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-Padre, ¡no entiendo porque los tratas de la misma manera que nosotros!... ellos merecen menos de lo que tu les das... ¡Los humanos no deberían gozar los mismos privilegios que yo o que tu!- fue lo que le grito un joven de cabello cobrizo al actual rey de la nación.

Este al escuchar los gritos se sobo la cabeza, otra vez su hijo salia con lo mismo de siempre. Era cansado que todas las noches le dijera lo mismo, siempre le hablaba de su odio por los humanos, de como ellos merecían menos por ser "seres inferiores" o como estos se aprovechaban de los seres mágicos, eso ultimo siempre le causaba risa y a la vez preocupación, ¿de donde habia sacado su hijo estas tontas ideas? muchas veces se preguntaba en que habia fallado, el creía fielmente que lo habia educado de la mejor manera para amar a los humanos y magos por igual, pero al parecer su método de crianza habia fallado, pues ahí se encontraba su hijo, como todos los días, gritando su frustración por los humanos.

-Erik cálmate- le dijo como todas las noches, ya hasta se sabia la rutina, su hijo hablaba pestes de los humanos, el trataba de tranquilizarlo, entonces este empezaba a gritar su ya tan afamado discurso de odio y luego el  le decía el conocido "Erik cálmate o Erik basta" y esto no ocasionaba el efecto que el deseaba.

-¡Como pides que me calme!, los humanos son una peste y una plaga para la sociedad, deberíamos acabar con ellos- el rey frunció su cara con disgusto, otra vez la idea de exterminar a los humanos... ¿en serio de donde sacaba todo eso su hijo?, porque estaba seguro que de su mente no podía salir todo eso- Hoy me entere que por culpa de los humanos cerro otra fabrica porque según no era apta y tu lo permitiste- el chico se señalo con resentimiento, esos gestos y ese reproche eran algo nuevo, su hijo solía hablar pestes de los humanos pero jamas acusarlo a el, eso era raro... pero lo mas importante era que no entendía de que hablaba su hijo, ninguna fabrica habia sido cerrada... 

Minutos pasaron en las que su hijo seguía reprochando, esta vez lo ignoro completamente, hasta que a su mente llego la razón del enojo de Erik.

-Erik las cosas no son como tu crees- trato de razonar el rey, pero lo único que recibió fue una mirada furiosa de parte de su hijo.

-¡No lo justifiques!... y tampoco trates de justificarte, lo se todo... Crees que eres un gran rey, pero la verdad no lo eres- el joven entrecerró los ojos, estaba realmente resentido, no entendía porque su padre se negaba a ver la verdad... su verdad.

-¡Erik ya basta! Yo no tengo porque darte explicaciones de lo que hago o dejo de hacer- el rey alzo la voz al ver que la platica estaba tomando un nuevo rumbo-.

-¡Si tienes!, soy tu hijo y aun mas importante ¡soy el próximo rey!, todo lo que tenga que ver con el reino me interesa mas de lo que tu crees- 

-Aveces me cuestiono si eres apto para ese puesto o si de verdad eres mi hijo- contesto cortante el hombre.

Al escuchar a su padre algo murió dentro de Erik, mostrando primero una mirada dolida que pronto cambio por una resentida, el no era débil y esas palabras no deberían significar nada para el. El hombre al darse cuenta de sus palabras trato de rectificarlas, pero su hijo no lo dejo, dando por terminada la platica se retiro del castillo sin rumbo fijo. El rey al ver esto empezó a maldecir, tal vez Erik era así por su culpa... si tan solo su madre estuviera ahí en esos momentos arreglaría su metida de pata, pero por ahora solo podía ver como su hijo abandonaba el castillo.

"Estúpido rey, estúpido padre" fueron los únicos pensamientos que tuvo antes de irse del palacio.

-*-*-*-*-*

Jakob descansaba en su alcoba cuando empezó a escuchar fuertes sonidos de la puerta y unos gritos que los estaban llamando, al salir del cuarto sin siquiera alistarse se encontró con su mano derecha, este solo lo vio alterado mientras le gritaba "han quemado una de  las fabricas de los Xavier" abrió los ojos algo aterrado y sin perder el tiempo ordeno una reunión de emergencia mientras marcaba el contacto de los Xavier, solo esperaba que no hubiera heridos.

La reunión estaba durando demasiado tiempo y la mayoría de personas ahí daban sus puntos de quien tal vez podría haber hecho eso, pero la conclusión siempre era la misma: no tenían ni idea de quien habia sido, el rey suspiro cansado mirando a todas esas personas alzadas hablando sin tener ni idea de las idioteces que decían, tal vez si su hijo estuviera ahí ya se habría burlado de todos y hubiera expuesto sus ideas, Erik a pesar de odiar a los humanos era muy inteligente, aveces no entendía porque no utilizaba esa inteligencia para comprender a los humanos.

Jakob se agarro un poco la cabeza, le estaba empezando a doler, lo de los Xavier lo tenía preocupado y ademas le agregaba que su hijo no había regresado en toda la noche, a estas alturas lo único que quería era ver a su hijo, pedirle disculpas y que lo ayudara en esa junta.

De la nada, como si hubiera sido invocado, las puertas de aquel recinto fueron abiertas, mostrando a Erik, el rey sonrió con ilusión por un momento, después su sonrisa desapareció por completo, su hijo estaba ojeroso, con la ropa rota y sucia, ademas a leguas se veía que habia ocupado magia toda la noche, tal vez habia ido a una pelea clandestina. Si eso era cierto sus disculpas esperarían y lo regañaría por hacer algo tan irresponsable. 

-¡Fui yo!- grito el joven príncipe, las personas se lo quedaron viendo como si fuera un vil loco, empezando a murmurar cosas sobre la falta de presentación y juicio, su padre lo vio sin entender a que se refería- fui yo quien destruyo la fabrica- alzo mas la voz. 

Por unos minutos todos en la sala se quedaran callados, volteando a ver al rey y a su hijo, los  murmullos empezaron a reaparecer sobre la falta de cordura del príncipe y si debía o no recibir un castigo. A Erik poco le importo lo que estuvieran diciendo las personas, estaba acostumbrado a que la mayoría en aquel palacio hablara mal de el, lo que si le importo fue la mirada de decepción total de su padre, por lo cual desvió la suya al suelo.

-Cállense- grito el rey tratando de procesar lo que habia escuchado y deseando que todo fuera un sueño -todo el mundo fuera, necesito hablar con mi hijo- las personas de aquella sala se miraron entre si, no sabiendo que hacer- ¡He dicho que se larguen!- al escuchar la voz iracunda de su rey huyeron despavoridos, dejándolos completamente solos.

-Padre yo...- un golpe que lo mando directo al suelo del cual no quiso levantarse.

-Lo has jodido todo Erik, ¿en que estupi... en que estabas pensando?, ¿sabes que consecuencias traerá tus putos actos? ¡No lo sabes!... siempre has sido un completo imbécil, siempre haces las cosas sin pensar... ¿es que acaso no tienes cerebro?- el cobrizo seguía en el suelo sin levantar la mirada y sin defenderse- ¡Di algo!- le grito, pero aun así Erik seguía en su lugar sin moverse, el rey se agarro la cabeza, ahora le dolía mas.

Se quedaron en así durante un buen rato, Erik aun en su lugar y el rey agarrándose la cabeza, pensando en las mejores opciones, pero todo estaba jodido, su hijo habia roto una regla importante: no dañar a los humano.

Penso en gritarle, en tal vez golpearlo hasta que su ira se bajara, pero un momento de lucidez se dio cuenta de lo que tenia que hacer, es cierto que como padre tal vez se arrepentiría de lo que iba a hacer, pero como rey sabia que era lo correcto.

-Erik... le has faltado el respeto al reino y con eso también a tu rey... por lo que hiciste debes recibir un castigo, ¿lo sabes verdad?- el chico aun en el suelo asintió con la cabeza- desde hoy te despojo de todos lo que creías que eras... desde hoy...- el rey se quedo callado unos segundos tratando de reprimir su lagrimas- yo... yo... yo lo siento hijo - el cobrizo al escuchar eso se asombro, alzó la vista viendo a su padre con una cara de tristeza y arrepentimiento total, y por primera vez en su vida se arrepintió por actuar sin pensar.

El suelo que estaba de bajo de Erik empezó a brillar, mostrando una extrañas runas que iban cobrando fuerza con forme el rey decía un extraño conjuro, pero Erik no le presto atención ni al conjuro ni a las runas, pues esta estaba centrada en las lagrimas de su padre, lagrimas que por primera vez en su vida había visto. Aquello fue lo ultimo que vio antes de que todo quedara en un total obscuridad que no comprendía. 

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Por fin actualice, se que tengo historias pendientes y con más antigüedad así que tratare de actualizarlas pronto, mientras les dejo esta, espero les guste. Ya saben, criticas y comentarios las acepto sin problemas. Espero les guste y disfruten del capítulo. 


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