cap 27 Necesito una siesta

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Otoya POV
Estábamos volviendo al curso maestro en el coche. En un principio supuse que sería como a la llegada, que Rika estaba en el medio y iba hablando tanto con Cecil como conmigo. Pero no fue así.
Esta vez Rika estaba en un lado, yo estaba en medio y Cecil al otro lado.
Cecil tenía una sonrisa taladrada en la cara, al contrario que Rika, que tenía cara de sueño y llevaba un leve sonrojo desde que nos vio esta mañana, además iba mirando a Cecil con desconfianza.
La pobre iba durmiendose sobre su mano.
Después de un rato de lucha acabó por rendirse y se durmió.
La miré dormir con una leve sonrisa hasta que cambió de posición y en lugar de dormir sobre su mano dormía apoyada en mi brazo.
Me tensé al verla e intenté no moverme para no despertarla. En eso vi que Cecil había quitado su sonrisa por primera vez en el día y me miraba de reojo serio y con el ceño levemente fruncido.

Rika POV
Llegamos al curso maestro y después de disculparme con Otoya porque por mi culpa se le había dormido el brazo me fui directa a mi cuarto e intenté dormir un rato.
Mi cansancio se debía a que aunque intenté convencerme de esa excusa de que en Agnapolis la gente se besa para agradecer por lo que sea no pude dejar de pensar en otras posibilidades o consecuencias si Shining se enterase de lo que había pasado en el hotel.
No pasó mucho rato hasta que llamaron a la puerta de mi cuarto sacandome de el trance en el que estaba.
-POR EL AMOR DE KAMI-SAMA DEJENME DORMIR-grité sin levantar mi cara de la almohada.
Al otro lado de la puerta se oyeron unas risas y un gruñido.
-¡Rika! Sal de la cama que tienes trabajo!-la voz de Ringo sonó al otro lado de la puerta.
Yo me levanté y les abrí la puerta sin ánimos.
-Dimito.-dije para después cerrarles la puerta en las narices. O al menos intentarlo.
Ringo puso su pie entre la puerta y la pared y, aparte de hacerse daño, consiguió abrirla y meterse en mi cuarto

-tienes un programa junto a Quartet Night y empieza en una hora y media.-dijo Ringo rebuscando en mi armario mientras yo me tiraba abatida a mi cama.

Los 4 chicos de Quartet Night se quedaron al otro lado de la puerta, menos Camus, que como es reina de Arendel se molesto en sentarse en la silla de mi escritorio para seguir bebiendo su te.

-Ringo-nii...yo no firme para esto-dije suspirando y mirándolo desde mi cama-de hecho no firme. Debería poder dimitir.

-Demasiado tarde, cielo.-dijo él con una sonrisa cogiendo un mono vaquero corto y un top blanco-ahora ya estas metida en el meollo. Ponte esto y no los hagas esperar demasiado.

Ringo me tiró la ropa a la cara.
Yo con pereza cogí las prendas y me levanté para ir al baño mientras iba cantando una canción improvisada sobre el asco que da mi vida.
Debería lanzarla en mi próximo álbum. Seguro que hay miles de vagos alrededor del mundo que se sienten identificados con ella.

Duchada y cambiada, me dirigí a donde Quartet Night estaba esperándome.
Al verme llegar cogieron sus cosas y se dirigieron al coche. Yo me quede dormida en el brazo de alguien, no se muy bien de quien ya que, segun Ai me habían ido cambiando de posición a medida que pasaba el rato.
Hablando de Ai, no había hablado con él apenas desde el día del incidente del beso.
Me di cuenta de que Ai había cambiado un poco desde que le di su tarjeta.
Sonreía de vez en cuando, fruncía el ceño, suspiraba de vez en cuando. Aunque el sarcasmo y las bromas seguía sin entenderlos. Además, como era de esperarse, aún sintiendo emociones las ocultaba. Pero bueno, al menos sentía emociones.
Después de estar media hora en el coche llegamos al estudio de la cadena.
Los de seguridad nos llevaron a nuestro camerino. No tendríamos que cambiarnos siquiera por lo que al llegar solo se encontraban nuestros maquilladores, entre ellos, Shin.
Se pusieron manos a la obra con cada uno de nosotros y en acabar se fueron juntos a tomar un café.
-me siento orgullosa-murmuré secando una lagrima falsa- Shin ha hecho amigos.
Al girarme vi que los cuatro miembros de Quartet Night me miraban extrañados.
Estaban cada uno por su lado.
Reiji estaba mirando su movil y riéndose de algo. Ai estaba enpanado mirando a la nada. Ranmaru escuchaba música mientras se miraba en el espejo, tss presumido. Elsa, por último, estaba echándole azúcar a su te, parecía agobiado ya que se le estaban acabando los terrones.
-tienes un problema serio-susurré lo suficientemente alto como para que me oyése.
-mm?-dijo el levantando la cabeza y mirándome-¿pasa algo?
-me estas diciendo que ni siquiera te has dado cuenta?!-comenté alarmada haciendo que los demás me miraron entre extrañados y asustados-aunque bueno tampoco es tan grave...
-pero el que?-dijo Camus mirándome extrañado.
-no nada...es solo que no creo que te hayas dado cuenta de...-dije con un tono distraído.
-¿¡de que?!-dijo Elsa ya intentando congelarme con la mirada.
-es que hay un poco de te en tu azúcar-dije señalando a su taza.

Pude ver como una vena sobresalía de la vena de Elsa.
Estaba apunto de convertirme en la prima tonta de Olaf con sus poderes de pasiva pero justo llegó alguien del staff a salvarme el trasero.

-Hube-sama, Quartet Night, vayan al plató.

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《Rendezvous》 uta No Prince-samaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora