•10: "Aterradores cambios"

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Al llegar a cierta edad, las cosas empezaron a cambiar para ambos

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Al llegar a cierta edad, las cosas empezaron a cambiar para ambos. Mi lindo Yuuri, lo dejé atrás sin quererlo, y la zanja de la edad empezaba a verse más remarcada. A demás, si yo no entendía con claridad lo que sucedía, mi pequeño bebé mucho menos, y eso nos hacía daño a ambos.

Nuevamente, el lazo puro que nos ataba, causaba estragos en nuestra manera de vivir. Y si hubo un momento donde pensamos que ya podíamos controlar el lazo, estábamos realmente equivocados. Esto sólo era el comienzo.

Mi bebé, mi Yuuri, mi pequeño cerdito. No pudiste entender, no pude explicar, que en ningún momento quise adelantarme a ti.

 No pudiste entender, no pude explicar, que en ningún momento quise adelantarme a ti

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Ese día estaba llendo de maravilla. Había tenido mis clases privadas luego de un desayuno deliciosamente preparado por Hiroko con ayuda de Yuuri, luego había ido a un par de horas de ballet con una Lilia que estaba de especial buen humor, y finalmente tuve un extenuante entrenamiento con buenas noticias. Entraría a competir en Junior éste año, una sorpresa total, ya que la edad mínima es de 13 años y yo contaba con 12 aún.

Aún recordaba el rostro de profundo orgullo de Yakov al decirme que veía un gran futuro para mi, que siempre lo ha hecho. No pude evitar abrazarme a su robusto cuerpo y agradecerle un millón de veces. El incluso me devolvió el abrazo.

Y sentado sobre la banca, agotado y sodoroso, no podía quitar mi cara de ensoñación. Yuuri me envió sus buenas vibras a través de nuestro lazo y sentí que tenía mi día completado.

Oh, bueno...

A unos metros de mi, Levka y Aloysha cuchicheaban en voz alta al rededor de una mochila. Al quedarme mirando curioso, mi compañero Levka me saludó con su mano y me invitó a acercarme a él.

Así lo hice, les saludé a ambos castaños y me senté a su lado. Levka giró emocionado en mi dirección y me acercó su mochila, que en realidad, tenía una curiosa revista escondida.

-¡Es el nuevo número, mi hermano mayor me la prestó un rato! ¿A qué no es genial?-Aloysha asintió y yo sólo les lancé un guiño con un...

-Por supuesto.

Hecho a la medida • Victuuri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora