• 3: A Way To Say Goodbye •

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Había ingresado en la casa del menor, paseando su mirada por todo el lugar con atención. Aparentemente había cambiado algunas cosas de lugar, nada relevante pero sí que se había dado cuenta.
Un ligero suspiro se escapó de sus labios, prosiguiendo a tomar asiento en el sofá y cruzarse de piernas, tomándose la libertad de agarrar el control remoto y prender la televisión.

Ahora que me siento mejor, ¿qué tal si pedimos una pizza? ¿Te gusta de jamón, verdad? Yo prefiero lo clásico, será mitad de jamón y mitad de la normal. — sintonizó el canal de noticias y se encontró con la sorpresa de "El hombre araña es una amenaza". — Se nota que te quieren mucho, Peter. Es decir, vamos, eres famoso.

El castaño subió las escaleras sin decir una palabra, bajando a la brevedad de unos minutos cambiado con ropa de entre casa, tomando su celular para ordenar una pizza tal y como había mencionado el mayor. Una vez hecho todo, se fue a sentar a un lado del magnate.

Lo sé, creen que soy una amenaza cuando lo único que intento es proteger a la ciudad, hacer lo correcto, hacer las cosas bien. Pero no, J.J.J se encarga de hacerme la vida imposible, publicando en el diario que soy mala influencia y bueno, una "Amenaza". Yo le vendo las fotografías pero aún así no escucha cuando intento decirle que sea considerable con Spider-Man... Oiga, ¿puedo ver su celular? Nunca tuve uno tan lujoso entre mis manos.

Claro, ¿por qué no? Todo lo que quieras. — le pasó el móvil, mirándolo fijamente. — Está desbloqueado, tengo juegos por si los quieres usar.

El arácnido recibió el celular y miró el funcionamiento del mismo, mostrándose bastante asombrado ante tanta tecnología. Sin embargo discretamente fue hacia los mensajes donde claramente había textos de mujeres, algo que le hizo rodar los ojos pero hubo uno que le llamó la atención, una conversación que abrió diciendo que si ya habían tenido relaciones sexuales con su persona, a lo que el magnate respondió « Tranquilo, me tiraré al niño y ganaré la apuesta. »
Tragó en seco y desvió la mirada, tocando dos veces el botón de inicio para luego deslizar su pulgar por la aplicación hacia arriba, cerrándola.

Ya... creo que... debí suponerlo... Es decir, ya sabe, que su teléfono es cool y eso... — le devolvió el celular y frunció levemente el ceño, se sentía estúpido.

Por su parte el magnate guardó el móvil en el bolsillo de su saco, notando el repentino cambio de actitud del más joven.

Vamos, Parker. Te puedo dar un Stark Phone cuando quieras, no hay necesidad de ponerse sensible. ¿Qué esperabas de mi? Puedo darte lo que quieras, es decir, sabes que el dinero no es un problema. — contestó.

¿Qué esperaba de usted? Realmente no sé que es lo que esperaba de usted. Como sea, voy a buscar un poco de agua, ¿quiere algo? — se paró, comenzando a caminar hasta la cocina, abriendo la heladera para tomar una botella de agua y una de cerveza, volviendo con ambas en la mano.

— ¿Cómo dices? – se extrañó, usualmente le diría un cumplido o algo similar pero esta vez no fue así pero lo pasó por alto, recibiendo la botella de cerveza. — Gracias, niño.

Se sentía extraño, realmente el comportamiento ajeno había cambiado de un momento a otro, como una balanza desequilibrada. Bebió un poco de su bebida y posteriormente la dejó en la mesita de centro, guardando silencio para pensar un tema de conversación. Cuando el estudiante se volvió a sentar decidió hablar una vez más.

Entonces... ¿Te gustaría un Stark Phone o no?

—  No, gracias. Me gusta conseguir las cosas por mi cuenta, no que alguien me las regale. No podría vivir conmigo mismo si así fuese.

— Entiendo, Parker. Pasaré al baño.

El ambiente se había puesto tenso y el mayor necesitaba despabilarse, puesto a que pensaba a qué se debían esos cambios de humor típicos de adolescentes, algo que en su momento a él también le había ocurrido. Se retiró el saco y lo dejó a un lado, le había dado calor, aunque tenía el ligero presentimiento de que se estaba olvidando algo.
Una vez en el baño se mojó el rostro, mirándose al espejo detalladamente, algo que estaba acostumbrado a hacer desde hace ya tiempo.

Por su parte el castaño ahora se sentía afligido, entrelazando sus propias manos y mirando a un punto fijo, proyectándose a si mismo como si fuera un juguete, una especie de objeto descartable nada más ni nada menos por la persona que más admiraba. Por supuesto, ¿qué estaba pensando? ¿Que era especial? ¿Que era especial para el gran Tony Stark? Por supuesto que no, era uno más.
Frotó sus manos por sus ojos, dejando el tema a un lado y sacudiendo su cabeza, olvidando lo que había visto hace unos segundos. No era especial, era uno del montón.

En cuanto el millonario volvió se fue a sentar en una silla correspondiente a la mesa donde se comía, mirando que estaba igual que cuando se fue.

¿No vas a preparar la mesa, niño? Creo que es de mala educación no servir a los invitados. Y hazme el favor de pasarme la cerveza. —dijo en un tomo animado, cruzándose de piernas.

Le llegó a molestar un poco pero sería educado hasta el último minuto, tenía principios y valores. — Claro que sí, señor. ¿Algo más? ¿Una copa de vino, su majestad? — respondió en un tono irónico seguido de una sonrisa forzada. — Es broma, no se ofenda.

El anfitrión comenzó a preparar la mesa con vasos, manteles, las bebidas, servilletas, dos platos, entre otras cosas. Cuando finalizó se sentó en una de las sillas en frente del adverso.

Peter, ¿qué pasa? Tu actitud cambió de un segundo a otro, ¿se te vino algo a la cabeza? ¿Es el cambio de humor típico de niños? Vamos, no estés así. Estoy yo, puedes contar conmigo, si quieres. Además quisiera decirte que--

El timbre sonó y el menor se paró para abrir la puerta, tomando algo de dinero para pagar y volver a entrar, cerrando la puerta detrás de si.
Su rostro carecía de expresión alguna.

Bueno, la cena ya está lista, Stark. — dejó la pizza en la mesa y la abrió, retirando la tapa para tomar una porción y comenzar a comer. — Y con que... todo era una apuesta, ¿no?

El mayor se quedó estático, notando como una horrible sensación se hacía presente, al igual que el entorno se tornaba más pesado que antes.

»Not Just A Kid« [[Starker]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora