Jugando con fuego [BORRADOR]

[3]

— Llegas tarde —Comentó irritada.

— Perdón. Se alargó el trabajo —Tomó asiento a un lado de ella.

Hinata frunció el ceño y continuó bebiendo de su café.

— ¿Cómo te fue en la entrevista? —Preguntó curioso Naruto. Hinata inmediatamente gruñó molesta—. Supongo que mal —Bromeó.

— Nada que no hubiera podido manejar —Apartó la taza y apoyó su mentón en su puño—. Sólo que odio que me expongan tan descaradamente.

— ¿Salieron bien la fotos? ¿Me vi sexy? —Sonrió encantadoramente mientras posaba galante.

— Tenías el zipper abajo —Respondió.

— ¡Mierda, en serio! —Exclamó dramáticamente—. Mierda, se van a burlar de eso un buen rato —Maldijó.

— Bueno —Suspiró—. Ahora todos saben que somos pareja —Ladeó el rostro desinteresada—. Va... bien...

— ¿Cuál fue la reacción de Sasuke? —Cuestionó ligeramente interesado.

— Mala. Terminamos peleados —Soltó un suspiro frustrado. Comenzaba a pensar que no había sido buena idea este trato—. ¿Cómo te fue con Sakura? —Regresó la mirada.

— Mal. Me exigió que terminara contigo, aunque no por la razón que yo quería —Hizo una mueca—. Sakura siempre ha sido mimada y consentida. Sus padres son grandes empresarios en la industria así que desde siempre le han dado todo lo que quiso. No le sentó bien nuestra relación "seria" —Se mofó de esa palabra—. Está acostumbrada a que salga con una chica un mes y luego la bote. Tiene... cierta dependencia obsesiva hacia mí.

— Ya veo... —Rodó los ojos, por alguna razón no le sorprendía que Sakura fuera una persona muy caprichosa—. Supongo que las cosas avanzarán lentamente

— Así parece —Cerró los ojos, disfrutando del gozante silencio que reinaba en la cafetería. Había poca gente y la melodía que se escuchaba por las bocinas le calmaban los pensamientos.

— Si será así, entonces tengo que saber más sobre mi novio —Le dio otro sorbo a su cafe. Alzó la mirada y lo vió fijamente—. Lo único que sé de ti es que te llamas Naruto. Hijo de grandes actores de antaño y que tienes veinticinco años. Lo demás, lo desconozco —Se sintió una estúpida al mencionar a los padres fallecidos de Naruto, pero trató de ocultar sus nervios bajo una capa de seguridad y frialdad.

— Mmmmns... —Lo pensó. Realmente no había mucho que decir. O más bien, no sabía qué decir—. Soy de Arizona. Tengo un perro llamado Kurama. Hijo único. Incursioné en el mundo del espectáculo desde muy temprana edad. Tuve una educación muy estricta desde niño. Soy cristiano de conveniencia. Odio lo salado. Me gusta irme de fiesta seguido. Eh, qué más...

— No, eso no. Tus gustos —Negó con la cabeza.

— ¿Mis gustos? —Lo meditó con más profundidad—. Odio las cosas saladas o muy dulces. Prefiero el calor. Me gusta mucho la comida rápida. Casi siempre estoy ocupado y por ende no tengo tiempo, así que comencé a tener cierta fascinación por las sopas instantáneas. A ver... qué otra cosa más... ¡Ah, me gusta mucho ejercitarme y me gusta la jardinería! ¡Odio rotundamente los mariscos y las cosas melosas!

— Supongo que con eso basta —Apoyó el mentón en su puño y se concentró en observar el humo caliente que salía de su taza de café.

— ¡Te toca!

— Mmmmns... —Lo meditó. Había tantas cosas que decirle acerca de ella que no sabía cuál contarle. Además, no se sentía complacida con que Naruto supiera de su vida privada. No le parecía agradable que se enterara de cosas que sólo conocía Sasuke. Eran cosas que siempre ocultaba, o más bien quería darlas por inexistentes—. Tengo veintidós. Tengo doble nacionalidad. Soy originaria de Tokyo. Madre estadounidense, padre japonés —Ante este dato Naruto no pudo evitar abrir los ojos sorprendido—. Viví desde muy niña en Michigan con mi madre. Después de unos años nos mudamos a New York donde finalmente nos asentamos. Curso la universidad. Amo la lectura. Añoro poder tener un tiempo muerto para poder descansar. Detesto el calor, prefiero los climas helados. Como hobby prenso flores. Amo lo dulce. Me encantan los rollos de canela. Detesto la farándula y me gustaría cantar una canción propia en el escenario —Terminó.