Capitulo IV

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Un riquísimo olor invadió las fosas nasales del vampiro despertandolo. Al hacerlo, su pequeña pancita sonó.

Algo dormido pero manipulado por el hambre, se levanto de la cama y comenzó a caminar guiándose por el olor. Sin embargo, detuvo su paso al llegar a la sala y escuchar la melodía creada por un piano, gracias a esto sintió un escalofrío.

Ese es Angel-chan.

Siguió su andar para tener una mejor visión de la sala, notando que no hay ningún piano en este, sino que era un reproductor de música quien brindaba esa melodía tan conocida para él. 

Retrocedió unos pasos encaminándose a la cocina, donde encuentra a la chica quien emplataba su desayuno mientras movía su delicada figura al ritmo de la lenta canción, como si estuviera desarrollando una simulación de vals. Para los ojos del chico, la joven se veía adorable, llevaba su pijama y su cabello semi despeinado le daba su toque de ternura. En la cabeza de la joven descansaba el bonito hurón blanco, que al percatarse de un tercero en la habitación, le fue inevitable abrir sus ojos para ver al erizo que poco le agradaba.

-Listo-exclamo la chica contenta. Tomo su bandeja y se encamino a la salida-Hump-detuvo su paso para ver al erizo-Buenos días, pequeño. Despertaste a tiempo-emprendió de nuevo su andar, seguida por el animal, hasta llegar a unos sillones, enfrente suyo había una mesita, fue allí donde deposito la bandeja. Tomo un pequeño plato en el cual había pequeño cubitos de queso, que al parecer del vampiro, eran de muy agrado para el hurón, debido a que apenas la chica dejo el plato en el suelo este fue corriendo para tomar uno. 

El erizo se acerco al plato con la intensión de tomar un cubito de queso que tanto le gusta, dio casualidad que el cubito que tomo es el mismo que agarro el hurón. Este último soltó un gruñido mientras tiraba la porción de queso para su lado, el vampiro no se quedo atrás y repitió el mismo acto que el animal.

-Oigan-elevo la voz la chica, pero no fue escuchada. Tomo el control del reproductor de música y lo apago, dejando solo como sonido los gruñidos de los animales-¡Oigan!-exclamo molesta llamando al fin la atención de los presentes. La chica, con cuchillo en mano, tomo el pedacito de queso cortándolo a la mitad y repartiéndolo entre estos-Y no peleen más-soltó un suspiro mientras sonreí-Rayos. Parecen hermanos-rió levemente. 

Siguió con su desayuno.

El vampiro miraba a la chica con atención ante cada acción que realizaba. En su mente vagaba sus palabras dichas.

¿Hermanos?. Que niña tan rara.

Dejo de observarla al verse interrumpido por una fuerte mirada que lo ponía tenso. Giro su rostro para encontrarse con la afilada mirada del hurón que logro asustarlo.

¿Tantos celos puede sentir una mascota?

Unos golpes provenientes del otro lado de la puerta de entrada, interrumpieron el asesinato mediante contacto visual y el desayuno.

-Que raro. ¿Quien será?-

La chica dejo su plato y se encamino a la puerta, donde los golpes se volvieron a ser presentes.

-Ya voy-anunció dulcemente.

Una vez enfrente, lo abrió, dejando a una chica sorprendida.

-No puede ser. Tu eres Licht Jekylland Todoroki-exclamo feliz. 

El pelinegro observo a la chica, quien por unos instante, quedo hipnotizado ante su mirar verdosa que era cubierto por un ligero brillo ante la presencia del chico.

-Amo la manera en la que tocas el piano, es tan único y hermoso-comento con un ligero sonrojo en sus mejillas.

-Gracias-

Wow, es muy frívolo.... Eso lo hace más sexy.

-Oye-el pelinegro paso su mano cerca del rostro de la chica atrayendola a la realidad-¿Has visto a un erizo?-

-Hump-

Su rostro expreso cierta tristeza pero lo disimulo con rapidez.

-Así que es tuyo-susurró-Espérame un segundo-

Les dio la espalda y se encamino hacía el pequeño comedor donde el erizo estaba tomando agua mientras el hurón estaba en el suelo con su panza sobresalida, se encontraba llena por comer muchos cubitos de queso que a penas podía hacer los intentos de respiros.

-Tonta, comiste mucho-

Sus manos se dirigieron al erizo, que lo tomo de sorpresa. Este la miro una vez que lo acomodo mejor en sus brazos. Sin decir ni una palabra se encamino nuevamente hacía la puerta, donde el vampiro visualizo a su Eve y donde también le fue inevitable que un escalofrío no le corría la espina dorsal.

-¿Puede ser este?-

El pelinegro contuvo sus ganas inmensas de golpear al vampiro hasta que arruinara por completo su inmortal vida, se acerco a la joven, tomo delicadamente al animal y.... esperen.... El animal no se despega de la chica, con sus dientes sujeto con fuerza un pequeño pedazo de la remera de la chica. El joven volvió a tirar levemente del animal sin éxito.

-Emm.... Juro que no le hice nada-justifico la chica nerviosa.

Tironeo nuevamente pero con más fuerza, pero sin éxito.

El hurón, estaba en el zaguán de la habitación de su dueña, observando la situación que la molestaba. 

Como pudo, corrió hasta llegar a la chica, subió agilmente hasta llegar al hombro de esta, y con mucha fuerza se tiro encima del erizo, proporcionando un golpe seguro y certero que logro que este soltara a su dueña.

-¡Nina!-regaño la chica tomando a su hurón.

Licht aprovecho la situación para tomar al erizo.

-Lamento lo que hizo-

-No hay problema. Supongo que ayudo en la situación-

Es obvio, no lo quiero aquí.

-Gracias-la chica dirigió su mirada al joven pelinegro-Por cuidarlo-se volteo dándole la espalda-Te deberé una-y sin más emprendió su camino, pues iba a desquitarse con el vampiro.

-De nada, supongo-susurro extrañada.

Miro unos segundos al chico para luego adentrarse nuevamente a su habitación. El pelinegro freno su paso y giro su rostro para ver a la chica sobre su hombro pero ella ya no estaba, por lo que siguió su camino.



-Nee.. -la chica giro a ver a la sombra-¿No era que volverías hoy a la noche?-

-¿Acaso no puedo adelantar mis asuntos?-

La peliverde se encogió de hombros.

-¿Quien sabe?, allá tu-esta camino hasta llegar al sillón y sentarse para proseguir con su desayuno.

-No te creía de esas chicas que dejaban que cualquier hombre se acueste en su cama-

-Oye, no me miras de esa forma. Yo no soy así-le dio un sorbo a su té-Estaba en su forma animal, abuso de su kawaiicidad-

-¿Kawai...?-se interrumpió-Olvídalo. De todas formas, no es escusa-

-Tranquilízate, ¿quieres?. No me hizo nada, y si lo hiciera no estaría respirando tan fácilmente-

Un fuerte ruido sonó en la sala, sin embargo no provenía de ahí. Sino de la otra habitación.

-Sé nota que le están dando duro-

La sombra al notar las perversas intenciones de la chica en esas palabras, se le acerco y la golpeo fuertemente en la cabeza.

-Deja de pensar en eso, baka-

Del otro lado de la habitación, un ángel, demostraba su odio a su Servamp mediante patadas. A pesar de que el vampiro pedía ayuda, ninguno de los que lo rodeaban tenían las ganas de averiguar como serían las patadas de aquel ángel-chan.





















Soledad - Servamp  #ServampAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora