¿Destino o Casualidad?

Capítulo 7: Por un beso de tus labios...

Xavier

Hay orquesta, mis amigos seguramente quieren ir. Yo, resignado ante la suplicas insistentes de ellos cedo con ir pero, con la condición de que no me toque conducir. No les ha parecido muy buena idea pero al final, he ganado yo. Así que Adrian pringará por primera vez. ¿Un milagro? Me rio ante mi pensamiento, ese no dura ni dos minutos sereno, a la mínima que me despiste se pone a beber y me toca conducir a mí. Lo conozco como si lo hubiera parido yo mismo aunque, sin dolor.

Empezamos a dar vueltas como tontos en el coche porque no hay ningún hueco para estacionar el coche. A Adrian se le está agotando la paciencia y cuando decide que nos vamos a casa porque no hay aparcadero encontramos uno que se iba. Si es que tiene más suerte que los colgados... Estacionamos el vehículo y nos ponemos rumbo a la orquesta, vamos comentando que hay muchísima gente por las calles y que seguramente la orquesta está a rebozar pero, una chica choca contra mi pecho. Antes de que pueda tocar el suelo la cojo por la cintura pegándola a mi cuerpo... No puedo creer lo que veo, es ella. La chica a la que tanto añoro, veo como deja de morder su labio inferior y empieza abrir sus preciosos ojos verdes. Se me queda mirando directamente a los ojos y yo no puedo evitar levantar mi mano y acariciar su mejilla.

-        ¿Estás bien? -Pregunto un poco nervioso.

-        Sí, gracias, lo siento... -Dice con una dulce voz. No deja de mirar mis ojos, está concentrada en ellos, como si estuviera intentando leerme a través de ellos.

-        No te preocupes, soy Xavier. -Le digo presentándome.

-        Alexandra pero todos me llaman Alex, me gusta más. -Dice mientras me dedica una tímida sonrisa. Puedo ver como se le ponen rojas sus mejillas pero no se mueve, está quieta, parece que está cómoda en mis brazos y yo no le voy a negar estar en ellos. -Perdona la pregunta pero, ¿nos conocemos?

-        No, no nos conocemos. Pero, a lo mejor, nos hemos visto en alguna orquesta. -Le digo haciéndole mi mejor sonrisa.

-        Oh.. puede ser. -Dice riendo tímidamente. -Eeh.. será mejor que sigas tu camino... yo.. yo.. me tengo que ir. -Dice volviendo a un rostro triste e infeliz.

-        Adrian, Jorge, seguid, ahora voy yo. -Veo como se marchan mis amigos y me miran con cara de "A por ella". No hago caso y me centro otra vez en Alex. -¿Por qué esa cara? Si puedo saber, claro.

-        No quiero interrumpir tu fiesta, es mejor que vayas con ellos. Disfruta. -Intenta soltarse de mi agarre pero, no puedo soltarla, no aún.

-        ¿Me sueltas? Quiero irme... -Dice un poco apresurada. Pero, ¿ahora qué le pasa? Estaba tranquila y relajada.

-        Vaya, vaya, vaya... Veo que también me has cambiado por otro. -Reconocería esa maldita voz. Giro mi cabeza y ahí está, el imbécil que la ha hecho sufrir tanto. Mi cara de preocupación pasa a ganas de matar. Noto unas manos apretando mi brazo izquierdo y un cuerpo que se aprieta más y más. Es Alex, se ha puesto prácticamente detrás de mí. -¿No nos presentas Alex? Qué maleducada te has hecho. Soy Daniel, el amor de su vida... ¿ya te has acostado en ella? No es gran cosa pero, para pasar el rato sirve. -Aprieto mis puños, si no fuera porque la tengo enganchada, juro que lo estrangularía con mis propias manos.

-        Cállate y vete, molestas, por si no te has dado cuenta. -Dice una tranquila voz detrás de mí aunque yo sé que la rabia la estará matando por dentro.

-        Alex sabes que tú no puedes mandarme, ya lo sabes, vete y tíratelo es lo único que sabes hacer... eres una maldita zo... -Veo como una mano es estampada en su cara y Alex está delante de él.