Capítulo· 9· Confesión

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    —Debería darte vergüenza, tu amigo ha estado ayudándome con el desayuno toda la mañana y tú nada que te levantas.
    Victoria no hacía nada más que sonreír, pero con una sonrisa especial, de esas en las que la boca no puede estirarse un poco más, que no se borran con los segundos, de esas sonrisas sinceras de felicidad.
    —¿Te causa gracia niña? Vergüenza, vergüenza es lo que debe dar.
    Noel la miraba y le hacía gestos mientras picaba el tomate con el cuchillo. Ella sin despegarle la mirada, seguía riendo.
    —¿A qué hora llegaste Noel?  
    —Hace como una hora, pero no quizo ir a despertarte –dijo Nora.
    Tras un rico desayuno y algunas miradas algo picaras por parte de los muchachos, el sonido de la puerta interrumpió la conversación que estaban teniendo acerca de las opciones académicas que tendrían los chicos una vez finalizada la secundaria.
Nora se levantó para atender al visitante, mientras ellos nerviosos, se quedaron esperando para ver quien se asomaba por la puerta.
    El detective Hook con su típico traje de policía saludó a Nora e inmediatamente preguntó por Victoria, aun sentada en la mesa le fue inevitable retener los sentimientos de angustia, pensó que los habían descubierto la noche anterior.
Victoria se dirigió a la puerta y Noel no dudó en acompañarla, caminó junto a ella y se colocó a su lado en la puerta.
    —¿Si?
    –Hemos re-agendado el interrogatorio que teníamos para la otras semana, es de mayor importancia que te puedas presentar mañana a las 8 am en la comisaría ¿Cree que sea posible? —se dirigió a Nora.
Aliviada tomó la hoja y empezó a revisarla, miró a Noel buscando algo de confort en él.
    —Ahí estaremos. —Dijo Nora mientras cerraba la puerta.

Victoria esa noche fue incapaz de conciliar el sueño, repasaba una y otra vez la posibilidad de incriminarse con cualquier comentario que pueda hacer. Sabía que la policía estaba desesperada por respuesta y no estaba dispuesta a ser su chivo expiatorio, su mente repasaba todos los escenarios en donde la policía se enteraba de lo que había hecho y la incriminaban por la desaparición de la chica.
Daba vueltas una y otra vez en su cama, intentó poner la televisión para distraerse pero no paraba de preguntarse ¿cómo esto había llegado tan lejos? ¿Y si todo esto del paquete fue una trampa? ¿Y si los que la van a encontrar son los policías?
Cuando pudo al fin conciliar el sueño los sonidos de unos niños por la calle la despertaron, sabiendo que no iba a ser capaz de volver a dormir, se preparó para el interrogatorio.

    —Victoria Ballard, ya puede decirnos ¿Cuándo fue la última vez que vió a Annlisse?
    Ella con una mirada fija, sentía como unas gotas de sudor empezaban a crecer en su rostro, un cuerpo inmóvil y una mirada muerta no servirían para que los oficiales creyeran su historia. Sus manos estaban sobre la meza mientras intentaba arrancar pedacitos de sus dedos con nerviosismo.
    —La noche del día anterior a su desaparición o sea el Miércoles —respondió tranquila.
    —Y ¿Qué hacía alrededor de las 10:30 pm?
    —Estaba viendo Netflix, es lo que hago en mi tiempo libre.
    —Y ¿Qué hacía hablando con Annlisse alrededor de la 1:00 AM? Hora bastante extraña para hablar con un vecino.
    —Pues si, es realmente extraño, hablaba con ella por que como a esas horas veía mi serie favorita, como ya dije, pero recordé que no había sacado la basura, mi madre me mataría si se daba cuenta que no la había sacado la noche anterior. Así que me levanté de prisa y fui, cuando de pronto Annlisse me sorprende en el jardín de mi casa, caminaba sospechosa por el césped, sin embargo, me dijo que había pasado esa mañana por ahí a dejarle unas cosas a mi mamá y había perdido la cadenita que le había regalado su padre y la estaba buscando, dijo que cuando se fue a dormir notó que no la tenía y tras una larga búsqueda en su casa decidió venir a buscarla, también me dijo que no podía estar sin esa cadena ya que le provocaba demasiada ansiedad el hecho de no poderla encontrar; me ofrecí a ayudarla pero rechazó mi ayuda e inmediatamente me dijo que ya había buscado mucho, que seguramente la perdió en otro lugar y solo se fue.
    El detective la miró con fijeza incrédulo, solo hizo un sonido con su garganta asintiendo lo ocurrido.
—¿Después qué ocurrió con la niña?
—Se devolvió a su casa y yo regresé a la mía.
—Y ¿Usted espera que crea que en la madrugada una adolescente de 17 años andaba buscando una cadena perdida donde su vecina?
—Detective, yo tampoco me creí esa historia, quise averiguar qué hacía realmente en mi casa a esa hora, yo tenía mis sospechas que pasaba algo más, pero ella no me lo dijo, evadía la pregunta, pero bueno, no era la primera vez que la veía escapando de casa en la noche, por lo que tampoco le di tanta importancia.
—¿Escapando? ¿Puede contarnos más al respecto? ¿Cuántas veces la viste escapar? ¿A dónde iba?
—Yo tengo problemas de imsonio, por lo que paso despierta casi toda la noche, en varias ocasiones veía una sombra en el cuarto de ella que caminaba de un lado a otro, prendía y apagaba ciertas luces y algunas veces salía.
— ¿Y que hacía después de salir de su casa?
—En ocaciones veía un auto plateado parqueado, en el que ella se montaba, pero en otras solo caminaba hasta que salía de mi vista.
—¿Recuerda la placa? ¿Qué tipo de auto era? ¿Algún detalle distintivo?
    —Lamento decir que no, nunca le presté atención a la placa, aparte que de mi casa es un poco difícil ver. El auto creo que era un sedan de BMW, pero más allá de eso no sabría.
    —¿De qué color eran los aros? ¿Algún sticker?
    —El auto estaba polarizado por lo que nunca pude ver cuántas personas estaban dentro, no tenía stickers y a los aros no les presté atención.
    —¿Cuántas veces vió el auto frente a la casa de la joven?
    —Como dos o tres veces.
    —¿Y ella entraba por decision propia?
    —Si
    —¿Escuchabas cuándo volvían?
    —Nunca, lo cual es raro.
El detective parecía incrédulo.
    —¿Nunca viste a nadie bajándose del auto o en general a alguna persona?
    —No
    —¿Alguna otra cosa inusual que hayas visto?
    —Honestamente nunca llegué a pensar que le pasaría algo, creí que se iba con algún chico mayor o solo era rebelde, pero no, nada inusual para una adolescente.
    —Si no tienes nada más que agregar, hemos terminado por hoy —dijo el policía serio mientras tomaba notas.
    Ella salió muy asustada, su madre la estaba esperando en el salón principal y le pidió que relatara lo ocurrido, ella contó su experiencia y al final del día estaba aliviada de ayudar a la policía con información.
    —Es hora de irnos pequeña, te dije que todo estaría bien—. Aseguró su madre frotando su espalda con furor mientras salían de la comisaría.
    Más tarde ese día Victoria y Noel se toparon en uno de los recesos de la escuela, Victoria repasó toda la historia que le compartió a los policías.
    —¿Me estas diciendo que solo eso pasó?­
    —Ok, tal vez si olvidé contar ciertos detalles.
    —Ya me parecía raro, tengo todo el día. —dijo recostándose al respaldar de la silla.
    —Está bien, te cuento.

AnnelisseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora