Pills to swallow

Pills to show

Los rayos del sol iluminaban poco a poco a una extraña isla que se alzaba en el medio del océano, proporcionando a la guitarrista una visión surrealista de la forma que esta poseía: parecía como si una explosión nuclear hubiera tenido lugar allí, congelándose en el momento en que el hongo de la explosión comenzaba a expandirse. El material de la isla parecía hecho con una especie de piedra rosácea , que destellaba a medida que los rayos del sol la tocaban. Algunas superficies de la misma parecían tener pasto, o musgo, que de alguna forma inexplicable había crecido en aquel vasto lugar.

Durante el trayecto, el trío no había cruzado palabra alguna, y fue gracias a la visión de Plastic Beach en la lejanía, que Murdoc encontró el cuchillo que necesitaba para cortar ese incómodo silencio y poder comenzar a hablar a Pills, para asegurar así que su cortejo fuese exitoso.

La majestuosa isla 'Plastic Beach'... así llamaremos al próximo disco, ¿sabes? ¿La imaginabas similar o qué te pensabas? - esbozó una sonrisa algo falsa, debido a que intentaba volver la conversación algo más divertida y con bastante esfuerzo de su parte. No era su costumbre ser tan preocupado por una chica que se tiraría una noche y ya. Pero Pills sería su guitarrista de reemplazo, por lo que debía ser estratégico para poder liarse con ella: finalmente, estarían encadenados a Plastic Beach hasta que acabaran de hacer el disco. O unos cuantos hijos.

La verdad, me imaginaba que... pues no sé. Que estaría hecha de plástico... - Pills sonrió ante tamaña imbecilidad que había sincerado al bajista. 2D solo observaba la isla, con pánico.

Bueno, no estás muy equivocada Pills. Esta isla se formó gracias a toda la basura compactada que cae en este océano... - los ojos de la mujer se abrieron lo suficiente como para que Niccals, mirándola disimuladamente, pudiese captar el mensaje de que había logrado seducir a la joven con el relato.

Verás, un hombre que vive en la costa contraria a este lugar, me mencionó algo sobre unas fuerzas electromagnéticas parecidas a un "no-sé-qué-delasbermudas", y que ese era el motivo del por qué la basura se acumulaba en este punto del mar. Y fue así que junté mis ahorros de todos estos años, y establecí nuestro nuevo centro de grabación - el bajista sonrió disimuladamente: este punto final era mentira, pero Pills lo ignoraba (aunque intuía). Antes de llegar a ese lugar, el patético Stuart Pot había sido obligado por Niccals a cometer un delito en el banco de la ciudad roñosa y cercana al bar en el que habían conocido a la guitarrista la noche anterior.
Luego de haber robado el banco junto al Cyborg de Noodle, esta última fue baleada en la cabeza mientras ocurría una persecución en la carretera y posteriormente, se descompuso debido al daño que el disparo provocó en sus circuitos centrales. Esto conllevaba a que Cyborg-Noodle fuera inútil para crear el disco, y también para proteger a Murdoc de los caza-recompensas que le buscaban tanto por robo, como por estafa (para variar). Por eso le urgía encontrar a un guitarrista y un guarda espaldas. Aunque lo segundo podía ser modificable, por supuesto.

Después de toda esta serie de sucesos desafortunados, pudo construirse Plastic Beach. Además de ser una isla artificial, compuesta principalmente por toda la basura que producen en tierra firme, está construida con dinero robado.

Así que es basura... - Pills tenía su mirada fija en la isla, que a medida que se acercaban, iba creciendo desproporcionadamente. Era muchísimo más grande de lo que ella creía, y ya había tenido esa sensación antes: cuando conoció la Torre Eiffel con los compañeros de su banda hace unos 5 años atrás. Se veía chiquita y a medida que caminaban hacia ella, era desmesuradamente grande. Como una jugarreta visual que tanto la torre Eiffel como Plastic Beach, te hacían.

Stuart sintió un escalofrío en su espalda y se percató de que sus manos estaban heladas. Las acercó a su boca para calentarlas con su aliento mientras deseaba con desesperación pisar "tierra" pronto. Estar en el mar sólo le estaba matando de los nervios: podía sentir en el agua el murmullo de una gigantesca aleta paseándose bajo ellos. El terror lo apresó y se quedó inmóvil nuevamente, con la vista fija en la isla.