II-12 "Contra tiempo."

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La hora de la fogata había llegada con la caída del sol, dándole paso a una luna llena perfecta que iluminaba toda la isla. El viento llego para dar una brisa ligeramente fría, justo para que el fuego del sitio ardiera, entregando ese calor tan acogedor a todos como si fuera un abrigo de harta lana. El ambiente estaba perfecto para una noche que estaría dada por varias historias contadas por los mejores cuenta cuentos. Incluso algunos animales de la zona llegaban para abrigarse junto a las personas, conejos, ardillas, uno que otro pájaro y algunos insectos como las luciérnagas que ayudaban aun mas a iluminar ese bosque. A lo lejos se escuchaba el canto de los grillos que hacían una sinfonía exquisita como si se tratara de una melodía para despedir lo que había sido aquel cansado día.  

Ahí estaban Charly, Dave y Rene que a pesar de su entrada incomoda, ya se habían podido acomodar junto al resto de soldados. Alguno que otro soldado preguntaron por sus nombres y estos por supuesto con algo de timidez respondieron.  Otros les ofrecieron bebidas alcohólicas, Dave por su parte si acepto pero Charly y Rene desistieron y prefirieron no meter alcohol en su sangre. Otros les ofrecieron algunos dulces como los malvaviscos típicos para comer junto con alguna rama y derretirlos al fuego. Esto si Charly junto con el niño aceptaron sin pensarlo. 

-Bueno es mi turno tíos, de contar una historia pero no va a ser de fantasía por que esas ya por hoy fueron suficientes, les voy a contar algo que me paso ami allá en mi querida natal España. Primero os permitan que me presente hacia los nuevos de hoy. 

Con esto hacia que los recién llegados se sintieran cómodos.    

-Mi nombre es Eugenio Borges, vengo de mi querida natal Valencia. Hoy por hoy os les voy contar una historia que me paso hace unos 15 años aproximadamente. Por favor no pregunten mi edad porque da un poco de pena. En esos tiempos mi cuerpo y yo nos entendíamos a la perfección, eran años de gloria y pura felicidad, estaba en mi máximo ímpetu. Cuando en eso yo jugaba de que era un perfecto galán, un día me paseaba por la playa el Cabañal, como extraño esa hermosa arena fina. Justo ese día mire a unos cuantos metros y una hermosa chica, tan bella que competía contra aquella playa de hermosos dotes. Era única, me dije ese día. -Tengo que invitarla a salir. Me arme de valor, no tenía el suficiente dinero para invitarla a algo caro pero las ganas que tenía por conocerla me convencieron y me fui tras ella. Le dije -Hola hermosa chica que reina mi corazón y termine por decirle un poema que me salio de mis entrañas. 

-"Quiero tener un gato contigo que arañe los horarios, que salte los temores y que vengan con nosotros por las noches, a sonrojar la luna, mientras nos amamos, desnudos como gatos, erizando los tejados"

En ese momento me sentí estúpido no supe ni que dije pero eso fue lo que salio de mis entrañas y mi corazón, vaya que había sido raro para mi y para ella, hubo un silencio y la mire a sus ojos mientras ella me observaba de igual manera. Se echo una risa y acepto mi propuesto. No lo creí pero estaba demasiado contento. Ella lucía de igual manera, no podía creer que mis palabras la sedujesen. Pasamos todo el día juntos, caminamos por aquella fina arena y en algún momento la envite a un helado, no supe si comprar de diferentes sabores o si de los mismos pero bueno no le di tanta paradoja y compre uno de chocolate y el otro de fresa. Le di a ella el de fresa y me sorprendió diciendo que ese era su sabor favorito. Nos fuimos a sentar sobre una roca enorme que había por ahí, estuvimos un buen rato sentados y abrazados, era lo mas romántico que estaba viviendo. Al caer el atardecer me dijo que se le estaba haciendo tarde y que debía irse o tendría problemas, me sentí triste incluso agache por un instante la cabeza, no quería que se fuera pero al mirarla nuevamente a los ojos, ella estaba ahí, viéndome con una mirada que me encanto. - Me voy. Me dijo. Ambos nos paramos y al despedirse de mi, una nueva sorpresa vino con ello. Me abrazo fuertemente y me dijo que gracias, que sentía muy feliz de haber compartido conmigo, al separarse de mi, sentí frió de pronto pero todo comenzaría a calentar nuevamente cuando me beso por varios segundos. Fue mágico, fue perfecto, fue maravilloso. Ella se marcho me miro unas cuentas veces mientras se iba. Y después ya no estaba. 

Esa fue la primera y ultima vez que la vi. 

Sonrió y miro a la luna. 

Esa mismo día, en esa misma noche, había una luna tan bella como esta. Me pregunto si me veras de allá arriba. Y termino su historia.  

Brian: - Mañana mismo nos vamos

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Brian: - Mañana mismo nos vamos. Dijo en forma de orden. 

Cabo: - Brian que no se te olvide que tu te marchaste y que soy yo ahora el Sub Líder de este grupo. Dijo de forma serena. - Te haré caso por que yo también estoy preocupado e incluso ya tenia montado un operativo. 

Brian: - ¿Preocupado? No sabes lo que se siente que tu mejor amigo este en lugar de muerte. ¿Cual es tu plan? Pregunto apresurado. 

Cabo: - Mañana mismo nos iremos, esperare que Verónica llegue y a las 6 horas nos marchamos. 

Brian: - Cuento contigo!, no hay mucho tiempo. Tiro el folder que tenía en su manos a la mesa de madera y salio con prisa de aquel gran toldo.

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