuras. Volvemos a mi gran salón, junto con mi taza de café y mi cigarro. A mi lado, aun lo tengo sentado al Sr. Viejo, pero esta clase de amistad forzada, ya no es la misma que les conté desde un principio. Ya no hablamos. Ya no compartimos nuestras voces, solo las guardamos para nuestra mente que se sienta en el medio del sonido del silencio, tapada por la oscuridad que allí habita.
Seguro van a estar un poco perdido por esta parte de la historia, pero no se preocupen, ahora voy a narrar lo poco que queda.
Luego de que aquel policía le hiciera un agujero a mi pierna, fui arrestado acusado de varios homicidios calificados. Mientras era llevado al hospital por mi herida de bala, no pude evitar pensar en todo lo que había pasado las semanas y meses anteriores. Hasta a mi mente le era difícil encontrar un explicación lógica a todo esta loca historia, pero para mi desgracia la encontré.
Luego de mi recuperación, fui puesto frente a la justicia para ser condenado por los actos de horror que mi persona había llevado a cabo. A la hora de hacer mi declaración y descargo frente a la juez y el jurado, logre convencerme al fin de lo que había sucedido. Tanto la juez, como los abogados de las victimas y el jurado, no podían comprender como lo que yo estaba narrando con tanta seriedad podía ser real, pero lamentablemente, cada palabra que yo expulsaba, lo era. A mi igual me hubiera gustado pretender que todo esto era solo una mentira, o una clase de juego. Narre cada detalle de cada noche que lleno mi cuerpo de sangre ajena a mi persona. El horror en las caras de los presentes no tenia comparación, pero la juez se daría cuenta en mi honestidad al contar los hechos que mi mente estaba perturbada, destrozada, por lo que me haría todo un tratamiento psicológico antes de cerrar mi sentencia.
Al pasar los días, los exámenes ya estaban listo y me tocaba ver a la juez cara a cara una ultima vez. Cuando ella y el jurado terminaron de leer mis resultados, me dieron la opción de como me declararía yo antes de escuchar su respuesta final. Me declare culpable del cargo de los homicidio calificado de setenta personas en lo largo de dos años y medio. La juez y el jurado hicieron lo propio. La sentencia fue cantada para un encierro de por vida, pero no en una cárcel común y corriente, me encerrarían en esta maldita mansión de locos. Maldito lugar donde las visiones no llegan mucho mas allá de nuestros ojos o no sobrepasan la mente. Donde las larvas hablan sin hablar, donde perdemos la mirada y nos hacemos ciego sin perder la vista. Donde torturan nuestra mente, dejándola sin palabras coherentes. Sin energías de ser un poco profeta.
Costo entender en mi coherencia que los homicidios fueron completamente mi culpa. Costo entender que los personajes que yo creía que me habían acompañado en cada una de mis horrorosas aventuras, no existían. Solo existían solo lo hacían para mi, pero para la realidad no. Un estado de soledad absoluta y aislamiento de mi mente, fue lo que genero a estos sádicos personajes que yo creía existentes, que creía reales, pero tan solo era yo, era una parte escondida de mi que se libero junto con el odio que venia acumulando desde que la conciencia apareció en mi vida.
Por un momentos de mi vida llegue a creer que tenia amigos, pero, lo repito, solo era yo, yo fui mi propio amigo. Mi propio cómplice en esta sádica historia. Lo único cierto es que mate, y que mate gente que de verdad conocía, que de verdad alguna vez quise. Viejos conocidos que me dieron las espaldas en los días de mi cordura, la cual hoy brilla por estar ausente en mi mente. Cordura que me dejo cuando deje de escribir canciones que nunca nadie compartió. Pero acá estoy, acompañado de diez mil locos, tal vez mas. No tengo contacto con ellos, por el motivo que los ataque de locuras se hicieron mas fuertes y constantes a causa del tratamiento de electrochoques. Mi mente se bloquea de un momento a otro y comienza a lastimar a quien tenga en frente. No puedo controlar esa parte de mi, me gustaría poder hacerlo, pero mi vista se vuelve nula y mi cuerpo libre.
ESTÁS LEYENDO
El Ultimo Café
Mystery / ThrillerNunca sabemos el ¿por qué? de las cosas, la vida solo pasa, solo la vemos pasar como si no fuera nada. Pero para algunas personas, el mundo es diferente con compañía de algún que otro loco. Una victima, un Viejo, un fotógrafo, un lector y la mujer d...