Sus frentes estaban unidas, se miraban de una manera tan especial y exquisita. No, no se conocían mucho, pero eso no impedía el toque de amor en toda la situación. Ni ellas sabían por qué y aunque cualquiera diría que iban muy rápido, realmente no podían cuestionarlas porque de alguna u otra forma el hecho de que ella la cuidase por casi dos años, influyó como no tenían idea en ellas.
Dejó que las piernas de la morena se aferraran a cada lado de su cadera para así llevársela, dejando sus manos sobre su trasero para que no se cayera. Pasaron de las caricias frenéticas a besarse con lentitud, saboreando cada instante para recordar lo placentero que era esto. Solar podía sentir las manos de la castaña masajeando sus glúteos, provocando que apretara las piernas ansiosa por ser poseída de cualquier manera. ¿Cómo se veía esto éticamente? ¿Cómo lo juzgarían los grandes profesionales? Siempre se recomendaba tener un buen lazo con el paciente pero no traspasar los límites para no sufrir, pero pareciera que la morena se olvidó de todo ello. Moonbyul no era más su paciente, ella era una mujer hermosa con una calidad humana muy alta y eso era todo lo que buscaba en una, alguien que demostrara el amor hacia los demás tanto como ella lo hacía. Con aquellos pensamientos fue fácil caer juntas en el borde de la cama, sentándose la más joven sobre la castaña. No parecían aceleradas pues Solar besaba llena de ternura y amor su tabique nasal, sus párpados y la punta de la nariz, logrando que la mujer de casi 30 años suspirase al sentir ese calor exquisito otra vez.
Solar: Preciosa... eres preciosa –sostuvo su labio superior casi con insolencia, arrastrándolo levemente hacia arriba mientras sentía como ésta mordía su barbilla- Te quiero.
Sus palabras hacían que Moonbyul temblase de pies a cabeza, alojando en su corazón la misión de estar con ella, cuidarla y quererla más allá de ese acto.
Con cuidado acostó el cuerpo de la morena sobre la cama, bajando el rostro para besar su cuello mientras ésta enterraba las uñas en su espalda. Quería jugar con ella pero deseaba también torturarla en el buen sentido de la palabra. Comenzó a morder con malicia el lóbulo de su oreja, provocando que Solar inclinara su cabeza mientras sus mejillas chocaban. Cuando soltó el primer gemido, Moonbyul gruñó de manera excitante en su oído, levantó su rostro para mirarla con una ceja arqueada. La morena tuvo que hacer uso de sus fuerzas para no volverse loca, esos ojos parecían devorarla con intensidad de pies a cabeza, pero su cuerpo comenzó a ponerse en alerta cuando Moonbyul comenzó a trazar un camino de besos desde sus senos hasta su vientre, riendo perversamente mientras descendía lentamente.
Solar: Moonbyul... –No podía hablar, sus mejillas se sonrojaron- que...
Moonbyul: Shh –La cayó besando la cara interna de sus muslos, si el cuerpo de Solar (Larissa en el libro) era espectacular, el de la enfermera Kim a sus casi 28 años era aún mejor. Cuando su boca se fue acercando a su centro que palpitaba de deseo, se paró de la cama dejándola con todas las ganas acumuladas. Escucho su gemido de frustración sonriendo de lado, se quedó de pie admirando su cuerpo, su cabello despeinado, su piel, sus pechos, su abdomen y sus mejillas sonrojadas, era una mujer hermosa.
Fue Solar quien se hinco sobre la cama para abrazarla, arrancando con velocidad su ropa interior y la miró de pies a cabeza. Cuando ya estuvieron completamente desnudas, cayeron sobre la cama en un abrazo cargado de pasión, rogándole porque no le hiciera esperar más, que la explorara y se dejará explorar.
Como buena persona Moonbyul cumplió sus órdenes y deslizo su mano entre sus cuerpos, llevándola al clítoris de la menor comenzando a estimularlo en pequeños círculos, mientras llevaba sus labios a sus pechos, tomándolos con su boca, besándolos, mordisqueándolos con suavidad y torturándolos a su antojo. Solar gimió presa del placer que le provocaban sus toques, suspiró abriendo más sus piernas pidiéndole silenciosamente que la tomara de una vez.

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Yo seré tu ángel "Adaptación Moonsun"
FanficCuando tenía 15 años, creía fielmente en el amor. Creía en la fidelidad de un hombre. Le atribuía todo lo bueno que un príncipe azul pudiera poseer, sin saber que ese hombre de príncipe no tenía nada. Él le prometió el cielo y la tierra, la luna y e...