Capitulo 13

2.1K 126 7
                                    

- ¿Te puedo acompañar?- pregunto acariciando mi mejilla

-Si- sonreí -Pero pensaba ir de ahí al centro comercial- mordí su labio inferior provocándolo.

- ¿Y?

- ¿Crees resistir?- levanto una ceja

-Tengo que acostumbrarme ¿no?

-Buena respuesta- junte nuestros labios nuevamente.

Si por él fuera, nos hubiéramos quedado en casa. Pero ¡ya no tenía ropa! Así que tenía que ir por unas cuantas prendas más a casa de mi madre, y después a comprar otras más. Ya que la mayoría eran vestidos y digamos que ya me estaba esforzando un poco más en cambiar mí forma de vestir.

Todas las trabajadoras se sorprendieron al verme, afortunadamente mi madre no estaba. Si me interesaba verla, saber cómo estaba. Después de todo es mi madre. Pero al parecer, bueno con lo que me contaron... no parecía afectarle mi ausencia. Ambas estábamos mejor así.

*narra Bruno*

Vi a ________ salir de la casa con una maleta llena, a penas y podía con ella. Rápido baje y le quite la maleta.

- ¿De verdad necesitas ropa nueva?- pregunte al sentir el peso de la maleta

-Si- sonrió y arrugo la nariz -Esa solo trae zapatos y bolsos- por suerte la habitación que le había asignado en casa tenía un gran armario.

_______________________________________________________________________________

Cargado con cerca de diez bolsas estaba sentado frente a los vestidores de una tienda. Agradecí no ser el único ya que unos tipos más estaban igual que yo, unos fuera de la tienda esperando, otros sentados en los pequeños sillones esparcidos por el lugar.

Enfoque mi mirada al vestidor número tres, donde estaba ________. Solo podía ver de un poco más debajo de las rodillas ya que la puerta blanca no estaba hasta abajo.

Vi como quitaba sus zapatos, reí por dentro al ver sus calcetines rosas. Jamás había conocido a alguien que le gustara tanto ese color.

Ver su short caer a la altura de sus tobillos, me saco de mis pensamientos. Seguido de esto su blusa cayó al piso. Siendo sincero me moría de ganas por entrar.

Mordí mi labio inferior y me rete a mí mismo por tener esos pensamientos, en este momento. Sacudí un poco mi cabeza y logre despejarla un poco. Regrese mi mirada hacia el probador, estaba en la punta de los pies, se giró hacia la puerta y una vez más giro dándole la espalda a la puerta. La cerradura giro y rápido desvié mi mirada hacia el techo. Estúpido, lo sé. Escuche su suave risa, volteé y vi que solo su cabeza salía del probador.

- ¿De qué te ríes?- pregunte curioso

- ¿Y tú que miras en el techo?- volvió a reír. -Ven, necesito que me ayudes- mis ojos se abrieron a tope, pero trate de disimular.

- ¿Y-Yo?- indague y me miro con reproche

-Si no quieres llamo a alguien más- la mire serio y deje todas las bolsas en el piso.

Me pare frente a ella, bueno frente su cabeza que era lo único que podía ver. - ¿Con que te ayudo?- pregunte y se hiso a un lado

-Entra- dijo pero me quede paralizado, no era buena idea que me dejara entrar. - ¡Bruno me verán!- oh no, eso no. Entre al pequeño cubículo y cerró la puerta. -Súbeme el cierre- me dio la espalda, dejándome ver el cierre que venía desde la parte baja de su espalda. Subí en contra de mi voluntad lentamente el cierre. Rápido se dio media vuelta para verse en el espejo. Se veía con detenimiento, no parecía convencida. ¡Y como no iba a estarlo! Era un vestido negro.

-Se te ve hermoso- di un beso en su hombro, en realidad se le veía perfecto.

- ¿De verdad?- pregunto insegura -El color no me convence- lo sabía.

-Si de verdad- sonrió -...Pero no lo llevaras. - su sonrisa se esfumo y una mueca de incomprensión se formó.

- ¿Por qué no?- nos mirábamos por el espejo.

-No saldrás a la calle con eso- la abrace, no quería que se enojara y empezáramos una discusión -Es muy corto- carcajeo y quito mis brazos.

-Bruno no está corto- al menos no había gritado.

-Oh si lo está- me cruce de brazos y ella lo hizo también. Ninguno pensaba ceder. Ella aseguraba que lo llevaría y yo aseguraba que no lo haría.

-Yo no te digo que puedes usar y que no- replico molestándose un poco, había que reconocerlo ambos estábamos haciendo un gran esfuerzo por no gritarnos.

YOU Da One 2 (Bruno Mars y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora