ocho //

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Había la semilla de un mango en un plato, junto con un poco de agua en una botella y su hermano viéndolo. La guía decía: «Succiona la semilla del mango e imagina que es vuestra pareja», y así lo hizo Armin. Aunque no le salió, y quedó lleno de mango, dio un paso más y se llevó un golpe.

—¡Eh! ¿Y eso?

—Porque me da vergüenza que seas mi hermano y no sepas succionar bien un mango. Tontísimo.

Como besar y no morir en el intento; 01 ➛ CDM | ArminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora