CAPITULO IV LA INCIACIÓN

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Empecé a entrenarlos fuertemente a mi nueva tropa, física y mentalmente con el psicoanálisis de Freud, con la ideología Aria, en el cual hablaba acerca que existía una raza superior de hombres de gran fuerza y carácter descendientes de dioses.

Al cabo de un mes mi tropa rendía frutos, en el cual ya eran posibles de matar a sangre fría en unos cuantos segundos, con un rifle o una simple navaja. Además, cambié las identidades de mi brigada por entidades Austro Húngaras con raíces alemanas.

Después de dos meses fundé junto con mi tropa un nuevo partido político, llamado el Gobierno Socialista Alemán o el DSR (Deutsch Sozialistische Regierung).

Todo iba correcto, hasta ahora, a la perfección y solo pensando en mi objetivo, levantar al pueblo Aleman para conbatir a los Aliados que desicieron casi toda mi vida, quienes mataron a mis padres, hermano y hogar, solo por un simple ataque...

EL REVIVIR DE UNA PESADILLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora