La fiesta

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No sé si es que se alegran mucho de vernos o que cualquier excusa es buena para montar una buena fiesta. En este caso, da lo mismo. Ya me han liado entre todos para montar una fiesta esta noche en casa. Hace mucho calor y dicen que como mi casa es la única que tiene piscina… ¡Que me ha tocado! Lo que sí que me ha tocado es recoger todo mañana, ese es mi premio de hoy. Pero bueno la verdad es que me apetece mucho lo de esta noche. Ali esta eufórica mirando la maleta de arriba abajo para elegir el conjunto perfecto. Según ella “tiene al inglesito en el bote”. Ya veremos qué pasa esta noche.

                Le digo a Ali que se vista y que tenemos que ir a comprar la comida y la bebida para esta noche. Adrien se ha quedado con los chicos en la playa jugando al fútbol. Eva, Helena y Sonia se han ido a sus respectivas casas también para prepararse. Son las 7 y hemos quedado a las 10 asique todavía tenemos un rato para comprar y prepararnos.

                De camino al supermercado Ali no deja de parlotear sobre qué se va a poner esta noche, cómo se va a maquillar, qué le va a decir a Adrien y blablabla. Cuándo se pone no para de hablar, supongo que será que yo no estoy del buen humor que debería. Hay algo que me tiene distraída, tengo un sentimiento raro, pero no sé por qué. Lo mejor será que le siga la corriente a Ali y que no se dé cuenta de que la estoy ignorando sino es muy probable que se enfade.

-Dijiste que le gustaba, yo también lo creo, me mira…-estaba diciendo, cuando decidí intervenir.

-¿Con miedo? ¿terror acaso?- digo sonriendo

-¡No empieces Naty! No es para tanto, lo único que hago es no perder el tiempo. No sé por qué tú eres tan parada. El chico ese,… mm.. ¿Cómo se llamaba?-me mira interrogante y me encojo de hombros, ¿de quién demonios habla ahora?- Sí, el de antes… Mario, ¡¡eso Mario!! Te ha gustado ¿o no?- intenta hacerme rabiar.

-¿Qué? Estás loca, no lo conozco. Es guapo pero ya está-le digo mientras pasamos por la puerta del súper e intento esquivar su mirada prestando atención al carro que tenemos que coger.

-Ya… ¡No te hagas la loca! He visto como os mirabais, ahí hay algo seguro. Os acabaréis liando, ya lo sé. Eso sí, como se acabe el verano y no te hayas liado con él… ¡Te arrepentirás!

-Ya estás exagerando, hace mucho que no lo veía y está muy cambiado es la única razón por la que le miraba. Coge esas patatas anda.- Intento distraerla.

-Ya lo que tu digas –dice mirando dos tipos de patatas intentado decidirse, al final echa las dos al carro.

-Bueno y ¿qué piensas hacer con Adrien? – le pregunto más que porque me interese porque sé que así hablará de ese tema, está tan emocionada con el asunto.

-No lo sé, hacerle beber mucho –dice mientras se ríe a carcajadas- como no espabile un poco acabaré aburriéndome, seguro que cuando haya bebido es más divertido.

Seguimos hablando de todo y de nada el rato que estamos haciendo la compra y llegamos a casa, cargadas hasta arriba. Son las ocho y media, nos queda hora y media para prepararnos. Igual tiene razón Ali, estoy un poco nerviosa con eso de que venga Mario. En fin me meto a la ducha mientras suena a todo volumen “Una chica deseada”. No puedo evitar bailar y cantar en la ducha.

Al salir, me visto rápidamente. Me pongo el biquini rosa por debajo y un vestido playero de flores. Después vuelvo al baño otra vez. Allí me maquillo y me cepillo el pelo dejándolo que se seque al viento, hace calor y mi pelo siempre se queda como una plancha al secarse. Me miro al espejo… Igual debería hacerme algo en el pelo, este color marrón chocolate me aburre bastante. Cuando estoy pensando esto escucho como llaman al timbre, debe ser Adrien, son las 9 ya, estos hombres siempre apurando hasta el último momento. Bajo rápido a abrir la puerta.

Apaga el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora