•15: "Existir"

3.2K 519 111
                                    

A veces, cuando te veía a lo lejos, ensimismado y lejano a la realidad, me daba miedo tocarte, me daba miedo que no fueras real, que desaparecieras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A veces, cuando te veía a lo lejos, ensimismado y lejano a la realidad, me daba miedo tocarte, me daba miedo que no fueras real, que desaparecieras... Me daba miedo que fueras tan frágil, que pudiera romperte con un soplido, y mi corazón lanzaba ventarrones sin quererlo. No entendía, finalmente, como es posible que incluso existieras.

Y luego me sorprendí a mi mismo pensando a cerca de mi, y de la manera en que no encontraría alguna otra forma de vivir sin ti. Que mi destino había sido vivir contigo, y para tí, y que si tú no existieras, yo con toda seguridad, no existiera tampoco.

La primera vez que asistiría a una presentación sobre hielo que no fuera la de mi equipo propia, o la de mis padres sería a la de mi bebé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La primera vez que asistiría a una presentación sobre hielo que no fuera la de mi equipo propia, o la de mis padres sería a la de mi bebé. Una verdadera pena que no haya podido asistir a la primera, pero ese revoltoso onceañero me había prohibido, en palabras exactas "Ir a alguna presentación sin su permiso" y sobre todo "Hasta que sea completamente perfecto"

Y aparentemente ese día había llegado.

Yuuri había partido muy temprano esta mañana, y yo tan sólo tenía mis clases privadas media mañana y estaba inusualmente libre toda la tarde, hasta que el reloj anunciara las 7 y tuviera que correr hacia la pista para observar la presentación del grupo de Yuuri.

Irina quien se encargaba de mis clases particulares, se encargó de mi durante la mañana. Reprendiendome por no hacer los deberes de matemáticas que había dejado la semana pasada.

Luego almorcé en compañía de Sasha. Quien se había ofrecido a cuidarme durante la tarde mientras Hiroko acompañaba a Yuuri todo el día en la pista.

Mi madre no se encontraba en la ciudad por esta semana, y había llorado a mares al no querer perderse la presentación inédita de mi bebé. Mi padre, sin embargo, aún estaba fuera, y junto al señor Toshiba no serían capaces de regresar sino hasta otros meses más, y luego -anhelamos- tener unas largas y merecidas vacaciones... Mientras ningún negocio o circunstancia con algún socio se presentara, claro.

Sasha realmente no se mostraba entusiasmado de escuchar los comentarios melosos de un adolescentes de 16 años. Estaba casi seguro que me estaba ignorando, y que la mayoría de respuestas eran vacías y al azar, sin embargo seguí dando rienda suelta a mi lengua para lanzar chillidos

Hecho a la medida • Victuuri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora