Un Amor Sin Limites-››Liam payne

Capitulo Tres.

Suspire nuevamente, ¿Estaría alucinando? no lo creo.

Trate de ver mas allá del vidrio de la puerta del yate de al lado pero no logre ver nada.

- ¿Que ves? -Pregunto Zayn palmeando Harry palmeando mi espalda.

- Nada -Respondí seco y lo acompañe a la pequeña cocina- Te acompaño -Me senté en una de las sillas de la mesa y no hable mas.

***

Yacía lanzando en el sofá de la pequeña sala del yate, revisando mi teléfono, busque en redes sociales a Gina, pero no tenia suerte, en el mundo hay mas de 10.000.000 chicas con nombres Gina.

No sabia su apellido, ademas, aunque lo supiera no creo que una chica con discapacidades visuales tuviera Facebook o quizás Twitter, eres mas idiota de lo que creía Liam.

Mire de nuevo la hora del celular, habían pasado 2 minutos desde la ultima vez que la vi, eran alrededor de las cinco de la tarde y lo chicos estaban dormidos, después de comer todos hacían eso, dormir.

Era frustrante lo lento que pasaban los minutos, quería irme ya mismo de este yate, quería volver a Londres y buscar a Gina, no aguantaba un minuto mas sin verla, no se por que pero sentía una gran desesperación en mi pecho.

Mi mente no dejaba de reflejar su rostro y eso hacia que el corazón me latiese mas rápido, sabia que la chica del yate de al lado no era ella, pos sus fachas el día que nos conocimos se notaba a leguas que era humilde, de las clases bajas y de los barrios callejeros de Londres, aunque ella no parecía la típica chica de barrio, normalmente estas vestían falda fluorescentes cortas y camisolas cortas sobre el ombligo, pero Gina solo vestía ropa de invierno deshilada.

Respiro hondo, debía sacarla de mi cabeza por unos momentos y dormir descansar la cabeza antes de que me empezara a dar migraña, siempre había sido de las personas que meditan mucho las cosas, solían darme migrañas al ponerme a pensar y analizar las peleas que tenia con Danielle, este fin de semana era para relajarme y ahora me dan migrañas por ponerme a pensar en Gina.

Me levante con un gran esfuerzo, tenia sueño pero no iría a dormir, aun no, si dormía ahorita en la noche no tendría sueño y ya que sufro de insomnio no cerraría un ojo en toda la noche, así que prefiero acumular el sueño y descansara así toda la noche.

Camine hasta la parte exterior del yate y me recosté en una de las tumbonas. El sol ya se estaba poniendo y el mar lucia de un color anaranjado oscuro. Era relajante sentir la brisa y disfrutar la puesta del sol, la felicidad me duro poco. Unos gritos provenientes del yate de al lado despertaron mis cinco sentidos, no se me dificulto darme cuenta que era un hombre el que gritaba.

Estaba insultando y maldiciendo a algo, o a alguien. Luego de unos minutos los gritos seguían y yo no podía mas, camine hasta la entrada del yate, deslice la puerta de vidrio pero no me dio tiempo de dar un paso dentro. Seguido de un grito de chica escuche el agua sonar, como si alguien se hubiera lanzado o caído, el que lo halla echo a de ser bajo su propio riesgo. Las aguas de Londres son muy frías, a tal punto de helarte los huesos.

Me di la vuelta rápidamente y divise unos sombra, que mientras carcajeaba entraba al interior del yate. Corrí hacia el borde de nuestro yate, el agua estaba en movimiento y una figura se divisaba bajo el agua, cada vez mas lejos, podría ser cualquier cosa, un tiburón quizás, los nervios me invadieron, casi todo el mundo sabia nadar, era una chica por el grito. El pánico me invadió, pensar que esa chica podía ser Gina me helaba los huesos, habían posibilidades de que fuera ella pues, una ciega no puede nadar.

Dejando atrás todos mis pensamientos y miedos de que fuera algo riesgoso me quite la camisa y salte al agua, el contacto con esta me hizo temblar. Debajo del agua los gritos eran mas notorias y burbujas de aire provenían desde el fondo, tome una bocanada de aire y me sumergí, trate de ver pero se me era imposible así que solo seguí a las burbujas que apenas se veían, nade un poco mas pero las burbujas dejaron de salir, me asuste, el agua estaba completamente oscura y se me acababa el aire, baje un poco mas y sentí la tierra, definitivamente habia llegado muy hondo, mire hacia los lados pero la desesperación y la falta de aire me dejaron ciego. Me prepare para subir y hay fue cuando la vi, no pude definir si era Gina pero tenían un gran parecido, piel visiblemente pálida y cabello negro perder mucho tiempo la tome de su debílucho brazo y nade hasta la superficie.