Capítulo 24

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-Hola Elizabeth- saludó alegremente, muy cínica de su parte.

Yo aún impactada sobre su aparición, me quedé callada.

-¿Piensas quedarte toda la tarde parada frente a la puerta o me vas a dejar pasar?

-¿Disculpa? Finges tu maldito suicidio, me traicionaste y te das el gusto de venir aquí- reclamé. Se acercó lentamente a mi rostro y me rodeó con sus brazos mi cintura.

-Pero tú eras esa chica solitaria que necesitaba mi ayuda- me besó en los labios suavemente.

Quité sus brazos de mi cintura y me adentré a mi casa -Vete- alcé la voz y ella entró detrás mío.

-¿Por qué no mejor te sientas y me escuchas?- propuso muy tranquila a lo que ignoré lo dicho y volteé a verla.

-¿Por qué diablos te haría caso?- pensé estar alucinando su existencia.

-Fuiste subastada, ¿cierto?- agrandé mis ojos como platos- Tu verdadero nombre es Victoria, tus padres biológicos se encuentran en Londres, tus padres adoptivos, si es que se le puede llamar así, parece que se dedican a cosas muy sospechosas, la desaparición de Tessa, los mensajes de anó...

-¡Callate!- grité y me senté frustrada en el sillón, recargué mis codos sobre mis rodillas y cubrí mi cara con ambas manos.

-Tal vez puedes relajarte un día de toda esta mierda y yo pueda ayudar en eso- hizo una mueca mirándome.

-Claro que me puedes ayudar...-dirigí una mirada a ella- largándote de mi casa- la fulminé con la mirada.

-Elizabeth, tuve

Quitó con delicadeza mis manos de mi cara, me acarició viéndome de manera fija y me besó con pasión. Me recostó en el sillón, se posó sobre mi sin interrumpir nuestras bocas, saboreando su sabor. Metió su mano dentro de mi playera, subiendo hasta mis pechos, los apretó.

-¿Qué eres capaz de hacer por mi?- perdida en sus besos, caricias, la manera en como me hacía el amor...

-Todo Wendy- respondí en un susurro

-¿Cobrarías venganza por mi?- me beso el cuello, lamió mis pezones mientras yo disfrutaba del placer.

-Si- pude alcanzar a decir antes de gemir 

-¿Te suicidarías por mi?- me mordió la oreja, no era tan consciente de las preguntas, asi que volví a afirmar.

-Esa es mi chica- me beso desenfrenadamente e hicimos el amor.


Media hora después...

Desperté sintiéndome mareada, me levanté para ver si estaba Wendy. No estaba en mi casa, dudaba de si había sido real su presencia o si me habían drogado. Me asusté, mi mente estaba alerta en todo. Me dirigí al baño para darme una ducha y alistarme para mi cita probablemente peligrosa.

Al terminar de arreglarme, tomé las llaves de mi auto, bajé las escaleras, mis piernas me temblaban, tenía un mal presentimiento del cual no se si mi vida estaría en riesgo. Salí de mi casa y subí a mi auto yendo a la dirección que me marcó el papel.

Durante el transcurso de mi viaje hacia mi destino desconocido, puse música, pero mi reproductor del auto se distorsionó con la música para pasarse a una grabación.

¡Hola Elizabeth! ¿Qué tal el último día de clases? Oficialmente pasarás a ser universitaria, el clima está hoy algo caluroso, ¿no crees? Esta noche cambiará tu destino, no puedes cambiar de ruta por ningún instante, ya que si lo haces, el auto explotará. Si lo detienes, igual explotará. No puedes contestar tu celular, si pides ayuda a la policía, ten en cuenta de que te encontraran hecha pedazos antes de que lleguen. Cuidado con salirte del auto, te dispararán y no me servirás herida. Que tengas un excelente viaje.


¿Suicidio? -EN EDICIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora