Yo seré tu ángel "Adaptación Moonsun"

Capitulo 23

Lentamente por su nariz botó el aire que tenía contenido, se sentía tan tranquila, descansada, tenía los ojos cerrados y hasta pareciera que se le formaría una sonrisa idiota. De fondo y muy despacio sentía como la lluvia comenzaba a caer otra vez sobre la ciudad, como un calor "exquisito" estaba calado en la parte derecha de su cuerpo. No quería levantar los párpados, de hecho hasta había aprensado su rostro y su brazo derecho contra Solar porque había llegado a sentir frío. ¡¿ Solar?! De golpe abrió los ojos y se dio cuenta que estaba la morena durmiendo sobre su regazo, ambas sentadas en el sofá de la sala de estar. Se fijó hacia fuera y notó que estaba oscuro, de pronto todo el nerviosismo y el sudor apareció en su nuca, mirando con cuidado la hora en el teléfono móvil. 6.46 de la tarde. Tenía que haber llegado a las consultas con sus pacientes. Gimió aterrada por la sola idea de que le iban a dar el sermón más grande en su vida, jamás había faltado sin previo aviso.

Lentamente Solar volvió a acomodarse, apretando su mano poco a poco contra la ropa de Moonbyul. Esta la quedó mirando fijamente, sus párpados caídos, la tranquilidad conseguida después de tantas malas noticias para ella, como dormía. ¿Y si se movía? Iba a despertarla, Al fin estaba en paz unos segundos, alejada en el mundo onírico soñando quizás con cosas que estaban lejanas a su cruenta realidad. Colocó una mano en su cabellera y comenzó a acariciarle la cabeza mientras pensaba en que excusa inventaría para justificar su ausencia.

No recordaba cómo fue que llegó a quedarse dormida en el sofá, lo importante era que la paciente Kim no estaba haciendo cosas que atentaban contra su vida. De pronto se dio cuenta que debía enfrentar las cosas como cualquier persona adulta y responsable aunque no sabía cómo. Llamó al teléfono de la secretaria encargada sobre estos temas, mujer que de inmediato contestó.

XX: ¡Doctora Moon! Que bueno que ha llamado porque a todos nos tenía preocupados, ¿su salud está bien? –por ser tan educada y tener una enorme empatía con el otro, la querían mucho.

Moonbyul: -quedó sin entender pero prefería seguir la "corriente"- supongo que bien, llamaba por el asunto de mi ausencia esta tarde.

XX: Oh, no se preocupe, llamamos a su hogar y nos ha contestado su madre que de visita se encuentra, bueno ella nos dijo que usted tenía fuertes dolores abdominales que no se podía levantar de la cama. Sus pacientes fueron derivados con otro médico, ¿de verdad se encuentra bien ahora?

Moonbyul: - su madre tan inteligente- un poco, aunque de todas formas volveré mañana.

XX: No se preocupe, el director se ha enterado de su situación y ha dado la autorización para que se le dé el jueves y viernes de licencia, de todas formas se le pagará como si hubiese trabajado, entendemos que es un ser humano también.

Moonbyul: La verdad es que lo necesitaba – ¿cómo fingir que estaba enferma? ¿Por qué su madre había inventado aquello? Cierto, aquello le había servido mucho, sólo debía hablar por teléfono con ella para saber los motivos.

XX: Está bien, dejaré que descanse señorita, Sólo decirle que el director pidió que si este viernes se encuentra bien, en lo posible venga para que le explique cómo va a hacerse la terapia psicológica de paciente terminales este Lunes.

Y después de dar unas últimas palabras cortaron la llamada. En ese minuto recordó que por asuntos de infraestructura, las charlas no se habían hecho y se habían pospuesto varias veces. Creyó que se sentía capacitada, pero dado los hechos recientes, estaba claro que aquello iba a destruirle varias veces el corazón.

El frío se volvió insoportable y decidió que no podía estar más tiempo sentada ahí. Con mucha delicadeza se retiró de allí, bajando el cuerpo un poco para tomar a la morena entre sus brazos e ir a su habitación para dejarla luego sobre la cama. Una vez acostada, le sacó el calzado que dejó en el suelo para arroparla bien. Pareciera que estuviera acostando a un niño pero mientras más le miraba su rostro, más se daba cuenta que era todo lo contrario. Sin saber qué hacer, paseó por la habitación en busca de lápiz y papel para dejarle algo escrito, indicaciones importantes a la hora de estar sola. Mas, mientras observaba detenidamente el mueble, se encontró con una foto que le llamó bastante la atención. Una sonrisa se le formó de oreja a oreja al ver la inocencia de aquella niña sonriendo con los brazos en alto. No tenía idea pero le gustaba salir en obras escolares.