Cuarta Parte.

1.8K 105 0
                                    

"¿Cuántos años has estado consumiendo, Justin?"


"Uuf… desde los 16 hasta las 19. Cuenta." 


"¿Por qué no miras el lado positivo? Ahora cumplirás un año sin probar siquiera el alcohol, alejado de todo eso que tanto daño hizo."


"Es imposible sentirme feliz con eso, sí, es un gran logro. Pero todo lo que arruine es demasiado."

 
- Eres muy duro contigo y…


- No te haces una idea de todo lo que he tenido que pasar para estar aquí ahora. Para ser capaz de hablar contigo, de estar aquí en este momento sin pensar en consumir."

 

Porque era así, Anna, no había pensamiento en mi cabeza en el que no estuviese incluido lo que quería disfrutar con un poco de Cocaína, de LSD o de cualquier Oops! que pudiese conseguir en ese momento. Dejé de ser yo mismo, ¿entiendes? Traicioné y decepcione a tanta gente, robé, golpee, vi cosas horribles e hice otras también.

 

- ¡No eres más que un vago! ¡Que coño te ocurre!- me gritaba mi hermano. Me levanté de mi cama, con el cigarrillo entre mis manos, le miré con chulería y le tire el humo a su cara, él se puso rojo de furia y me empujó. Y peleamos

Peleamos realmente duro.

Mi madre quiso intervenir, llorando y la golpee a ella sin querer. En ese momento terminó la pelea. Mi hermano me empujó con fuerza, y se acercó a consolarla, quise hacerlo también, pero no pude. Tuve miedo a que me rechazará.

Era la primera vez que mi madre me miraba con miedo. Pero no fue la única, porque sí, estuvo con remordimiento varios días, le prometí que dejaría aquello, ella me creyó, pero tres días después llegué a casa drogado. Y discutí con mi padre. Y discutí con ella. Les grite cosas horribles de las que siempre me arrepentiré.

 

Yo era un desastre. Cada vez me hundía más en mi mierda y no era capaz de parar. Creo que no era capaz ni de verlo. Es como cuando te miras al espejo, y te ves bien, te ves guapo y te encanta la ropa nueva que llevas, pero entonces te haces una foto y tu cara se ve horrible, tienes ojeras y sales a la calle y la gente mira con burla esa ropa que creías linda pero parece de payaso. Pues así estaba. Me veía bien, hasta que tuve el primer golpe de realidad.

 

- Hola- ella se acercó a mi y se sentó a mi lado en la mesa- pensé que estaría en el funeral
- Sabes que no me gustan esos sitios, _____.- ella asientió y miró a su alrededor incómoda
- Yo quería decirte que a pesar de todo lo que ha pasado entre nosotros, estoy aquí para lo que necesites. Siento mucho la muerte de Lucas. ¿Es cierto que fue una sobredosis?- preguntó curiosa. Siempre fue demasiado curiosa.
- Si- me limité a decir- él muy capullo no supo medir la mierda que se metía. - dije y me encojí de hombros
- ¿Por qué no lo dejas, Justin? Ya has visto lo que le ha pasado a tu amigo, no quiero lo mismo para ti y…
- No me vengas con discursos de mierda sobre la salud, sobre que te importo, estoy harto de ellas.- le dije medio a gritos

Ella se echó hacia atrás en el asiento nerviosa, pero no del tipo de nervio que tenía cuando me pasaba largos y eternos minutos admirándola, no, estaba asustada. Me jodió ver que la asustaba.

- Yo solo… te quiero, joder- murmuró- no quiero que termines como él. 
- No lo haré, tranquila. 
- Justin…
- ¡Deja esta mierda así!- exclamé. Ella se quedó en silencio un largo rato y entonces se levantó dispuesta a irse, por impulso la detuve e hice que se sentará en mis piernas- yo también te quiero, princesa. 
- No puedo estar con alguien como tú, odio en lo que te has convertido ¿Por qué? ¿Qué iba tan mal en tu vida para esto? Me engañaste y engañas a tu familia, tu amigo ha muerto y a ti ni siquiera te importa.

Ella no dijo nada más. Se fue ¿sabes? Me dio la espalda y me quede jodido, sabía que ella tenía razón. Lucas había muerto delante de mi, aunque ella pensará que no me importaba lo hacía, eso fue un gran golpe, durante dos días estuve perdido por ahí, ya sabes, pero entonces me dije que no debía seguir así. Y fui a una clínica.

 

Y mi madre me miraba ilusionada por mi cambio.
Y mi padre vio el fútbol conmigo en la sala de visitas.
Y mi chica fue a visitarme, y me besó.

Y tres semanas después me escapé.

 

Dope | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora