Para André, David y Oliver: Gracias por la bici, las alas y por el empujoncito para aprender a volar.
Y mi agradecimiento para Tato, el mejor del mundo mundial.
- Rolando.
Para mis padres, por todo su esfuerzo y dedicación, enseñándome siempre a volar.
Y a Saskya, por acompañarme en el vuelo, pero ayudándome a mantener los pies en la tierra.
- Tato.
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La Bici Que Vuela
Espiritual30 páginas que cambiarán tu vida. Vas a leer el libro más bonito del mundo. A través de maravillosas ilustraciones, nos narra la historia de Alex, un niño de 6 años que tiene una extraordinaria relación con su padre y cuyo máximo en la vida es anda...