Prepárate para sentir, amar, reír, pensar, odiar, temer, dudar y alimentar tu alma durante todo el año con 365 Microcuentos.
Cada relato aporta inspiración para el espíritu y la mente para abordar lo cotidiano con una mirada nueva. U...
- ¡Lo tengo! -gritó, súbitamente, dando un fuerte golpe a la mesa con sus manos y poniéndose de píe bruscamente- ¡Disculpa, pero tengo que irme!
- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Ya te aburrí?!
- No, no, no, nada de eso; pero tengo que trabajar.
- ¡¿Hoy?! ¡¿No pudiste inventarte una excusa mejor?! ¡Es primero de mayo! ¡Todo está cerrado! ¡Nadie trabaja en el día internacional del trabajador!
- De verdad. Discúlpame; pero recuerda que soy escritor -balbuceó, apresurando las palabras y recogiendo sus cosas-. Y el arte no tiene fecha, hora ni calendario. Justo ahora, se me acaba de ocurrir una grandísima idea que podría convertirse mi próxima novela, así que tengo que irme a escribirla mientras que esté fresca, no quiero que se me olvide, lo siento mucho... adiós... Te llamo luego, lo prometo.
- ¡Espera! ¡¡¡Ugh!!! -bufó, enfurruñándose-. ¡Todos son iguales! ¡Más nunca vuelvo a salir con un escritor!
Fin.
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