¿Destino o Casualidad?

Capítulo final: Después de la tormenta siempre viene la calma

Hola!! Aquí está el capítulo final!! Espero que os guste, solamente queda el epílogo y se terminó esta historia de amor :)) Espero que hayaís disfrutado muchísimo, tanto o más que yo al escribirlo. Os agradezco mucho el apoyo. 

Canción: Estar contigo de Alex Ubago. Os la recomiendo durante todo el capítulo :)

Un beso y disfrutad :D

Alex

Estoy muy nerviosa, no estaba tan nerviosa desde la primera cita que tuvimos Xavier y yo. Y de eso ya hace unos cuantos años, cuatro para ser exactos. Hemos pasado mucho juntos... Después del secuestro, nos unimos mucho más, somos como uña y carne. Xavier me apoyado en todos mis estudios. Al final, decidí estudiar biología y hoy me gradúo de ello. Estoy muy pero que muy nerviosa y eso que aún quedan tres horas para ir a la sala de actos. Xavier está muy contento y orgulloso de mí. No hay día que no me lo diga... Yo también estoy orgullosa de él, terminó su grado en criminología y, nada más terminar, lo cogieron para trabajar. Por suerte, la graduación ha caído en su semana libre y viene como mi acompañante. Ya tengo ganas de verle con el traje puesto, debe de estar más... sexy. Rio ante la fantasía que se me ha venido a la cabeza y niego con la cabeza, entrando justamente él por la puerta con una toalla enrollada en su cintura dejando al descubierto su torso mojado. Inconscientemente me muerdo el labio inferior, él me ve observándole de arriba a abajo y su sonrisa se ensancha. Se dirige hacia el armario y saca su traje. Luego se gira y se queda mirándome con una ceja alzada.

-        Si sigues mirándome así me vas a descolorir... -Me dice divertido.

-        ¿Y? ¿Tienes algún problema con ello? -Le digo poniéndome de rodillas y aun mordiéndome el labio.

-        No pero tú sí. -Mientras me lo dice se acerca a mí, suelta mi labio de entre mis dientes y me besa muy apasionado. Paso mis manos por su cuello y lo pego más a mí. Me encanta tenerlo así de cerca y solo para mí. Sus manos van bajando hasta la parte baja de mi trasero, me levanta y yo enrosco mis piernas en su cadera. Mientras me besa, de esa forma tan apasionada y sensual me lleva hasta algún lugar, lo sé porque siento como camina pero, en ningún momento he abierto los ojos, estoy tan bien que me quedaría así una eternidad. Cuando me está faltando el aire y voy a separarme nota como miles de gotas de agua están cayendo sobre mi cabeza. Abro los ojos como platos, ¡está fría!...

-        ¡Xavier! ¿Estás loco? -Le digo gritando.

-        Un poquito... -Y esto me lo dice con cara de niño bueno, como si no hubiera roto un plato. -Dúchate o llegaremos tarde... ¡lenta! -Y empieza a reírse a carcajadas.

-        Te las veras conmigo Xavier... te las veras conmigo. -Le digo seria pero con una mirada divertida. Cierro la mampara de la ducha y me pongo a ducharme.

Termino de ducharme, me seco el pelo y me hago un recogido. Me maquillo, con los tonos adecuados y sin pasarme. Quiero ir natural, sé seguro que todas han ido a la peluquería y querrán lucir ante todo.

Cuando termino pasada una hora y media, voy a la habitación para cambiarme de ropa. Abro el armario y, ahí está, el vestido que me compré semanas atrás. Es un traje largo de palabra de honor rosa claro. Bajo de los pechos, tiene una tira de brillantes que hace que los resalte más, acompañado del vestido, tengo unos zapatos a tiras plateados, que combinan con los brillantes que lleva el traje. En definitiva, me enamoré a primera vista de las dos cosas.

He terminado, he quedado perfecta. Me miro por última vez al espejo y salgo al comedor donde me encuentro con un Xavier muy elegante. Ese traje que lleva le queda increíble, está guapísimo.