Nuestro amor era intenso y adictivo.
Siempre me hizo daño, su cuerpo era un veneno para mi. Era una droga, que me destruía pero no podía dejar.
Historia 100% mía.
Prohibido adaptaciones (sólo con autorización)
Derechos reservados
Cuando llegue mi papá estaba sentado en el sofá del libing.
Lo vi y cami derecho sin decir nada.
- HaMi-. me detuve en seco y sin voltear a verlo. - Podemos hablar??-.
Me voltie y me dirigí a donde el, sentándo me en el sofá de un lado.
- Hija quiero pedirte disculpas, por como te trate en el desayuno-. tomo mi mamo, con las suyas. - Se que no debimos, tratarte así, no te lo merecías, pero tienes que comprender, eres mi única hija, mi pequeña, y quiero lo mejor para ti-.
- Se que quiere lo mejor para mi, pero esa no es la forma-. aleje mi mano de las de el. - Además yo sólo soy su trofeo-.
- No digas eso, no lo eres.....-. lo interrumpi.
- Entonces porque siempre me presumen?? Porque siempre que sus amistades vienen a la casa, presumen mis calificaciones, mis logros, todo lo "perfecta que soy"-. las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.
- Porque estamos orgullosos de ti, porque estamos felices que a ti te guste tanto la escuela, que te esfuerces tanto, que seas la mejor en lo que haces- limpio mis lágrimas con su dedo pulgar.
- Me esfuerzo, no porque quiera, sino porque me lo exigen, la escuela no me gusta y trato siempre de ser la mejor en todo, para que ustedes me noten-. empecé a llorar cuál magdalena.
- Perdóname hija, se que no he sido el mejor padre del mundo, pero hago lo mejor que puedo- me abrazo. - Y para recomendarte hoy saldrás a cenar con nosotros- dijo separando me de el. - Así que ve a arreglarte, ponte algo lindo-.
Nos separamos y subí.
Se me hizo demasiado extraño que mi papá quisiera que yo fuera a cenar con ellos, yo sólo cenaba con ellos cundo tenían reuniones importantes y me tenías que presumir, era demasiado extraño y sabía que había alguna intención en ello, pero no me podía negar.
Me meti a la ducha y cuando salí encontré un bonito vestido unos lindos zapatos y un bolso, con una nota que decía "pontelo y cuando termines bajas, no tardes que te estamos esperando".
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Me dispuse a ponerme en vestido, maquillarme ligeramente y bajar.
Cundo baje estaban mis papás esperándome, los mire y caminamos a la salida.
Subimos al auto y fuimos a un restauran.
Cundo llegamos al restauran mi papá pidió la mesa, pasamos y el mesero/camarero nos llevo la carta.
A los pocos minutos llegaron los señores Kim, unos empresarios amigos de mi papá, pero con ellos venía un chico.
- Hija el es Yugyeom- mi papá me presento al chico que venía con los señores Kim. - El es el hijo delos señores Kim-
El chico sólo sonrió e hizo una pequeña reverencia al igual que yo.
Todos en la mesa se sentaron y a mi me sentaron enfrente de Yugyeom.
Mis papás y los señores Kim hablaban de negocios, yo sabía que la invitación de mi papá, para cenar con ellos tenía una doble intención.
- Sería agradable tener como nuera a HaMi- dijo el señor Kim.
- Qu...que- me sorprendió su cometario.
- Y a mi me encantaría que Yugyeom fuese mi hijo- dijo mi padre.
- Ya está decidido entonces- se levantó el señor Kim.
- De acuerdo- mi papá también se levantó.
Yo no entendía lo que pasaba, pero al parecer Yugyeom ya sabía y no decía nada.
- Vamos cariño- dijo el señor Kim y sus esposa se levantó al igual que su hijo.
Mis papás también se levantaron de la mesa, así que yo también.
Todos salimos del restaurante y mis papás y los señores Kim se alejaron de nosotros.
- Paso por ti a las 9- oí por primera vez en toda la noche hablar a Yugyeom.
- Q...que??- pregunté confundida. No entendía que estaba pasando.
- O prefieres que pase más tarde-
- Para que vas a pasar por mi??-
- Para salir-
- Que!!?-
- Si-
- No entiendo que está pasando- mi confusión era enorme.
- Tu y yo nos casaramos y nuestros papás quieren que nos conozcamos por eso organizaron la cena y vamos a salir mañana- dijo aquel chico alto.
- Que??? Casarnos???- no lo podía creér. -
- Que no te dijeron?? O al menos pusiste a atención a todo lo que dijeron en la cena?- arqueo una ceja.
- No, no me dijeron- caminaba de un lado a otro. - Y nunca pongo a atención a lo que habla mi papá en este tipo de cenas, ya que no me importa-
