CAPÍTULO 1

43 6 0
                                    

La molesta alarma comenzó a sonar por toda la habitación, mierda, hoy era viernes por lo que había que ir al instituto. Apagué ese insoportable sonido y volví a apoyar mi cabeza sobre la almohada dispuesta a seguir durmiendo.

    - Arriba ______, levántate y date prisa- dijo mi mamá entrando a mi habitación- o no llegarás a tiempo al instituto.

     - Esa es la idea- susurré sin despegar mi cuerpo ni un centímetro de la cómoda cama.

    - Es que no entiendo, ¿no te cansas de dormir?- me preguntó y pude notar por su tono de voz que estaba empezando a enfadarse.

     -  ¿Sabes mamá?, mejor no responderé esa pregunta tonta y me levantaré- dije destapándome de la montaña de colchas que me cubrían- hay chuy chuy chuy, sí que esta frio- dije poniendo mis pies en mis pantuflas con forma de ovejas.

     -  Estamos en pleno invierno por si no te das cuenta- dijo obvia mi mama.

     -  Chistosa, no me había dado cuenta mamá, gracias por avisarme- dije sarcásticamente.

Me dirigí al armario, saqué el uniforme del instituto y comencé a ponérmelo. Cuando ya estaba completamente vestida fui al baño a hacer pis, limpié mi cara, cepillé mis dientes, me delineé a penas los ojos y me coloqué rímel transparente; una vez lista bajé al comedor para así poder devorarme el desayuno, ya que estaba muerta de hambre.

Cuando sentí que ya no podía entrar nada más en mi estómago, cogí el abrigo, despedí a mi mamá con un beso en la mejilla y salí hacia el helado exterior, sintiendo mis manos congeladas y notando  al viento golpear en mi cara. Había quedado en pasar por la casa de una de mis mejores amigas, así íbamos juntas al instituto.

Toqué la puerta de la casa amarilla que tenía frente a mí, esperando a que Kate se dignara a salir rápido si no quería que muera de una hipotermia.

      - Aloha- dijo mi amiga alegremente saliendo después de cinco minutos de su casa envuelta en un enorme abrigo color rojo.

     - La verdad es que admiro como puedes estar contenta un día de semana en el que hay que  ir al instituto con este frío, pudiéndose quedar una en casa, acostada, tomándose algo muy calentito en la cama mientras vez una terrorífica película de terror- dije desanimada.

      - Jaja _______, sonríe, hoy es noche de fiesta, oh si- dijo dando pequeños brincos.

      - Tu sí que estás loca de remate, ¿salir con este frio?, ni borracha- dije.

      - Dale, vamos, por favor, saldremos tú, Angie y yo- puso cara de perrito mojado.

      - Ni loca- ignoré su cara.

    - Oh, vamos, tienes 16 y pareces de 86 años queriéndote quedar en tu casa solo para estar acostada- dijo negando con su cabeza.

    - ¿Y para que quieres que vaya? Angie estará con Chaz, tú con Ryan y yo quedaré sola- dije suspirando.

    - Ay por dios ________, eres hermosa, seguro que podrás conocer a un chico en el boliche y platicar y quien sabe si hasta se besan - dijo sonriendo, esperanzada  de que acepte salir esa noche- Mira si esta noche conoces al amor de tu vida, ¿perderás la oportunidad de conocer al amor de tu vida?- me preguntó alarmada.

    - Pero no es lindo perder el tiempo platicando con un chico que lo único que quiere es terminar follándote desenfrenadamente en la parte trasera de su coche- dije con cara de asco- y estoy segura de que esta noche no conocere al amor de mi vida Kate.

   - Ay _______ nunca cambias-negó divertida con su cabeza- pero por favor, sal con nosotras, hace más de dos meses que no salimos las tres juntas, solo porque tu prefieres quedarte a dormir, hazlo por nosotras- dijo haciendo puchero.

   - Te odio Kate- rodé los ojos- saldré, pero solo para  no tener que ir a cenar a la casa de la plástica de Carla- dije.

     - Oh sí, por fin saldrás- dijo sonriente.

*Flash back*

     - Mira Carla, este es Max- dije pasándole mi celular para que observe la foto del chico que tanto me gustaba.

     - Oh, pero que bombón es, y dime ¿tú tienes onda con él?- me preguntó frunciendo el ceño.

     - No, pero siempre me saluda amablemente así que seguro le agrado- le contesté.

    - ¿Te piensas que solo porque te saluda sonriente le agradas enana? Por favor, deja de delirar ________- me dijo mirándome con cara de asco.

Una semana después me enteré de que Carla se había acostado con Max, después de eso no la soporté más, por mí no le dirigiría nunca más la palabra, pero mis padres me obligan a saludarla y a ser amable con ella, y cada vez que no lo hago me regañan, claro ellos porque no sabían lo que esa muy perra había hecho con el chico que me encantaba.

Carla era la hija de los mejores amigos de mis papás, los cuales son mis padrinos de bautismo. Ella es la típica chica plástica, de 19 años, piel bronceada artificialmente, cabello color rubio platino, cuerpo de Barbie, grandes lolas, buen culo y piernas largas, era la chica que podía estar con el tío que ella quisiera; pero no era perfecta, tenía una personalidad de la gran mierda, era engreída, egocéntrica, agrandada, se creía el ombligo del mundo y, nunca se olvidaba de criticar mi cuerpo, de decirme que mis pechos no eran grandes, que no tenía culo y que ningún chico se fijaría en mí.

En fin, la odiaba.

 *Fin flash back*

My Sweet DrugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora