Nueve.

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Hoy empiezo a cambiar mi vida. A partir de hoy nadie mandará en cómo me siento. No me voy a cerrar a la gente nueva. 

Siena, tú puedes. Simplemente déjate llevar. No confíes completamente en nadie. No des todo de tí y las cosas irán mejor.

Salgo de casa con positivismo, confiada, como hacía tiempo que no lo hacía. Siena Brooks está cambiando, Siena Brooks está aprendiendo, Siena Brooks está mejorando.

Me encuentro con Euken, lo saludo y nos dirigimos a clase. En el camino nos encontramos con Azahara y se nos une, dándole un abrazo a Euken e ignorándome. Inesperado, pienso. No voy a decir que no me duele, era mi amiga, sí, y de la noche a la mañana decide creer a otra persona que sinceramente, se está montando películas en su cabeza, en vez de creerme a mí, quien ha estado a su lado desde que éramos pequeñas, desde la guardería. Pero no, no dejo que se me note e incluso para darle a entender que no me afecta en lo más mínimo, sonrío. No sonrío porque sea feliz, pero tampoco es una sonrisa fingida, al menos no al 100%, y es que sí, éramos amigas y ahora decide ignorarme y pasar de mi cara, pero mejor darse cuenta de la clase de personas que nos rodeamos tarde que nunca, ¿No?

Bien Siena, el positivismo te está funcionando. 

Llegamos al instituto y me encuentro a Will apoyado en la puerta mirando el móvil, el cual cuando escucha pasos acercarse levanta la mirada para cruzarla con la mía. Will me sonríe mirándome a los ojos a lo que yo le respondo con una sonrisa sincera, una sonrisa de amigos. Azahara no deja de mirar a Will con una cara rara para después mirarme mal a mí. 

- Siena. - dice Will sonriendo aún más al darse cuenta de que a Azahara le molesta que nos llevemos bien.

- William. - digo yo siguiéndole el juego, haciendo que su sonrisa sea más grande, si es posible.

- ¿Tienes un minuto? Quería comentarte una cosa. - Miro a Euken a lo que él asiente, dándome a entender que no tiene ningún problema, que ellos irán hacia clase ya. Bueno, si fuese por Azahara creo que se quedaría ahí, memorizando cada palabra para después contárselo todo al resto y hablar mal de mí, para variar. Finalmente Euken se la lleva a rastras dejándome sola con Will.

- Vas a tener problemas con tu novia, William. - digo borrándome la sonrisa, no quiero que ella nos vea y se monte más películas. Podría parecer que es una controladora, posesiva y veinte cosas más, pero realmente ella no tiene ningún problema con que Will tenga amigas, su problema es que Will me tenga a mí de amiga.

- ¿Te crees que me importa? Además, le pedí un tiempo. Por cierto, me gusta más cuando sonríes. - dice para después guiñarme el ojo. Levanto una ceja, bueno, lo habría hecho si supiese cómo se hace porque creo que en vez de eso me sale una mueca extraña haciendo que él se ría. Sonrío. Una de mis cosas favoritas es escuchar cómo alguien ríe de felicidad gracias a mí, es satisfactorio.

- ¿Un tiempo por qué? - pregunto curiosa. 

La curiosidad mató al gato, amiga. Sí, pero el gato murió sabiendo.

- Un tiempo porque últimamente está paranoica, desde que vio tu chaqueta en mi casa, que te la tengo que devolver por cierto recuérdamelo. Bueno, desde que la vio siempre se piensa que estoy contigo cuando no estoy con ella. - dice él, la verdad es que se le nota cansado. La verdad es que se nota que no la quiere dejar pero ella le está dando millones de razones para hacerlo y él no sabe de dónde sacar ganas para seguir intentándolo. 

- No creo que sea su culpa, creo que se junta con la gente equivocada...

- S, con quién se junta o se deja de juntar es su problema, no creo que le pongan una pistola en la cabeza para que se junte con ellas.

Prométeme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora