Mentiras.

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Hiruzen se encontraba en el hospital de su aldea, a su lado se encontraba Naruto que seguía en un estado seudo insconciente debido a lo que aparentemente fue un intenso y masivo uso de energía. Sus brazos fueron los que sufrieron más daño debido a las quemaduras en sus brazos que a cada segundo se curaban un poco más, la habilidad regenerativa que le daba el chakra demoníaco que se filtraba, era suficiente para poder sanarlo y mantenerlo vivo sin importar los daños, una noche de descanso casi siempre era más que suficiente para que el cuerpo del rubio se sanará en su totalidad.

Hiruzen tenían una expresión pensativa, al ver los ojos del muchacho no era difícil entender que su situación se había tornado muy delicada. Los ojos de Naruto supuestamente era una leyenda contada por los ancestros que se encontraba en cada uno de los clanes de todas  las aldeas conocidas, solo el y unos pocos sabían que Jiraiya había tenido experiencia con estos poderosos ojos, si esto salía a la luz, una guerra con el objetivo de destruir a Naruto se podría desencadenar sin duda alguna, o peor aún, una guerra civil podría devastar a la aldea.

Está situación debía ser trabajada con toda la precaución que se pueda tener y para eso, necesitaba recurrir a dos de los patriarcas más fuertes que tenía su aldea, ambos shinobis sobresalientes y más importantes, portadores de Kekegenkai visuales, o doujutsus, por ende, ellos eran su mejor posibilidad para tener las cosas bajo control. El Tercero creo un par de clones de sombra que desaparecieron en busca de sus objetivos mientras que el real junto con el Uzumaki también desaparecieron para ir a un lugar más seguro.

En las sombras, cerca del edificio del hospital, un cazador ambu con una máscara diferente a las normales, y con una túnica negra, espiaba a su Hokage y veía como este lo llevaba a otro lugar, el Shinobi estaba por seguir al tercero y reportarle a su amo, pero en el momento que  se puso de pie, un cuchillo atravesó su cuello causándole una muerte instantánea, detrás de el, apareció el ambu pelinegro que eliminó al soplón de raíz, la situación debía ser tomada en sus propias manos, ya había permitido muchos movimientos que causaron más daño de lo esperado, y el tercero ya no era alguien digno para garantizar la seguridad de Naruto, heredero de dos de los shinobis más poderosos de su nación y del mundo. El ambu siguió de cerca a Hiruzen aunque a una distancia bastante prudente.

Hiruzen se ubicaba en una guarida secreta dentro de su aldea, solo el y unos pocos sabían del lugar en el que se encontraba, por ende, era el mejor lugar para poder discutir lo que estaba por suceder. A los pocos minutos de su estancia en el lugar, los dos hombres que había solicitado con anterioridad habían llegado. El primero en entrar era el capitán de la fuerza policíaca de Konoha, y patriarca del clan Uchiha, Fugaku Uchiha, clan que se encargaba de la seguridad interna de la aldea y poderosos guerreros, temidos en todas las naciones. El otro hombre era Hiashi Hyuga, líder del clan Hyuga, un clan antiguo, reconocido por su honor y su estricta forma de ser.

Ambos hombres eran los portadores más fuertes hasta el momento de sus respectivos Doujutsus, Fugaku con el Sharingan y Hiashi con el Byakugan. Estos hombres se mostraban algo tensos, ser citados de esta forma y el encontrarse en ese lugar era suficiente para ponerlos tensos, aunque aparentaban un aspecto relajado y un porte inmutable, algo digno de dos jefes de clanes. En las sombras a lo lejos de ellos. El ambu observaba todo oculto con un ninjutsu de camuflaje que lo unía a una pared.

- Entonces, Tercero. A qué debemos la razón de esta reunión?- preguntó Fugaku, no saber que sucedía lo ponían incómodo.

- Es algo de suma importancia. Ustedes me ayudaran a ocultar un secreto de nuestra gente y del resto del mundo, este secreto será de prioridad S, lo que está por pasar, debe irse con nosotros a la tumba de ser necesario. Antes de decir algo más, tengan claro esto. Yo mismo los destruiré a los dos y a cada una de las personas que se hayan enterado de lo que están por saber. Está completa y perfectamente claro.- El Hokage termino de hablar con su voz de autoridad, un tono de voz que no usaba de esa forma desde hace mucho, mucho tiempo.

Imperio Perdido. Naruto Demonio NinjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora