Capitulo 1

66 4 2
                                    

Reconocí esa mirada, era la misma sonrisa, el mismo tono de voz, tan cálido, tan dulce...

Se acercó a mi, cada vez más, sin dejar de mirarme, penetró profundamente sus ojos brillantes en los míos, y mi corazón empezó a latir sin parar, ¿por qué me causaba esa sensación? ¿estoy nerviosa? ¡oh dios mio! ¡mis manos están sudando! ¿que me pasa? cada vez que se acercaba yo retrocedía lentamente como si quisiera alejarme de él, pero al mismo tiempo como si quisiese mantenerlo cerca, ¿por qué? no estaba segura de saber la respuesta.

Hasta que me mantuve quieta, totalmente petrificada, extasiada y nerviosa, senti el calor de mi sangre que ruborizaba no solo mis mejillas, sino todo mi ser, yo sabia que él podía sentir mis latidos y mi calor, así como yo podía sentir su latido sereno y su perfume maderoso y su olor a tabaco, hasta que la distancia entre nosotros desapareció, estábamos muy cerca uno del otro, nuestros cuerpos estaban acalorados y nuestros labios se unieron en un beso bajo el puente del que no sabia su nombre.


***

Nos conocimos en internet, y llevamos casi un año de hablarnos, nuestras charlas son muy amenas siempre, me encanta hablar con este chico, porque con él puedo hablar de todo, de música, de familia, de cine, hasta de libros, en ocasiones cuando no tengo muchas tareas que hacer nos texteamos hasta la madrugada. 

Recuerdo la primera vez que nos vimos en Skype, me quede azorada al verlo, debo admitir que es un chico realmente apuesto, aunque un poco megalómano. 

Tal vez sea una locura, pero en verdad quiero hacer este viaje, no solo para conocerlo a él, sino porque quiero vivir esta experiencia, viajar al otro lado del oceano, conocer personas, y probar todo lo más que pueda, sé que mis padres no estarán de acuerdo, pero eso tampoco me importa, desde hace un año he estado ahorrando para esto. En la universidad soy una buena estudiante y mis padres están orgullosos de mi, aunque saben bien que estoy un poco loca y que soy impulsiva  y  siempre hago lo que quiero y desde luego esta vez no será la excepción, estoy decidida. Usaré ese dinero. Viajaré. 

Fui al aeropuerto para preguntar precios de vuelos para Italia, pero en realidad están por los cielos, si podría pagarlo, pero debo tener alguna reserva por si algo sale mal, no me puedo ir así, Stefano dijo que me hospedará en su casa y que no gastaré en nada, pero no puedo confiarme demasiado, así que ayer estuve buscando en Facebook y encontré una página, que se llamaba "vuelos a Italia" , llamé para preguntar el precio del boleto y la fecha más cercana. 

El boleto para el 7 de julio le cuesta 748 euros si lo compra dentro de estas 24 horas, porque como sabe es temporada alta y los precios con otras aerolíneas llegan a ser incluso el doble de la que yo ofrezco, yo le sugiero que no lo piense demasiado o el precio puede disparse...- dijo el hombre de acento italiano. 

¿y si es un fraude?

Tengo que arriesgarme.

Y eso hice.

Le hice una transferencia bancaria esperando que no me timara, y si así era ya no podía hacer nada, habría perdido todo aquel dinero que no había gastado en meses y sería el resultado de mi estupidez, y por ello tenia que aceptar las consecuencias.

Eres tan impulsiva, ¿lo sabias?

Quizá...

El hombre no se comunico conmigo en dos días, no me respondía las llamadas , yo no lograba dormir y no dejaba de maldecir mi ingrata ingenuidad. 

Por otro lado tampoco no quería decirle nada a Stefano, que todos los días me preguntaba ¿como va todo? ¿has conseguido los boletos?. Eso me ponía aún más nerviosa. 

Hasta que mi celular sonó. Era número desconocido. 

¿señorita Camila? Buenas noches y disculpe por la demora, pero tuve algunos problemas familiares, mi madre estaba en el hospital y justo el dia que usted me hizo el deposito me avisaron que el precio había aumentado casi al doble, pero finalmente logré que me respetaran el precio, así que no se preocupe de nada, su lugar esta reservado.

¿era posible? 

¡Dios mio, no sé si creerlo! 

¡italia, italia! 

Muchas gracias...estaba muy preocupada, llegué a pensar que...

Que todo era un fraude ¿no? - dijo el señor riendo. 

la verdad si...- dije sincera. 

le agradezco mucho su confianza, le acabo de enviar el recibo de los boletos a su correo.

¡Stefano, tengo los boletos! 

No veo la hora de vernos, mi corazón late al mil...-me  respondió entusiasmado.

También tenia otro amigo italiano, con el que llevaba aproximadamente ocho meses en comunicación, nuestra relación de amistad fue siempre virtual, y mientras que para mi todo esto parecía extraño, para Simone y para Stefano parecía la cosa más normal del mundo.

Simone dijo que iria por mi al aeropuerto, así que le dije a Stefano que nos veriamos en Firenze, afuera de la estación Santa Maria Novella. 

Cuando llegué al aeropuerto, busqué mi aerolinea y el vuelo, cuando llego mi turno me pidieron mi pasaporte. 

Señorita, disculpe, pero su nombre no está en la lista de pasajeros...

Sentí que mi corazón se salía de mi pecho.

¡Noooooo! 

¡esto no puede estar pasando!




***

¿logrará Camila llegar a Italia?




BesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora