cap 39 Tokiya el niño soft

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Estaba en mi cuarto haciendo las maletas con la ayuda de Ringo.
Había pasado cuatro días enferma y por fin empezaba a sentirme mejor. Esa misma mañana le había confirmado a Shining lo de irme a Estados Unidos.
No había hablado con ninguno de los chicos ni Akira o Kitsune desde el encuentro que tuve con la última.
Los únicos que parecían seguir tratándome con normalidad eran Ai, Camus y Tokiya.
En mi opinión Ai y Camus pasaban del drama con Kitsune, lo cual agradecía de todo corazón.
Y Tokiya no acababa de fiarse de Kitsune, gracias al cielo.

Por lo visto la noticia de que ya estaba mejor voló porque tanto Ai como Camus vinieron a ver cómo estaba pese a que el segundo no quisiese admitirlo. Ringo y Ryuya también vinieron a verme, lo cual aproveché para contarles sobre mi decisión de irme. A ambos les costó aceptarlo, pero en cuanto lo hicieron Ringo se quedó a ayudarme con las maletas y Ryuya me deseó muy buena suerte. No se quedó porque tenía que ir a trabajar.

-Sigues sin hablar con tu padre?-Ringo rompió el silencio que se había apoderado de mi habitación. Yo asentí con la cabeza-Deberías decirle que te vas.

-Para que? Él mismo lo dijo-dije yo sin dejar de meter ropa doblada en mi maleta-las únicas palabras que oirá de mi son unas de disculpa hacía la zangana de su novia. Y lo último que voy a hacer con la loca esa es disculparme.

-Rika, sí que es verdad que te pasaste-me dijo él. Yo levanté la mirada y la choqué con la suya.-Entiendo tus motivos cielo, pero tu forma de actuar no fué precisamente madura.

-Puede que tengas razón. Aún así el tampoco debió actuar como lo hizo.-Ringo suspiró y nos volvimos a sumir en un silencio.

-Solo digo que, al menos, trates de despedirte-dijo él doblando un par de camisetas-habéis estado separados mucho tiempo como para que ahora os enfadéis por algo así.

Alguien tocó a la puerta, cortando nuestra conversación. Ringo fue a abrir y al ver que era Tokiya lo dejó entrar para después marcharse diciéndo que tenía que ir a trabajar.

-Y esas maletas?-preguntó al entrar haciendo que me hostiase mentalmente porque había olvidado explicarles a los chicos sobre mi decisión. Y por chicos quiero decir Tokiya y los dos miembros de Quartet Night que todavía me hablaban.

-Te vas a algún lado?-Cual fué mi sorpresa al ver a Natsuki entrando detrás del azabache.

-Vaya Natsuki, pensé que estabas enfadado conmigo.-dije mirándolo apenada.

-Lo estoy... De hecho no acabo de entender que hago aquí.-dijo él.

Me acerqué al Rubio con una idea loca en mente.
Cuando estuve a un paso de él le quite las gafas.

-Hola-le dije al recién llegado.

-Lo has entendido rápido-Dijo él con una sonrisilla.

-Natsuki no suele moverse sin saber porque-Dije con tranquilidad.-Por favor dime qué tú me crees.

-Antes que a la rubia teñida? Siempre.-Dijo él haciendo que se me humedeciesen los ojos-tu has probado varias veces que solo quieres lo mejor para Natsuki. Si dices que la rubia es una arpía, te creo.

-No logro entender porque los demás no te creen-dijo Tokiya.-Pero es cierto que Kitsune nos estuvo diciendo cosas sobre ti a tus espaldas. Yo no le creí, y pensé que los demás tampoco, pero al parecer si que influyó algo.

-En otras palabras les ha comido la cabeza y me ha puesto como la mala de la película-dije yo sentándome en la cama. Tokiya se encogió de hombros confirmándolo.-Genial.

-No me has contestado-dijo Tokiya-Las maletas?

Suspiré hondo y les indique que se sentasen. Tokiya me hizo caso y Satsuki pasó de mi cara.

-Hace algo así como una semana, Shining me dijo que querían contratarme en una producción de Hollywood-Dije yo-no iba a aceptarla pero viendo la situación creo que lo mejor es que me aleje un tiempo.

-Y dejarás a la rubita convencerlos de que es una santa?-Dijo Satsuki acercándose amenazante-dejarás que se vuelva a repetir lo de la niña sin pupilas?

-Lo dices cómo si pudiese evitarlo-dije manteniendo mi mirada en la suya.-Lo intenté Satsuki. Si no quieren escucharme no hay nada que pueda hacer. Kitsune acabará mostrando sus colores. Mientras tanto, si lo que quieres es mantener a Natsuki a salvo, déjale a Kitsune claro que no se le acerque. Igual que hiciste conmigo al conocerme.

-Contigo no funcionó.

-Porque soy una tozuda de mucho cuidado.-Dije con una sonrisa-Pero la rubita, como dices tú, siempre ha sido muy cobarde.

Satsuki suspiró y extendió la mano. Yo le di los lentes, que había mantenido en mi mano desde que se los quité.
Él se los puso. Natsuki al verme tan cerca se alejó. Yo suspiré triste.

-C-creo que me voy-dijo el marchándose de la habitación, todavía algo confundido.

-Adios, Natsuki-Dije, aunque salió prácticamente como un susurro.

-Supongo que no hay nada que pueda hacer para convencerte de que no te vayas-dijo Tokiya. Yo sonreí y negué. Él se puso delante mío.-En ese caso, déjame desearte suerte.

Yo lo abracé y el me devolvió el abrazo. Agradecía su presencia más que nunca.

-Te echaré de menos-me dijo él.

-y yo a ti-le respondí con sinceridad-Seguiremos en contacto no?

-Cuenta con ello-me dijo él con una sonrisa-y te mantendré informada de todos los movimientos de Kitsune, como en los viejos tiempos.

-relajate, espía nacional-dije con una risa.-tu solo...intenta mantenerte fuera de su juego si?

Él asintió, haciéndome sonreír.
(...)
Al día siguiente estaba apunto de pasar seguridad en el aeropuerto.
Al final no me despedí de mi padre, solo le dejé una carta, igual que al resto de los chicos, explicándoles todo.

A los chicos les dejé una dirección en la que contactarme si había algún problema.
Me sabía mal irme pero en ese momento realmente sentía que necesitaba un tiempo alejada de todo.

《Rendezvous》 uta No Prince-samaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora