Miércoles 14 de agosto del 2015.
Apretó el botón plateado que se encontraba en la esquina de la enorme máquina expendedora de dulces. Había visto un chocolate de papel dorado que la atraía como las monedas de oro a duendes irlandeses. La verdad era lo único que le apetecía en este minuto, el exceso de sudor en las noches, el dolor de cabeza o el hecho que se resfriara constantemente hace casi un año atrás la estaba volviendo loca. Cuando la máquina iba a lanzar el apetecible dulce, se atascó. "Demonios" murmuró enojada, no había visto el cartel que decía "en mal estado" (que claro, estaba escrito con letras mal hechas y pequeñas). Su mala suerte parecía extenderse hasta con el simple hecho de saborear una barra de chocolate. Miró el reloj en su muñeca y supo que debía juntarse en un gimnasio espectacular de la universidad de Loyola, acá en Nueva Orleáns, la ciudad más grande del estado de Louisiana. Apenas había entrado a clases el día 7 de septiembre, vio el aviso que se necesitaban muchachas de apariencia decente para entrar al equipo de porristas que alentarían este año escolar al equipo de fútbol americano de la universidad. A Solar le llamaba mucho la atención todo lo que fuera relacionado con ejercicios físicos, saltos, gritos, la apariencia. No por nada fue la porrista principal en el High School, una chica conocida por todos, tal vez algo perversa con los de apariencia un tanto "nerd" pero buena amiga de corazón.
Si había tenido esa personalidad un poco desagradable con quienes no la conocían de verdad, se le debía dar las gracias al hombre que fue su primer novio a los 14 años, un desgraciado de pies a cabeza.
Estaba bajando los peldaños de la escalera cuando de improviso sintió un mareo y un leve dolor en el centro de la cabeza. Era como si todo a su alrededor se diera vueltas y vueltas como le sucede a los borrachos. Un quejido fue lo único que pudo pronunciar antes de tantear con la mano la barandilla de su lado, posar la mano y caerse hacia delante en un desmayo.
Lunes 3 de agosto de 2012, Jacksonville, Florida.Los autos llegaban con la música a volumen máximo, tanto así que las ventanas y los asientos vibraban. Durante días se comentó lo grandioso que sería la fiesta de cumpleaños de Eric Nam, irían los chicos más populares que pudieses ver, con un estatus socioeconómico delirante. Ese día, Solar había estado toda la tarde pensando en la casa de su abuela (donde vivía) que podía regalarle a su novio. No importaba, hace tan solo 4 meses llevaban saliendo pero ella, una morena de buen corazón, creía que era el amor de su vida, un muchacho ideal tanto físicamente como su personalidad. Siempre le decía que la quería, que iban a estar bien juntos, que no escuchara los malos comentarios de los demás. A decir verdad, Kim Yong Sun a sus 14 años era bastante sencilla, con un cuerpo normal sin muchas curvas pues aún estaba en el comienzo de la adolescencia, por eso a Eric lo molestaban, por salir con una niña perdedora.
- Solar: adiós abuela –besó sonoramente su mejilla- iré al centro comercial para darle algo a mi novio, hoy es su fiesta
- Teresa: ese chico no me gusta nada, tiene un...no se qué –la abrazó un momento antes de partir por el regalo. Sí, aquel dulce gesto sería tan distinto al como estaría al otro día, ese en que su Solcita no parecería la nieta adorable.
Y allí se encontraba Solar, se había comprado una camiseta celeste y pantalones sencillos. El rubor en sus mejillas y algo de brillo era todo el maquillaje que tuvo que colocarse. Su propia abuela la había dejado en un auto poco agraciado, que casi se caía a pedazos por el año de fabricación 1960.
Solar avergonzada le pidió que la dejara al menos una cuadra lejos, mientras menos fracasada se viera, mejor. A medida que iba llegando, se sintió como no deseaba estarlo. Las chicas llegaban en preciosos automóviles, en grupos de amigos y ella tan sola.
Se escuchaba la estruendosa música, los gritos, la gente lanzándose de bomba al agua en la piscina del patio trasero. Calculaba visualmente que al menos 200 chicos había. En realidad no era problema ya que la casa daba abasto para 2 veces más aquello.
Solar: preparada Yong Sun? –murmuró con inseguridad, era como si entrase a la casa del terror en los parques de diversiones pues muchos la miraban de reojo como si fuese extraña- maldición... tranquila, solo busca a tu novio y estarás bien....-cuando pasó por la sala de estar, unos muchachos borrachos derramaron sin darse cuenta un recipiente de cerveza en sus zapatos, sintiendo pegajosos los dedos- oye! Mira lo que...
XX: lo..sien....siennto, perr perrrro toma –le pasó un pañuelo- te servirá pa para secarrrrr secarte el pie..digo..los 2...-hizo una mueca de asco, su aliento era puro del vodka, el ron, el "pisco", la coca cola.
En otra parte de la casa, una muchacha de casi los 17 años se separó bruscamente del cuerpo de aquel fornido moreno de ojos verdes, provocándole dolor en su entrepierna
XX: Eric! No escuchas la puerta? Henry dice que acaba de llegar tu noviecita....-estaba respirando agitada mientras el muchacho volvía a besarle el cuello con lujuria- Eric!! Basta ya! Nos puede descubrir
-Eric: ni que fueras la primera con quien me acuesto...está bien...-molesto se levantó de la cama, dirigiéndose hacia el baño para colocarse otra ropa interior y exterior, ver si en su piel quedaban huellas del "delito" cometido. Siempre se cercioraba que no tuviese labial o perfume de mujer, manchas en su cuello provocado por sedientos labios o rasguños sospechosos. Había hecho una mueca cuando le dijeron que Solar había llegado, tal vez sí era cierto que le avergonzaba estar de novio con una muchacha que tenía los valores "bien enseñados" por su abuela. Hasta creía él que se haría una devota monja y no conseguiría acostarse con ella. La idea que tuviera 14 años le encantaba, la idea de explorar su cuerpo también pero tan solo necesitaba convencerla.
-Solar: -estaba parada en un rincón con una bolsa en la mano, apartada del resto- Amor!
-Eric: pequeña! Como estás eh? –besó sus labios un momento- fresa...mmm...me gusta...
-Solar: no como quisiera, uno de tus invitados derramó cerveza en mis pies pero bueno, al menos no ensució esto –le acercó la bolsa con el regalo dentro- feliz cumpleaños...
-Eric: -sacó el oso de peluche que tenía una gorra y un guante de beisball. Eric Nam era del equipo de béisbol de la preparatoria- ah.....lindo....-en realidad le parecía ridículo pero no podía esperar algo sobrenatural de su novia. Ella era sencilla como una flor, ingenua y dulce a más no poder, atributos positivos fáciles para cumplir los caprichos de un chico que poco le importa los demás- pues vamos con el resto eh? Vamos a bailar! –la tomó de la mano, dejando el regalo en el suelo y bailando con ella en medio de una pista de baile especialmente preparada para su cumpleaños.
Le habían entregado una cerveza a Solar, en ese punto de la noche habían ya algunos emborrachados que no veían a la morena como la chica "inocente" y perdedora, sino como una más del montón. Tratando de encajar como muchos chicos a su edad, tomó la cerveza y bebió un poco, fingiendo que era demasiado. No le gustaba el alcohol y tampoco fumar pero no quería tampoco que la miraran como un bicho raro, a veces se preguntaba que había visto Eric en ella siendo tan atípica a las chicas que lo rodeaban. Tenía permiso solo hasta las 2:30 de la noche y eran ya la 1, Eric no quería perder el tiempo, le molestaba a veces esa sobreprotección de su abuela.
Algunos afuera se sacaban la ropa para quedar en trajes de baño y lanzarse para nadar cual peces desenfrenados en el agua, otros estaban revolucionados con los juegos de video de última generación que Eric había comprado para la fiesta, otros comían y bebían en el césped.
-Eric: vamos amor? Quiero mostrarte algo -Entrelazó los dedos con ella que estaba levemente pasada con la cerveza- a veces las parejas necesitan...ciertas cosas para demostrarse que se aman...recuerdas mis promesas?
-Solar: -sonrió algo mareada- sí, eres como el príncipe de los cuentos que nadie tiene más que ...que yo...-volvió a sonreír como si estuviera carente de cordura. Su novio había entrado a la misma habitación que horas atrás estuvo con una chica, besando el cuello de ella- mmm....eso me gusta...
-Eric: enserio? –la observó fijamente para ver que tan seguro estaba de decirle lo que planeado tenía- pequeña...tú sientes que te amo cierto? –ella asintió, suspirando con sus palabras, era tan hermoso cuando hablaba, más si era en la privacidad- sabes? Yo no siento que me amaras tanto...necesito que me lo demuestres
La había sujetado de la cintura, descendiendo las manos hacia su pantalón, diciendo la típica frase de hombres que consiguen lo que desean por medio de la sucia persuasión, aprovechándose de una muchacha que de ingenua lo tenía todo. Lamentablemente su abuela la sobreprotegía demasiado, aquello también influenciaba en su personalidad.
Una muchacha debía tener carácter, saber ciertas cosas como la protección y todo ese tipo de temas de la sexualidad. Ericl comenzó a bajar la cremallera de su pantalón mientras Solar a pesar de estar un poco pasada de copas, estaba quieta, con miedo ante lo nuevo.
-Eric: tranquila...no va a pasar nada...si lo haces conmigo es porque me amas, sería el mejor regalo de cumpleaños que pudieras hacerme...-decía algo agitado por la excitación que crecía en su entrepierna, mientras antes le bajara la ropa mejor- quédate quieta morena...prometo que no va a doler...-lágrimas comenzaron a bajar desde sus ojos hacia su barbilla pero este no tomaba en cuenta su miedo- tranquila
-Solar: de verdad no va a doler...no..no deberías usar protección?
-Eric: eso es para los que no saben contenerse...yo podré...lo prometo...-cuando sintió bajo sus manos el redondo y suave trasero de su novia, gimió porque era exquisita la sensación de la piel de una muchacha como ella-solo tranquila.....si?
La morena asintió y dio un leve gemido de miedo, su novio le había bajado la ropa interior y tanteaba excitado sus muslos, en dirección hacia su feminidad. Sería hoy acaso el día en que perdiese su virginidad? Creyó que sería romántico y hasta vería fuegos artificiales como en todas las fantasías adolescentes.
Después él con sus manos le fue sacando la camiseta celeste que llevaba puesta volviéndole a repetir que "No dolería".
Como no si estaba seca por el miedo? No era romántico, estaba siendo algo apurado con esto del sexo. Además, Eric Nam sabía que estaba haciendo las cosas mal, sabía que él tenía una enfermedad fácil de contagiar si no se usaba preservativo pero no le importaba en este minuto cuando tenía muchas ganas de tener sexo con su novia al fin.
-Solar: A...Aiiii E..Ericl...me duele....-decía sollozando. Ya había osado penetrarla, dejando atrás miles de cosas para el futuro de la muchacha, rompiendo su inocencia y por sobre todas las cosas, cagándola para el resto de su vida._____________________________________________
hola! primera vez que decido adaptar una historia y que mejor que hacerlo con estas bellezas de mujeres <3, la historia es hermosa, les va a encantar!!! así que espero que compartan, voten y dejen comentarios para seguir actualizando!, por si preguntan tratare de actualizar una vez a la semana :)
...pido perdón de antemano por si encontraron algún error...
Gracias!!!!
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Yo seré tu ángel "Adaptación Moonsun"
FanfictionCuando tenía 15 años, creía fielmente en el amor. Creía en la fidelidad de un hombre. Le atribuía todo lo bueno que un príncipe azul pudiera poseer, sin saber que ese hombre de príncipe no tenía nada. Él le prometió el cielo y la tierra, la luna y e...