12. Seth

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Mi primer impulso fue correr pero no podía dejar que el lobo se le acercara a Lana, así que me puse adelante de ella y esperé a que atacara.

—Seth, ¿Qué haces aquí?— lo dijo en el tono que se utilizaría con un gato.—Está bien Kyle, Seth no nos hará daño— dicho esto, se le acercó y lo acarició como sí de su mascota se tratara.

El enorme lobo negro con impresionantes ojos amarillos y colmillos feroces, simplemente recibió los cariños que Lana le estaba haciendo, parecía tener sincero cariño por ella. Sin embargo por como me miraba pude detectar que yo no le agradaba y que sin duda este animal si es muy peligroso.

—Lana ¿Cómo es que tienes un lobo por mascota? Y por favor dime que los licántropos no existen porque éste parece salido de uno de tus libros.

—Seth es un híbrido de perro y lobo, y no es mi mascota, ni siquiera puedo llamarlo mío, es libre, aunque elije esa libertad para estar conmigo. Lo conocí hace unos meses, yo salí temprano de mi casa, cuando escuché gruñidos, antes de sentir que algo me tumbó, lo que supuse era un perro comenzó a morderme, me giré para intentar quitármelo de encima, fue mi peor error, al hacer eso el animal tuvo alcance a mi cuello, y en ese momento pensé que moriría, intentaba detenerlo con todas mis fuerzas, mis brazos terminaron muy arañados y con moretones, pero sabía que no podía dejar que se me acercara más, entonces escuché otro gruñido aún más fuerte y que algo corría hacia mí, Seth llegó, atacó al perro y lo alejó de mí. Cuando regresó, yo aún estaba acostada en el suelo, estaba agotada y todo me dolía, pero lo ví, y era la cosa más hermosa que yo haya visto, sabía que a su lado nada me haría daño, desde ese día jamás se alejó, siempre encuentra el modo de seguirme.

Para ese punto de la historia ya nos encontramos sentados en el pasto y tanto Seth como yo, le prestamos mucha atención a su relato, tiene un modo de decir las cosas, que atrapa.

—Eso fue impresionante.

—Seth me salvó la vida, siempre estaré en deuda con él, es mi mejor amigo.

—Comenzaré a sentirme celoso.

—Tú no eres sólo mi amigo— lo dijo con una sonrisa y me besó.

No me gustaba el rumbo que estaba tomando la conversación, así que le dije que debíamos regresar a bañar y cambiarnos porque ya no tardábamos en partir.

Comenzaba a plantearme cómo íbamos a llegar con un híbrido siguiéndonos, pero no fue necesario, Seth se fué, pero para Lana no fue sorpresa dijo que lo vería en la noche en su casa, no sé cómo le haría un animal así para llegar a un lugar tan lejano sin llamar demasiado la atención, pero no planeaba preguntar.

Después de un muy merecido y relajante baño, nos cambiamos a la ropa con la que llegamos, rezaron otro poco, dieron gracias y al fin nos subimos al autobús para regresar a casa.

Lana durmió todo el camino de regreso, yo solo me quedé pensando en todo lo que sé de Lana, cada vez conozco datos más interesantes sobre ella, es una chica tan intrigante, pero esa frase de que no somos sólo amigos me está causando malos pensamientos, espero que esté consciente que la primera regla que le pusimos a toda esta situación, era la de no enamorarse.

Llegamos al punto de partida, y por un momento me sorprendió ver a mi papá esperándome, después me imaginé que Lana les ha de haber dicho a qué hora y dónde recogerme.

—¿Quiéres que te llevemos a tu casa? Ya es muy tarde para que te vayas sola.

—Gracias pero no es necesario, Alan va a pasar por mí, nuestros papas lo obligaron.

Unos coches más lejos ví a su primo esperándola, así que llegó el momento de despedirse. Sólo le di las gracias y un beso en la mejilla, ella asintió y tras darle las buenas noches a mi papá se fue.

—¿Cómo te fue?— me pregunta mi papá en cuanto me pongo el cinturón.

—Excelente, jugamos, nadamos y aprendí mucho de flora y fauna.

Isa

Como la veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora