Apaga el sol

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Estoy tumbada en el sofá, hace calor y no hay absolutamente nada en la televisión, me dedico a cambiar de canal de manera automática. Qué aburrimiento. Es día 15 de julio, ninguna de mis amigas está en la ciudad y no tengo nada que hacer. Algo se me ocurrirá, espero. Mientras tanto apago la televisión y voy hacía mi cuarto. Mis padres hace horas que se han ido, la verdad que ya no recuerdo ni a dónde. Llego a mi cuarto y me miro en el espejo, llevo un short y una camiseta verde "a juego con mis ojos" como suele decir mi madre cada vez que me la ve puesta. Quizá debería presentarme, me llamo Natalia aunque todo el mundo me llama Naty, tengo 19 años y no creo que mi vida se diferencie mucho de la tuya. Soy de esas personas que cuando está triste escucha canciones tristes, que canta en la ducha y que cuando ríe cree que nunca podrá parar.

En el portátil acaba de encenderse la pantalla y aparece una llamada entrante en Skype, me lanzo en plancha a la cama acomodándome antes de responder.

-¡Hola Alan! - contesto alegre.

-¡Hola Naty! ¿Qué tal estás? - me responde al otro lado de la pantalla la cara alegre de mi hermano. Alan tiene 25 años y hace uno que se fue a trabajar a Inglaterra, siempre ha sido muy reservado por lo que tener noticias suyas no es muy habitual. Esa es una de las razones por las que me alegra tanto saber de él, además de que hace un año que no lo veo.

-Muy bien -respondo- ¿y tú? Hace tiempo que no sabemos de ti, ya sabes cómo se pone mamá cuando estás tanto tiempo desaparecido.

-Ya lo sé Naty, estoy muy ocupado trabajando todo el día. En realidad tengo un poco de prisa, solo quería pedirte un favor.

-Claro hermanito, para eso estamos -contesto aunque temo bastante qué me puede pedir, mi hermano tiene un peligro...

-Bueno, ya se lo diré a mamá yo mismo pero quería hablar primero contigo. Tengo un amigo aquí, que quiere estudiar español y tiene muchas ganas de ir a España. Él se ha portado realmente bien conmigo desde que estoy aquí y he pensado que podía ir a nuestra casa. Sé que a los papás no les importará, pero hablo contigo porque me gustaría que te ocuparas de él. Que salga contigo, que hagas cosas con él... No sé Naty, se que para ti igual es un coñazo pero me harías un gran favor...

-Vaya Alan... pues sí es un coñazo - respondo, me estoy imaginando todo el verano con un inglés rancio pegado a mi espalda... ¿Qué tendría que hacer con él? Si no lo conozco de nada...

-Venga hermanita, hazme ese favor, si me ayudas en esto... En navidades nos vamos juntos de vacaciones, e ¡invito yo! - sonrío al oírle eso, me encantaría pasar tiempo con mi hermano, hace mucho que no lo veo y lo echo en falta. Pero tener que aguantar al tío ese tampoco me hace mucha gracia...

-¿Cuánto tiempo vendría? - pregunto tanteando el terreno.

-¿Eso es un sí? - se ha puesto realmente contento.

-Espera, espera - le interrumpo antes de que siga hablando- todavía no he decidido nada.

-Iría lo que queda de verano pero es un chico muy majo, te caerá bien -sonríe sabiendo que acabaré accediendo.

-Ya sabes que mi inglés no es muy bueno... -enseguida me interrumpe.

-Tranquila sabe español bastante bien, solo quiere perfeccionar, vamos hermanita... ¿dónde quieres ir en navidades? - pregunta guiñándome un ojo.

-A París hermanito y te torturaré con todos los museos que pueda - le digo, y sonrío al ver su mueca de disgusto. En ese momento entran por la puerta mis padres. -Alan, acaban de llegar los papás tendrás que decirles esto, yo pensaba irme a la casa de la playa el resto del verano. Bueno le digo a la mamá que venga y hablas con ella. Ya me contareis. ¡Te quiero! - le digo mientras me voy hacía la puerta para avisar a mi madre de que Alan quiere hablar con ella.

Mi madre va hacía el cuarto. Yo saludo a mi padre y los dos nos sentamos en el sofá mientras charlamos de lo que hemos hecho, que en mi caso es poca cosa. Al rato enciende el televisor y como no pone el fútbol. Mientras estoy pensando en cómo convencerá Alan a mi madre la oigo llegar.

-Parece ser que tu hermano ya ha hecho planes por ti para el resto del verano. Hemos llegado a un acuerdo, a ver qué te parece. Tenías pensado ir con Ali a la casa de la playa ¿verdad? - pregunta.

-Sí, ella vuelve el lunes y pensábamos irnos el miércoles, así está aquí unos días y ve a su abuela que siempre la echa de menos cuando se van de vacaciones.

-De acuerdo, pues iréis los tres a la casa de la playa. Seguro que a Ali no le importa.

Vale mamá- se quejará Alan... espero que me dé las mejores navidades de mi vida... ahora a ver como se lo toma Ali...

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Este es solo el principio, después la historia dará más giros. ¿Te ha gustado? ¡Vota! ¿No te ha gustado? ¡Comenta! Espero que os guste y que sigais la historia que va a dar mucho de si. (Lo prometo;) )

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