Yo seré tu ángel "Adaptación Moonsun"

Capitulo 38

Con sus ojos azules bien abiertos Daniel miraba el rostro de Solar, quien le cambiaba con delicadeza los pañales. Estiró su manita para alcanzar una de las ondas del cabello de ella que caían sobre el vientre del niño, riendo contento porque le parecía el juego más divertido del mundo. Hace poco habían llegado de vuelta a casa y, como ella era una "buena niñera" se preocupaba de lo que el bebé necesitara.

Solar: Eres guapísimo, de seguro cuando seas grande, muchas chicas van a acercarse y Hwasa tendrá que espantarlas con un matamoscas, lástima que no podré ayudarla a espantarlas.

Daniel: Mamamamamama... mmmm... mamamama -balbuceaba moviendo sus manitas con el pelo de ella entre sus dedos.

Solar: Sí -levantó sus piernas para ponerle el pañal- mamá hará eso.

El niño seguía jugando y ella vistiéndolo sin ser consciente de que Moonbyul la miraba apoyada en la puerta de la habitación de su sobrino. Estaba maravillada con la forma delicada con la que ella trataba a un bebé y con la ternura que le hablaba. No todas las mujeres de su edad estaban preocupadas de eso sino que preferirían ir de compras al centro comercial o ir de cita en cita con muchachos guapos.

Una vez que terminó de mudarlo, lo tomó entre sus brazos y cuando giró notó la sonrisa de Byul. Recordó la extraña instancia en el parque en que sus rostros se rozaban delicadamente y como los labios de ella se secaban sedientos por acercarlos a los de la otra. Prefería no seguir pensando en cosas que no ocurrirían, ni afirmar cosas que no sucedieron. Incluso llegaba a convencerse de verdad que estaba creyendo cosas que no eran producto del tumor en la cabeza.

Moonbyul: Hwasa dijo que llegaría más tarde, mientras tanto –se acercó a ella sin quitarle la vista mientras Daniel le estiraba los brazos, sostuvo ahora ella a su ahijado- dijo que en su habitación había una prenda que quería que te probaras, según ella no le queda bien y lo más probable es que a ti sí, ve -asintió sin decir nada más. Su pequeño sobrino comenzó a deformarle la cara con las manitas pero esta seguía con la vista por la puerta donde la más pequeña había salido.

Solar cerró la puerta de la habitación de Mathew y Hwasa, encantada y sorprendida con la cama matrimonial, y con la bella decoración en todas partes. Sobre la cama se encontraba estirado y planchado a la perfección, un vestido simple pero bello que contenía una nota escrita diciendo: "En el mueble del baño hay cosméticos y otras cosas, es necesario que te arregles, ya no puedes negarte". Moonbyul estaba sentada en el sofá de una sala en especial en el primer piso, Daniel estaba sosteniendo un biberón entre sus manitas bebiendo leche mientras se quedaba dormido entre los brazos de su tía. Con él fue hacia el automóvil, acostándolo en la silla de bebés y colocándole los cinturones de seguridad. Pero antes de todo eso había aprovechado para cambiarse de ropa, maquillarse y peinarse un poco. No quería arruinar la sorpresa que todos le tenían preparada a Solar, además se esmeraba en que salieran las cosas bien pues sería el último cumpleaños que ella tendría en su vida. Se paró sobre el automóvil y en cuanto ella salió de la casa, aguantó la respiración y formó una sonrisa de oreja a oreja. Era obvio que la morena también estaba sorprendida porque no entendía que ella se hubiese arreglado. Solar cerró la puerta asegurándose que todo quedase en orden antes de acercarse a su amiga.

Solar: ¿Me puedes decir que está pasando?

Moonbyul: No se me antoja, pero puede subirse a su carruaje –abrió la puerta del copiloto para que ella ingresara y se sentara con gracia. Con cuidado volteó a ver a Daniel dormir con la boca levemente abierta- como mi sobrino deberías ponerte también el cinturón de seguridad.

Tenía muchas ganas de hacerle algún cumplido porque la verdad era que se veía más bella de lo que pudiese soportar. "Recuerda, tiene 19 años, no seas idiota". Se quedó callada y manejó su elegante auto hacia la casa de Wheein. Con delicadeza prendió la radio buscando una canción entretenida pero amena para no despertar al bebé. La morena cerró los ojos pues la letra y la melodía era agradable, Human Nature de Michael Jackson tocaban en la emisora.