Ella...

Mi primera novia.

Suena tonto, porque posiblemente dirán "no me creo que nunca hayas tenido novia antes", bueno, yo no lo consideraría así, sí, salí con otras chicas, me gustaron, no sé si me enamoré, ni nada por el estilo, pero nunca quise nada tan en serio en mi vida como lo quería con ella.

Ese día regresé a mi casa, y creo que nunca un día se me volvió taan largo como ese, me moría de la intriga, y de los nervios, no sabía nada sobre qué podría estar sucediendo en ese momento, y me aterraba pensar que él podría lastimarla, en ese momento, cuando me percaté de que me preocupaba por ella, pensé que era algo de sentido común, uno se preocupa por la persona que nos gusta, queremos siempre su bienestar, pero esto iba más allá, algo dentro de mi quería abrazarla contra mi y no volver a soltarla, e impedir que algo o alguien pudiera lastimarla de cualquier forma.
Pasó una hora, dos, hasta que se hicieron 5 horas. Me quedé dormido con el teléfono en mi mano esperando su mensaje, un simple "estoy bien" hubiera estado bien, pero había pasado tanto tiempo de eso y ella no daba señales de vida, así que decidí llamarla, pero mientras en la línea se escuchaba el tono de llamada, fuera de mi casa sonaba una melodía, algo bastante familiar, algo de lo que no me había percatado realmente hasta la tercera vez que intenté marcar su teléfono, entonces me acerqué a la puerta y colgué el teléfono, e inexplicablemente la melodía se detuvo también. Desesperado e impaciente abrí la puerta, y al hacerlo allí estaba ella, radiante como la vi la primera vez, no entendía por qué, pero apenas la vi, me abalancé sobre ella y la abracé, fuertemente, como si quisiera que ella se volviera parte de mi.

"Bueno, si me vas a recibir de ésta manera cada vez que me veas, me mudo con vos ya mismo"

Y la besé, muchas veces, tanto como si necesitara de su boca para respirar.

- Mudate conmigo.

Ella me miró con una sorpresa bastante obvia en su rostro.

"Sólo estaba bromeando."

Yo la miraba, sonriente e imperturbable.

"¿De verdad?"

Asentí con la cabeza.

"Wow, ¿no crees que es muy rápido?"

- Sí, y también creo que sería un imbécil si no lo intento.

"¿Puedo pensarlo?"

- Sólo 5 segundos.

"Eso es poco tiempo."

Sonreí.

"Ok, es la locura más grande que haré en mi vida, pero hagamoslo."

Y así comenzó, no sabía qué hacer en demasiadas situaciones, pero ella siempre fue paciente conmigo y me enseñó,