Ocho.

6 0 0
                                    

Golpes en la puerta me despiertan, miro a mi al rededor y veo todo manchado, mierda, me he debido de desmayar. Recojo todo tan rápido como puedo y me levanto para abrir la puerta y encontrarme a mi madre ahí.

- ¿Se puede saber qué hacías ahí tanto tiempo? - pregunta ella.

- Nada mamá, me he entretenido pero nada. - digo enseñándole mi teléfono dándole a entender de que eso es lo que me tenía tan distraída.

- Dichosos teléfonos. - dice ella antes de irse.

Termino de recoger todo y me dirijo a acostarme, el día se ha acabado por hoy.

-----------------------------------------------------------------------------------

El pitido de mi teléfono me despierta, lo miro con los ojos entrecerrados para ver que se trata de un mensaje, un mensaje de Carter.

Cart ♥

Buenos día preciosa :)
PD: Perdóname, olvidemos el día de ayer.

No le contesto, no lo entiendo, no entiendo el motivo de esforzarse tanto para seguir hablando conmigo.

Me levanto y me preparo para un día más de clases, un día más de rutina.

---------------------------------------------------------------------------------------

Estar en un sitio donde a nadie le importas es maravilloso, es como ponerte la capa de invisibilidad de Harry Potter, porque estás ahí, pero nadie se da cuenta.

Estamos en el descanso, Euken, Emily, Nayra, Azahara, Deena, Liz y yo. Ellos hablan de algo, no sé exactamente de qué ya que hace tiempo que he dejado de prestar atención. Sí, puede parecer que sea yo la que no quiere relacionarse con ellos pero realmente son ellos los que cuando empiezo a hablar, hablan por encima de mí, ignorándome. Euken y Emily son los únicos que no hacen eso, pero ninguno hace amago de defenderme tampoco. Emily porque es nueva y no quiere meterse en problemas y Euken porque es muy pacífico y no quiere peleas. No los culpo, yo no haría eso en esta situación pero cada uno somos de una manera.

Estoy a punto de abrir Wattpad para seguir leyendo, cuando escucho parte de la conversación.

- Lo que yo no entiendo es que hayan tías que aún sabiendo que un tío tiene novio vayan a ligar con él e incluso accedan a ir a su casa. 

No sé quién lo ha dicho, no he prestado a la voz, solamente al contenido. Levanto la mirada y me encuentro a Liz y a Deena mirándome mal mientras que Nayra y Azahara me miran satisfechas.
Vaya, no sé quién ha dicho aquello pero podemos confirmar que iba por mí.

- ¿De qué hablais? - pregunta Emily inocentemente no entendiendo las miradas de mis "amigas".

- Siena, ¿Tú sabes de lo que hablamos? - pregunta Azahara con un toque de ironía.

- No, ¿Por qué lo preguntas? - digo haciéndome la tonta.

- No, nada... - dice Aza rodando los ojos. Oh venga, ahora dímelo a la cara amiga.

- Por cierto, ¿Dónde está esa chaqueta roja que tenías? Hace tiempo que no te la veo. 

Y entonces caigo. La chaqueta roja. La misma chaqueta roja que llevaba el día del parque. Soy tan despistada que no me he dado cuenta de que no la tengo, de que la dejé en casa de Will. Mierda, si Liz ha ido allí la ha tenido que ver y a saber qué se está pensando.

- No hace falta que digas nada. Es un poco triste por cierto. - dice Liz bastante enfadada al ver mi cara pensativa.

- ¿Triste? - pregunta Emily, quién cada segundo que pasa está más perdida que el anterior.

- Sí, la manera en la que Siena perdió la chaqueta, Liz le tenía mucho cariño. - dice Deena. ¿Pero qué dice esta chica? Por lo menos que aprenda a mentir. ¿Por qué iba a tenerle Liz cariño a mi chaqueta?

Emily me lanza una mirada insinuando que Deena ha perdido la cabeza así que le sonrío y sigo a lo mío.

Miro el teléfono para ver que tengo un mensaje de Carter. Vaya, este chico no se rinde.

Cart ♥

Sky, puedo pedirte perdón todo el día, pero en serio vamos a desperdiciar un día entero de nuestras vidas estando enfadados, en vez de pasarlo juntos?

Sonrío. Sé que siempre digo que no quiero problemas, que no quiero involucrarme con más chicos, pero es que Carter me lo pone tan difícil...

Levanto la mirada al escuchar pasos, veo a Liz alejándose con los ojos llorosos mientras que Aza y Deena la siguen, no sin antes mirarme horriblemente mal. Nayra me hace una señal para que vaya con ella a hablar así que nos alejamos del grupo.

- ¿Se puede saber qué coño te pasa, Siena? - dice realmente enfadada.

- No sé de qué hablas Nay. - digo, porque la verdad es que ahora sí que me he perdido.

- Podrías esperar a que Liz no esté para escribirte mierdas con Will, o directamente no hacerlo. Porque déjame decirte que es bastante triste hasta para ti. 

- No estaba hablando con Will. - digo segura y es que bueno, cómo no estarlo, si realmente no lo estaba haciendo.

- No me mientas. Mira me da igual si tu vida es una mierda, si tienes problemas mentales, me da igual si quieres hundirte, pero es patético que intentes destruir a la gente que te rodea. Will está con Liz, supéralo, te utilizó, ya está. Deja de meterte donde no te llaman porque ahora mismo no sé si me das más pena que rabia. ¿De verdad necesitas a Will para ser feliz? Has llegado a altos niveles de dependencia tía, estás obsesionada. Dedícate a tus intentos de llamar la atención, a jugar a ver cuál es el día en el que los cortes son más largos o más profundos o lo que sea que te divierta hacer con las cuchillas en tu tiempo libre. Pero no nos incluyas en tu mierda. - escupe con asco. Vaya.

Me duele el pecho, no puedo dejar de llorar. Nada de lo que ha dicho es verdad, lo sé. No estoy obsesionada con Will, no tengo tiempo de pensar en él porque para cuando me lo empiezo a plantear Carter ya se ha cruzado por mi cabeza 3 veces. No son las palabras, es el sentimiento, es la rabia en ellas, el asco. ¿Cómo la única persona que creía que me conocía mejor puede hacerme esto? Bueno, realmente sí que me debe conocer, porque ha ido a donde más sabía que me iba a doler. 

- Mira Nayra, si no sabes de lo que hablas mejor que no hables. Creo que tengo derecho a pasar mi tiempo con quien quiera y como quiera. Si Will miente a Liz o prefiere pasar su tiempo con otras personas o lo que sea que les pase, es su problema, no el tuyo ni el mío. No estaba hablando con Will, pero tampoco tengo ningún interés en mostrarte nada porque estoy harta de tus actitudes. Sabes que odio que la gente hable sin saber y vas tú, precisamente tú, mi supuesta mejor amiga, y me juzgas por algo que ni siquiera he hecho. William y yo somos amigos, sí, pero hace unos días que no le veo, ni tengo la necesidad. Tía, creía que yo necesitaba ayuda profesional, pero es que lo tuyo ya supera todo nivel de locura, háztelo mirar. - Digo y me marcho. Me marcho porque estoy harta. Estoy harta porque últimamente todo el mundo manda más en mi vida que yo misma y esto no debería ser así. 

Mi vida es mía, con sus pros y sus contras, con sus altos y sus bajos, con sus momentos de cordura y sus momentos de locura, con las sonrisas y las lágrimas, con todo lo que venga, pero mía. 

Y es ahora, justo ahora, cuando comprendo que nadie manda en mi tristeza más que yo, que las personas vienen y van, algunas quizás se queden para siempre, algunas quizás solamente se queden dos días, es imposible saberlo. 

¿El truco para salir del pozo? Fácil. Nunca des todo de ti a nadie, porque las personas siempre tendemos a fallarnos los unos a los otros, forma parte de nuestra naturaleza.

Más tarde me dí cuenta de lo difícil que era cumplir ese truco, de lo caprichosa que era la vida, de cómo no siempre era bueno tener la razón.

Prométeme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora