Capitulo 13.

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MARATON 5/6

"Justin"

Estaba a punto de quitarme la sábana y volar como el viento... no era del todo cierto pero estaba trabajando en ello. Nikki había tenido sus malditos ojos sobre mí desde el otro lado del salón toda la noche. Y cuanto más bebía, mejor me parecía. Odiaba sus tetas falsas, pero mis dedos querían pellizcar sus pezones como ella me estaba desabrochando mis Levis 501. El exagerado gemido molesto sacó la mierda de mí. ¿Quieres saber qué me jodía? Doc. Ni siquiera una llamada telefónica para ver si estaba bien. Ni un maldito texto... Nada. —Dame un beso —solicitó la rubia frente a mí. —No —respondí sin rodeos. —¡Justin, bésame! —exigió ella tirando de mi cuello.

Me agaché alrededor de la mano que me sostenía del cuello. —Dije que no. ¿Por qué no te chupas mi polla? —escupí, tan insensible como pude. No había una identidad falsa con esta chica para que hiciera exactamente lo que iba a hacer. Ella se rió, ajena, ya poniéndose de rodillas. ¿Cómo te fue con las chicas que estaban detrás de la barra? Mi mente se quedó en el limbo, pensando que no era ni caliente ni digna. Apenas había un gracias por la comida que le había comprado la otra mañana. A continuación, un texto simple para ver cómo se sentía ella y me mandó de paseo.... ¿Quién era Dale de todos modos? ¿Y por qué diablos me sentía culpable por tener una chica de rodillas delante de mí? —¡Justin! —gritaron, y mi cuello se volvió para ver quién me llamaba... Nikki se quedó sin siquiera empezar. Página77 —Ella está aquí. —Wink me miró y luego hacia la blusa desabrochada de Nikki—. ¿Me estás tomando el pelo? Elimina esta mierda, ahora —dijo con enojo. —¡Ay! —Volteé en la dirección opuesta en el instante en que el grito de dolor llegó a mis oídos. Doc había caído directamente en su culo y se seguía deslizando porque ella estaba empapada. Completamente empapada. Parecía un cachorro setter irlandés mojado. No fue sino hasta ese momento Wink habló con los dientes apretados —¡Botón de los pantalones! Este es un establecimiento con más clase que esto.... Mis reacciones lentas me sorprendieron. Yo estaba más borracho de lo que me daba cuenta, pero conseguí abotonarme hacia arriba. —Doc, ¿estás bien? —le pregunté mientras ella se ponía de pie, con la boca abierta del disgusto. Nikki se agarró de mi brazo y dio un respingo de distancia, dándole una mirada de mierda. —¿Esta es tu novia? —preguntó Nikki, echando un vistazo a una ______ empapada. —¡No! —gritó Doc. Mi mandíbula estaba apretada con fuerza, como un maldito cocodrilo, cuando de repente Todd se unió al partido no tan privado. —¿En serio? ¿Por qué la dejaste entrar? —lo acusé. —¡Justin! —Me advirtió Wink. La boca de Doc estaba cerrada y ya que se asemejaba a un perrito mojado, sus ojos siguieron el ejemplo. El dolor se apoderó de sus características... podría haberme golpeado a mí mismo por lo que había hecho. —No quise decir... Ella se fue tan rápido como había venido, corriendo de nuevo hacia el bar. —Amigo —le dije a Todd. —Lo siento... La llamé por ti —explicó Todd—. Ella está estacionada en el frente, K. Wink asintió. Página78 —Ve a través de la puerta. Eso sería más rápido. Así lo hice, lo que desencadenó la alarma de seguridad, que sonaba en la noche. Cuando doblé la esquina bajo la lluvia, que estaba cavando en sus pantalones vaqueros muy bien gastados. El agua subía por la calle, corriendo sobre sus pies y mientras hacía clic en la llave abría su coche, uno de sus zapatos quedó atrapado en el flujo de agua. En mis botas de cuero, me bajé del bordillo y lo agarré. Sus ojos me encontraron de pie hasta los tobillos en el agua. Me metí en ella como el agua que se filtraba en mis botas. —¿Cenicienta? —le pregunté, levantando el flip-flop. La lluvia surcaba su rostro, ¿o eran lágrimas? —Es una flip-flop, no un zapato de cristal. La vida no es un cuento de hadas, Sr. Bieber. —Seguro que podría ser. Y estamos de vuelta con ese Sr. Bieber... mierda, ¿eh? ¿Incluso después de que te llevé a casa la otra noche? Ella me arrebató el flip-flop y se lo deslizó de nuevo en su pie. —Nada de lo que pasó esa noche volverá a suceder. Yo no soy realmente el tipo de chica para tener sexo detrás de un bar —dijo ella, abriendo la puerta del coche. Yo la cerré de golpe antes de que se pudiera subir en él. —No pasó nada allí, por cierto. ¿Por qué has venido aquí? —Soy su terapeuta, Sr. Bieber. Usted no se presentó a su cita y yo estaba preocupada. —¡Maldita mierda! —grité, golpeando la lluvia de mis pestañas. Su dedo pinchó en frente de mi cara como si yo tuviera dos años. —Yo podría solicitar una orden para usted en este momento. Su cabello estaba empapado y su rostro parecía un mapache. El más caliente mapache que había visto nunca. —Vamos a hacer la terapia en este momento —le sugerí. —Sr. Bieber. Eso sería muy... Yo la empujé contra el coche y presioné mi cuerpo al de ella. Me cernía sobre ella por un pie, y una parte de mí quería intimidarla. —Basta ya de esa mierda de Sr. Bieber —le dije. Página79 Su boca se abrió ligeramente a medida que sus ojos se entrecerraban. Como si estuviera disgustada conmigo, pero al mismo tiempo yo la encendiera, creo. Quería saborear esos labios carnosos. Quería saber si su lengua era tímida o agresiva. Y quería ver si sus ojos rodaban hacia atrás cuando me enterrara en su interior. —Di mi nombre —pedí. Las pestañas alrededor de sus ojos se abrieron en abanico y el gris de sus ojos parpadeó, otra vez entre mis ojos y mi boca. —¡Dilo! —exigí con los dientes apretados. —Justin —susurró. Era más difícil ahora, que cuando estaba a pulgadas de la boca de Nikki. —Dilo otra vez. —Justin... Esta vez sonó más como un grito y yo quería darle un beso igual al que ella me había dicho que le gustaba. Borracho o no, yo lo recordaba. Pequeños picotazos lentos. Solo un poco de la lengua. Yo no iba a meter la pata. Su barbilla temblaba como la lluvia arrojada hacia abajo. De hecho, me había olvidado de que estaba lloviendo hasta que la vi corriendo por su rostro perfecto. Fue entonces cuando me di cuenta de que no tenía un sujetador y sus pezones se asomaban a través de la camisa gris maravillosamente. Maldita sea. Mi lengua salió, corrió a lo largo de mis labios con solo el pensamiento de envolverlos alrededor de esas piedras perfectas. —¿Buscas a todos los clientes que no se presentan? —le pregunté. —¿Qué? —Si uno de ellos no se presenta, ¿lo rastreas? —No lo sé —contestó apretando sus ojos cerrados. —Sí, lo sabes. Dime. Sus ojos se abrieron, y los dientes se presionaban suavemente en su labio inferior. —No. No los rastreo. Eso me trajo pura satisfacción. Página80 —Voy a estar allí el miércoles. Ella asintió con la cabeza. —¿A qué hora? —le pregunté. —¿Cuatro? Asentí. —Veámonos antes de esa fecha. Por favor. —No puedo Justin... —Bien. Miércoles a las cuatro. Y juro por Dios que no quería que se fuera. Yo quería que se quedara conmigo... que fuera a casa conmigo. Todd y Wink tenían razón: yo estaba jodido. *** A las 8:30 a.m del miércoles desperté con una erección11 mañanera, pero no solo la típica erección... fue una ______ erección. Pensé en su perfecta, boca llena. La manera en que su camiseta mojada hermosamente ahuecó sus pechos, y la manera en que mi boca se hizo agua imaginando sus pezones asomando por el algodón húmedo. Sin duda había un rastro de deseo en esos ojos grises, y a pesar de lo poco ético que sabía era para ella, yo quería que rompiera y violara cada código que necesitaba para seguir... y que me violara en el proceso. Mi teléfono sonó en la mesilla de noche junto a mi taza de café. Iba a tener que deshacerme de esa erección antes de mi entrenamiento con Todd. Estirándome, agarré mi teléfono y en la pantalla leí: Doc. —¿Qué demonios? —dije en voz alta mientras hacía clic para leer. Justin. Estoy enferma. Tengo que cancelar nuestra cita. Lo siento. La decepción se apoderó de mí. ¿Que está mal? Le di a Enviar. Creo que cogí un resfriado por estar de pie bajo la lluvia. ;) Maldito calor. El ver que guiñó me puso más duro. No se puede coger un resfriado de la lluvia. Le di a Enviar otra vez. 11 Wood: Hace referencia a un pene erecto. Página81 Entonces cogí algo de este tipo que estaba respirando en mi cara. Me reí en voz alta. Yo no estaba muy familiarizado con una bromear con la Doc. Me gustó. ¿Valió la pena? Nada... grillos. Me quedé allí durante otros 15 minutos esperando por el simple zumbido que posiblemente haría mi día. Finalmente entré a la cocina y cuando me tragué mi última gota de café, vino el zumbido. Sí. Golpeé mi puño en el granito. —¡Sí! —repetí el texto. —¿Sí qué? Me di la vuelta y Todd estaba allí de pie, mirándome de manera extraña. —Nada hombre. Vamos —le dije, llevándolo afuera, pero no podía ocultar la maldita sonrisa en mi cara. Me gustaba la Doc borracha y me gustaba la texting Doc. Esa misma tarde, decidí dispararle otro texto y lo juro por Dios, escribí unas quince cosas diferentes hasta que finalmente me decidí por algo realmente original. ¿Cómo te sientes? Envié. Ella respondió casi inmediatamente. ¡De mierda! :( Sin voz. Hmmm. Creo que te gustaría sin voz. Contesté. Sin voz. Sin comunicación. ¿Sin hablar en absoluto? ¡Sería tú! Eso me hizo sonreír. He escrito lejos. Podría darte una dosis de algo. Sr. Bieber. Supongo que era sexual. ¿No tiene vergüenza? Estoy bajo el aguacero y tú todavía no puedes solo.... ser... ¿apropiado? Sr. Bieber ¿Eh? Yo estaba hablando de una dosis de whiskey. Pero, ahora que lo mencionas, yo prefiero que estés debajo de mí que del aguacero. Página82 Llegaron de nuevo los grillos... esperé. Diecisiete minutos más tarde, sonó. ¿Mañana a las 3? ¿Haces ese trabajo? ¿Para que tú estés debajo de mí? Absolutamente. Te veré entonces. Contesté. Sr. Bieber. ¡TERAPIA! Doc. Voy a llamarlo como yo quiera hacerlo. El juego de roles es siempre divertido. Tú se la terapista y yo seré el paciente (quien necesita ayuda inmediata). Eres un cliente no un paciente. O ambos. La veré a las 3 DOCTORA ______. Voy a ser el tipo en una bata de hospital. Contesté. *** A las tres en punto, me senté con mis típicos jeans y camiseta pero no llevaba la bata de hospital que había pillado de un camarada doctor. No podía pensar en la última vez que había estado tan emocionado sobre algo. Estaba a punto de salirme de mi piel. —¿Sr. Bieber? —Su voz era apenas audible. Mis cejas se levantaron mientras miraba hacia ella. Un atisbo de sonrisa presente en su rostro. Cuando me levanté, me permití soltar la bata frente a mí. Esa insinuación de sonrisa se volvió completa, e incluso fui recompensado por una suave risita. La seguí de regreso, ondulando la bata arriba en un montón. Al cerrar la puerta, me di cuenta que su nariz estaba roja hacia el final. —¿Cómo te sientes? —le pregunté, tocando la punta de su nariz. Ella se encogió de hombros y miró abajo tímidamente. —Claramente, pasé por demasiados pañuelos de papel ayer. Su voz estaba ronca como el infierno... haciéndola aún más sexy. Ella se sentó en su asiento normal y me puse cómodo en el mío. —¿Cómo te sientes? —preguntó ella. —Bueno, tengo una brillante idea. Vamos a salir disparados de aquí e ir a tomar una copa. Tú no puedes hablar. No me gusta. Ella estornudó... dos veces y se echó a reír al mismo tiempo. Página83 —Me temo que sólo voy a conseguir enfermarte porque estés aquí. Debería probablemente haber cancelado hoy también. —Me alegro de que no lo hicieras. Tal vez deberíamos dar por terminado el día, sin embargo. —Pensar que yo soportaba la terapia con el fin de ver a una chica era ridículo. —Lo siento. —Ella habló con voz ronca—. No quería cancelar de nuevo. —Podríamos habernos enviado mensajes de texto —le dije con un guiño. Sus cejas se alzaron y se giró en la silla alrededor de su escritorio, agarró su teléfono y luego comenzó a enviar mensajes de texto. Mi teléfono zumbó y yo sonreí. ¡¡¡¡Gran idea!!!! Mi tuno. ¿Cuál es el punto en 4 !!!! (signos de exclamación)? ¿Por qué no sólo uno? Pone énfasis en las palabras. ¡¡¡¡¡¡¡Duh!!!!!!!! Ella sonrió mientras escribía, me gustó eso. Ahora cuando no estábamos juntos y texteando, podía imaginarla en mi mente. Mi teléfono sonó de nuevo. ¿Cómo está tu trabajo? Sin incidentes. ¿El tuyo? Envié. Sus ojos me miraron y yo esperaba por el zumbido de mi teléfono. Lleno de sorpresas. ¿Buenas sorpresas? Envié. ¿Hay de otro tipo? Eso creo. Pero me gustan las buenas sorpresas. Cuéntame. Enviar. Por primera vez me sentí cómodo en su oficina. Ella mordió en el lado de la mejilla. Siento que estás progresando. Finalmente estamos hablando. No estás tratando de meterte en mis pantalones por lo que es una ventaja. :) Solo porque no estoy empujando físicamente mis manos por tus pantalones no significa que no lo estoy pensando. Enviar Ella negó con la cabeza. Usted es un desvergonzado, Sr. Bieber. Página84 ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Tú eres la única que sacó el tema de mí metiéndome en tus pantalones!!!!!!!!!! Envié Su risa era música para mis oídos. ¡¡¡¡¡¡¡¡Eso es mucho!!!!!!!! Nunca carecí de coraje pero mi corazón dio un vuelco en la boca del estómago mientras escribía mi mensaje. ¿Nunca has pensado en ello? Sus pechos subieron y bajaron con su exhalación. Vi su cara con la esperanza de algún tipo de afirmación del pensamiento. Sería inhumano no tenerlos. Es poco ético de todas formas. Sus mejillas coincidieron con la punta de su nariz. Entonces, digamos que en 2 meses cuando esté terapizado y liberado. Le di a Enviar. ¿Terapizado? ¡¡¡¡¡¡¡¡Responde la pregunta!!!!!!!! Envié. Tal vez podríamos abordarlo entonces. Ella se mordió el labio. Solo para que tú sepas, soy muy bueno manteniendo el sexo y la amistad separados. Envié. Ella se rió una vez en voz alta y luego extendió la mano para tocar su garganta como si fuera a quitar el dolor que ella sola causó. Apuesto a que lo eres. No estoy tan segura de cómo yo estoy con eso. Mis ojos se juntaron... No estaba seguro de lo que quería decir. ¿Ella querría más? Yo podría ayudarte. Por ejemplo, podría hacerte venir antes de irme hoy. Y la próxima vez que nos veamos el uno al otro, sería como si no hubiera sucedido... a menos que tú quieras de nuevo. Envié. Ella se aclaró la garganta, pero la noté retorciéndose en su asiento también. Justin... Doc... Envié. No sé qué decir. Página85 Para empezar se podría decir que sí. Pero para ser honesto, no te sientes bien, así que no lo haría hoy de todos modos. Le di a Enviar. No pude dejar de notar que su boca estaba abierta y ella jadeaba un poco. No estaba seguro de si era porque su nariz estaba tapada y no podía respirar, o si ella estaba tan lista para irse como yo lo estaba Nuestro tiempo se ha acabado. Yo simplemente asentí. La había empujado hoy y ella lo había tolerado. ¿Textearnos ahora no se permite fuera de estas paredes? Envié. Justin. Tengo un trabajo que hacer. Lo que estamos haciendo ahora no está muy bien. No voy a estar en tu camino o tu trabajo. Estoy hablando, ¿no? Le di a Enviar. Le disparé una gran sonrisa cursi. Ella me sonrió de vuelta. Sí. Lo estás. Acerca de sexo... no acerca de la vida. El sexo es una parte muy natural de la vida. Envié. Sr. Bieber. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo sexo y fue una experiencia significativa? ¿¿¿¿¿¿¿¿¿No dijiste que nuestro tiempo se había acabado????????? Le di a Enviar. Por qué todo los ??????? ¿Por qué no sólo uno? Una pequeña sonrisa de mierda cruzó su cara ¡Énfasis! Envié. Responda a la pregunta Sr. Bieber. No. Envié. Ella arqueó una ceja. ¿No me no vas a responder o tú nunca has tenido relaciones sexuales significativas? Eso es correcto. Envié. Ella dejó caer su teléfono en su regazo y sus dedos se dispararon como garras de gato. Abiertamente apretó sus dientes. Caramente la respuesta irritó el infierno fuera de ella. Pero no miró hacia mí. ¡¡¡¡¡¡Nuestro tiempo se ha acabado por hoy!!!!!! Página86 Yo también lo creo. Apreté Enviar. Me planté estirándome mientras ella hacia una nota en su maldito bloc de notas. Antes de que pudiera reaccionar, sacudí el bloc amarillo lejos y lo sostuve encima de su cabeza leyéndolo. Aunque esperaba algo malo, eso no fue en absoluto lo que encontré. Había sólo cinco palabras escritas. Ingenioso. Divertido. Encantador. Dulce. Atractivo. Las cuatro palabras, no las entendía. Yo no era todo eso de dulce. Mis ojos se posaron en los suyos inocentes y redondeados mirándome. —Eso debería leerse malditamente divertido. No solo divertido —dije entregándole de vuelta el bloc de papel. Rápidamente, ella trazó una línea a través de divertido y tiró el bloc en su escritorio. —¿Quieres saber cuál sería mi lista sobre ti? —No lo creo —chilló. —Ouch. Estoy herido —bromeé, pero pensé que ella realmente podría querer saber. Ella abrió la puerta y yo torpemente salí, pasando a dos personas en el pasillo así que nosotros realmente no hablamos. Con su comportamiento profesional de vuelta en su lugar y repentinamente irritada, me sentí como un "cliente" de nuevo. Ella se movió incómodamente mientas yo salía y todo lo que le di fue una inclinación de cabeza. ¿Qué demonios? ¿Cómo eso fue tan malo con tanta rapidez? Supongo que no iba a hacer que ella se viniera en cualquier momento pronto.

Sessions Interrupted➳jb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora